Los beneficios poco conocidos de la manzana y diferentes formas de consumirla

Hay frutas que, por estar a la vista todos los días en las verdulerías o las cocinas, parecen carecer de cualquier tipo de marca especial. No son exóticos ni lujosos, y pocos conocen sobre sus posibles beneficios para la salud. Esa situación hace que terminen olvidadas tanto por los aficionados de la comida gourmet como por los entusiastas de la alimentación saludable. Uno de estos casos es la manzana.

Si bien tiene una reputación como una de las frutas más ordinarias, la manzana tiene numerosas propiedades favorables para el funcionamiento del cuerpo humano. Sus efectos permiten prevenir enfermedades y aliviar dolores. Asimismo, puede formar parte de recetas muy variadas y siempre aportar un nuevo matiz de sabor. Con esta cantidad de ventajas, su accesibilidad no es tanto un descrédito, sino más bien uno de sus atributos más fuertes.

Los muchos beneficios de salud de la manzana

Según un artículo de la Universidad de Harvard, uno de los aspectos más destacados de la manzana es su alto contenido en antioxidantes, como los flavonoides y la quercetina. Estos compuestos ayudan a neutralizar los radicales libres en el cuerpo, lo cual puede tener como consecuencia una reducción del riesgo de enfermedades crónicas y una mejora de la salud celular. También juegan un papel crucial en la prevención del daño oxidativo que contribuye al envejecimiento prematuro y a otras diversas enfermedades. A la vez, estos antioxidantes ayudan a bajar la inflamación. Esto deriva en que el sistema cardiovascular funcione mejor y en que el riesgo de enfermedades cardíacas disminuya.

Otro beneficio destacado de la manzana es su capacidad para reducir los niveles de colesterol en la sangre. Su alto contenido de fibra soluble contribuye a disminuir el colesterol LDL, también conocido como “colesterol malo” debido a su tendencia a acumularse en las arterias. Esta fibra interfiere con la absorción del colesterol, y disminuye su presencia en el torrente sanguíneo y mejora así la circulación y la presión arterial.

La manzana también juega un papel importante en la gestión del peso, una preocupación creciente en la sociedad contemporánea. Su fibra dietética ayuda a aumentar la sensación de saciedad, y esto puede llevar a una reducción en el consumo general de alimentos. Este efecto es particularmente valioso para aquellos que buscan evitar el aumento de peso excesivo. Por esa razón, la inclusión regular de manzanas en la dieta puede ayudar a mantener un peso saludable y prevenir la obesidad.

Más allá de sus beneficios cardiovasculares y en la gestión del peso, otro sitio especializado afirma que la manzana también contribuye a una mejor salud digestiva. Esto también se vincula con los niveles de fibra altos, ya que otra de sus consecuencias es favorecer la regularidad intestinal y ayudar a prevenir problemas como el estreñimiento. La fibra en este caso actúa como un prebiótico que alimenta las bacterias beneficiosas en el intestino y promueve una flora intestinal saludable. Esto no solo mejora la digestión, sino que también brinda apoyo al sistema inmunológico al mantener un equilibrio adecuado entre los microorganismos en el tracto digestivo.

Adicionalmente, los beneficios de la fruta se extienden a la salud de los huesos. Si bien esta es una de las áreas en las que menos se conocen sus efectos, la manzana contiene minerales como el calcio y el potasio que son esenciales para mantener una estructura fuerte. Estos nutrientes ayudan a prevenir la pérdida ósea y pueden prevenir enfermedades como la osteoporosis. Si además se los combina con los antioxidantes, es probable que se mantenga la incluso se reduzca el riesgo de fracturas.

Cómo consumirla

Si bien comer una manzana por sí sola significa un gran gusto para muchos, algunos pueden ver esto como una forma aburrida de consumir sus frutas. Sin embargo, existen muchas otras posibilidades de incorporar este alimento a la dieta, varias de las cuales son tanto sencillas como creativas. Estas son algunas posibles formas que los expertos recomiendan para desbloquear el potencial culinario de la manzana.

• Hacer licuado: la inclusión de las manzanas en batidos puede otorgar una textura suave y un sabor refrescante, y, si se las combina con otros frutos y verduras, el licuado puede ser especialmente nutritivo.
• Preparar salsas: se pueden cocinar las manzanas con especias como la canela para hacer una salsa natural que acompañe carnes, yogur o incluso tostadas.
• Incluir en sándwiches: agregar rodajas de manzana a sándwiches genera un contraste de sabor y textura que funciona bien, en especial con quesos y carnes magras.
• Hacer chips de manzana: al deshidratar las manzanas en el horno, se pueden conseguir chips crujientes, ideales para un snack saludable.
• Usar en salteados: se pueden incorporar las manzanas en salteados de vegetales y proteínas para un toque dulce que complemente los sabores salados.

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