Aunque la mayoría de las personas elige una postura favorita al acostarse, esta puede cambiar durante la noche
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Dormir es una de las actividades esenciales para la salud y el bienestar. Probablemente a la hora de dormir uno elija su postura favorita, pero una vez dormido, es probable que se haya movido varias veces durante la noche.
Por esta razón, algunas personas se han llegado a preguntar cuál es la forma ideal de dormir, pues en internet existen muchos consejos que son contradictorios. Sin embargo, se tiene menos control sobre cómo se duerme de lo que se cree, y tratar de controlar la postura podría ser más perjudicial que beneficioso.
“A veces es más perjudicial intentar controlar la postura”, comenta Raman Malhotra, ex presidente de la Academia Americana de Medicina del Sueño y profesor de neurología en la Universidad de Washington, al medio ‘National Geographic’.
El psicólogo canadiense Joseph De Koninck investigó cómo dormían realmente las personas, y para esto desarrolló un método de stop-motion para fotografiar las posiciones de sueño sin despertar a los pacientes. En su investigación pudo evidenciar que la posición al inicio del sueño no es necesariamente la que se mantiene durante toda la noche.
Asimismo, las investigaciones de Koninck han demostrado que el número de veces que las personas cambian de postura durante el sueño disminuye con la edad. Los adultos mayores tienden a dormir sobre su lado derecho, lo que podría ayudar a regular la tensión arterial. Además, las personas suelen pasar más de la mitad del tiempo durmiendo de lado, y los pacientes mayores y obesos se mueven menos que los más jóvenes.
Por otro lado, descubrió que entrenar a alguien para evitar ciertas posiciones puede ser un proceso largo y frustrante. Los pacientes que necesitan cambiar de postura para dormir son aquellos que padecen apnea del sueño. Para mejorar esto, algunos recurren a dispositivos de entrenamiento del sueño para evitarlo, aunque solo unos pocos están aprobados por autoridades médicas.
Otros métodos incluyen pegar una pelota de tenis a la espalda para hacer incómodo dormir boca arriba, un método que ha demostrado ser efectivo.
En ese sentido, entrenar a una persona para adoptar una postura diferente puede llevar meses, y los contratiempos son frecuentes. Los estudios muestran que los pacientes tienden a abandonar tanto las pelotas de tenis como otros dispositivos debido a la incomodidad.
Los científicos del sueño continúan mejorando la tecnología para estudiar las posturas al dormir, utilizando acelerómetros y otras herramientas. Según ‘National Geographic’, aún no se comprenden completamente los beneficios de ciertas posturas, algunos estudios en roedores sugieren que dormir de lado podría estar asociado con mejor cognición y menor riesgo de demencia. Sin embargo, no está claro si estos beneficios se aplican a los humanos.
En lugar de preocuparse por algo tan difícil de controlar, Malhotra sugiere enfocarse en cómo se siente uno al despertar. “Nuestra mejor medida de la calidad del sueño es cómo nos sentimos por la mañana”, asegura. Si se ha descansado bien y no se tiene apnea del sueño, ni dolor, no se tiene que estar preocupado por las posturas al dormir.
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