El fruto que hay que comer para fortalecer las defensas y no enfermarse en temporada de frío
Con el inicio del invierno boreal y el aumento de resfriados, la alimentación desempeña un papel fundamental para fortalecer el sistema inmunológico y mantener las defensas en alto
- 4 minutos de lectura'
LA NACION
A medida que se acerca el invierno boreal en el hemisferio norte del planeta, es común que las bajas temperaturas debiliten el sistema inmunológico, lo que facilita la aparición de resfriados y otras enfermedades. Sin embargo, mantener una buena alimentación puede ayudar a reforzar las defensas del organismo. En ese contexto, las frutas cítricas se destacan por su capacidad para mejorar las defensas y prevenir malestares de la temporada.
Entre una variedad de opciones, la naranja es una de las más recomendadas por sus propiedades nutricionales, especialmente por su aporte de vitamina C, que ayuda a fortalecer el cuerpo y a reducir la duración de los resfriados. Esta vitamina también actúa como un antioxidante que protege al organismo de los daños que pueden afectar la respuesta inmunitaria.
¿Por qué la vitamina C es tan importante para la salud?
La vitamina C es fundamental en la producción de colágeno, una proteína clave para mantener la estructura de la piel, tejidos y huesos. Además, promueve la apoptosis, un proceso mediante el cual las células dañadas o envejecidas mueren y se reemplazan por otras nuevas y saludables. Según un estudio publicado en PubMed, este proceso es esencial para el funcionamiento correcto del sistema inmune.
Los antioxidantes presentes en este ácido ascórbico también combaten el daño oxidativo, un proceso que puede perjudicar la salud al alterar el funcionamiento de las células. A su vez, de acuerdo con otro estudio, la naranja contiene otros compuestos como la hesperidina, que mejora la circulación, y la naringenina, que potencia la actividad antioxidante, lo que protege al cuerpo de factores externos como las bajas temperaturas.
Beneficios de la fibra en la salud inmunitaria
Además de la vitamina C, la naranja también es rica en fibra, lo que contribuye a un sistema digestivo saludable. Este nutriente es fundamental para el equilibrio de las bacterias en el intestino, que juegan un papel esencial en la respuesta inmunitaria. Esto no solo ayuda en la absorción de nutrientes, sino que también refuerza las defensas del cuerpo.
La fibra presente ayuda a mantener la flora intestinal en equilibrio, promoviendo la salud digestiva. Además, mejora la regularidad intestinal, lo que permite que el cuerpo elimine toxinas y otros elementos dañinos con mayor eficiencia.
Propiedades nutricionales de la naranja
El valor nutricional de una naranja promedio (aproximadamente 140 gramos) ofrece varios beneficios para la salud. De acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), sus propiedades incluye:
- Calorías: 66 gramos
- Agua: 86%
- Carbohidratos: 14.8 gramos
- Fibra: 2.8 gramos (10% del valor diario recomendado)
- Vitamina C: 92% del valor diario recomendado
- Calcio: 5% del valor diario recomendado
- Potasio: 5% del valor diario recomendado
- Folato: 9% del valor diario recomendado
Esta fruta cítrica es baja en grasas y proteínas, pero destaca por su alto contenido en agua y fibra, lo que la convierte en una opción ideal para hidratar el cuerpo, mantener una digestión regular y aportar nutrientes que refuercen el sistema inmunológico.
¿Puede la naranja prevenir el resfrío?
Durante el invierno, cuando el riesgo de enfermedades respiratorias aumenta, las naranjas ayudan a prevenir el resfriado común. De acuerdo con estudios publicados en National Library of Medicine, el consumo de vitamina C puede reducir la duración de los resfriados y aliviar los síntomas de manera significativa. Las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias y otros nutrientes presentes protegen al organismo de los agentes patógenos que suelen proliferar en el clima frío.
Para obtener los máximos beneficios de la naranja, es recomendable consumirla fresca. Tomar un jugo recién exprimido o incluirla en ensaladas y postres puede ser una buena manera de añadir vitamina C y antioxidantes a la dieta diaria. También es importante recordar que es mejor consumirla en su estado natural, en lugar de jugos procesados, ya que estos suelen contener azúcar añadida y menos nutrientes.
Además, puede combinarse con otros alimentos ricos en vitamina C, como el limón, el pomelo y el kiwi, para potenciar su efecto y contribuir al fortalecimiento del sistema inmunológico.
LA NACION
Otras noticias de Agenda EEUU
Más leídas de Lifestyle
En la Argentina. Hoy se recuerda el Día de la Recuperación de la Democracia
La primera dama que rompió el molde. Luchó contra los nazis, tuvo agenda propia y despidió a su marido junto a la amante
El señor Pullman. Inventó los coches ferroviarios de lujo, fundó una ciudad para sus trabajadores y fue enterrado bajo toneladas de cemento
Las contraindicaciones. Quiénes nunca deben tomar jugo de arándanos
