Los siete alimentos que no deben recalentarse porque pueden liberar toxinas para el organismo
Algunos productos pueden generar malestar en el cuerpo si se los consume en condiciones determinadas; te contamos qué precauciones tener en cuenta a la hora de recalentar comida
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Al recalentar alimentos, estos pueden liberar toxinas debido a procesos microbiológicos y químicos que ocurren durante su almacenamiento y calentamiento. Un ejemplo común es el arroz, que puede albergar esporas de Bacillus cereus, una bacteria que produce toxinas resistentes al calor.
Al recalentar el arroz, estas esporas pueden convertirse en bacterias activas, y si no se alcanzan temperaturas lo suficientemente altas, las toxinas producidas pueden persistir y representar un riesgo para la salud.
Se han hecho múltiples análisis al respecto. El “International Journal of Food Microbiology” publicó un estudio que analiza la presencia de Bacillus cereus en alimentos, incluyendo el arroz, y los riesgos asociados con la intoxicación alimentaria.
Las papas, por otro lado, contienen solanina, una sustancia tóxica que puede acumularse en la piel y en áreas verdes de la papa. Al recalentarlas, especialmente a altas temperaturas, la solanina puede liberarse en mayores cantidades, lo que podría resultar perjudicial para quienes consumen el alimento. Es recomendable refrigerar las papas si no se consumen de inmediato.
Los huevos cocidos son propensos a la contaminación bacteriana, y recalentarlos inadecuadamente puede producir sustancias tóxicas, además de que no elimina todas las bacterias presentes.
En el caso de los hongos, estos son alimentos que pueden contaminarse fácilmente. Si no se almacenan correctamente (en la heladera), las esporas y toxinas presentes pueden persistir y no eliminarse completamente al recalentarlos, aumentando así el riesgo de intoxicación alimentaria.
La doctora Camila Echeverri, explicó en el canal del Hospital San Ignacio que durante esta época de Navidad los casos de intoxicación con alimentos abundan. Para identificar esta condición, la experta manifestó que “en general va a empezar corto tiempo después de haber ingerido el alimento y puede tener dolor de barriga que puede ser de manera generalizada, como los cólicos o como retorcijones, y estar acompañada de diarreas que son deposiciones líquidas y de vómitos o ganas de vomitar”.
Según Echeverri, la atención debe estar puesta en las personas que presenten estos síntomas y no puedan hidratarse “porque el tratamiento de una intoxicación alimentaria es la hidratación”, aseguró.
La adecuada manipulación y almacenamiento de los alimentos, así como la atención a las temperaturas de cocción y recalentado, son fundamentales para prevenir la proliferación de bacterias y la formación de toxinas.
Otros alimentos que no se deben recalentar
- Aceite vegetal: recalentar aceites vegetales a altas temperaturas puede desencadenar la liberación de radicales libres y sustancias tóxicas. Es preferible usar aceite fresco para cocinar cada vez que sea necesario
- Pollo cocido: si se recalienta incorrectamente, puede dar lugar a la proliferación de la bacteria Salmonella. Se recomienda calentar el pollo completamente y a temperaturas seguras para evitar riesgos de intoxicación alimentaria
- Espinacas: recalentar las espinacas puede convertirlas en una fuente potencial de nitratos, los cuales pueden transformarse en nitritos, compuestos que se han asociado con riesgos para la salud. Es aconsejable consumir las espinacas frescas o almacenarlas en el refrigerador de manera adecuada
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