Cómo conservar una palta después de que sea cortada

La palta es cada vez más popular entre las personas. Muchos la consumen, ya sea en ensaladas, o sin acompañamiento, por su gusto liviano, sus propiedades positivas para la salud y por la facilidad para comerla. Se trata de una fruta muy versátil que se mezcla con todo tipo de comidas y que ayuda a controlar el apetito de una forma sana.

Sin embargo, muchas personas se enfrentan a un problema cuando la abren, coman o no una parte, y después quieren guardarla para más tarde o al día siguiente. El problema es que esta fruta entra en un proceso de oxidación natural que le empieza a sacar manchas marrones y a degradar el contenido en aspecto y gusto. ¿Cómo se conserva una palta una vez abierta?

El truco para que la palta no se eche a perder

Para que una palta no pierda su consistencia una vez que su interior entra en contacto con el aire, existen varios trucos muy útiles.

• El primero es meter la mitad de la palta en un recipiente con agua fría, colocando la semilla hacia abajo. Lo que ocurre con este truco es que el agua actúa de barrera para evitar que el fruto entre en contacto con el aire y, de esta forma, empiece el proceso de oxidación. El agua cerca toda la superficie de la mitad abierta de la palta.
• Un segundo truco es utilizar limón o una lima para proporcionarle una capa antioxidante. Esto es muy fácil de hacer: hay que rociar un poco del jugo de alguno de estos cítricos sobre la superficie cortada de la palta y esparcirlos. Así se evitan los manchones marrones.
• Un tercer consejo sería envolver el fruto, o por lo menos la superficie de su interior que esté en contacto con el oxígeno, con papel film transparente. El truco para este consejo es evitar que tenga burbujas de aire, eliminándolas con la mano, apoyando suavemente los dedos hasta quitarlas.
• Además, es importante considerar que el frío y la oscuridad de la heladera son un aliado fiel a la conservación de este alimento. Estas dos características desaceleran la maduración y potencian su sabor a pesar del paso del tiempo.
• Finalmente, existe una forma de evitar el proceso de oxidación utilizando una cebolla. En un recipiente hermético, colocar un trozo de cebolla junto a la palta, cerrar el tupper y almacenarlo. La explicación de este fenómeno es que en el recipiente se absorbe, por la cebolla, el etileno, que acelera la maduración de las frutas.

Es central recordar que una palta por la mitad no puede estar más de dos o tres días en conservación. Su gusto puede ser desagradable después de ese lapso de tiempo. Estas estrategias no son para siempre.

Otros trucos para consumir paltas

La conservación no es el único punto importante cuando hablamos de paltas. Hay otros puntos a considerar para comer estas frutas, por ejemplo su frescura, su sabor y su madurez.

Antes de cualquier cosa, es fundamental resaltar que las paltas nunca se lavan al comprarlas. El contacto con el agua puede poner en contacto a la fruta con distintas bacterias que aceleran su proceso de maduración y oxidación. Si se desea lavar, hay que hacerlo en el momento justo antes de comerla.

Para seleccionar una palta en el punto justo de maduración hay que agarrarla con la mano, apretarla levemente con la punta de los dedos (sobre la cáscara) y notar el punto. Si parece firme, pero cede cuando hay una presión ejercida por los dedos, es el fruto ideal. El color exterior no siempre tiene las respuestas al interior.

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