8 alimentos que jamás debería comer tu perro y algunos permitidos
Darle "comida humana" a un perro es un camino de ida. Podemos tener la certeza de que, a partir de ese momento, entrará en una sacrificada huelga de hambre hasta que volvamos a mezclarle el alimento balanceado con esos "extras" de la heladera.
Pero siempre hay un poco de arroz o fideos que sobran, y no falta el invitado que le convida pancito debajo de la mesa. ¿Qué pueden comer los perros de todo esto y qué no?
Los permitidos
Antes de que existiera la comida balanceada, los perritos comían platos caseros. Por eso, tal como explica la veterinaria Dra. Mariana Navarro, varias cosas que comemos suelen ser aptas para ellos, mientras no se las demos en exceso.
1. Carne animal. Pollo, vaca, cordero, pescado… Todas las opciones son válidas, siempre que estén bien cocidas. Darle carne cruda a un perro puede ser tan peligroso como para nosotros, advierte Navarro.
2. Arroz y fideos blancos. Aportan hidratos de carbono de fácil digestión para los perros.
3. Verduras cocidas, "porque brindan fibra", resalta Paola Guerra, veterinaria de Tigre. Calabaza, zapallito, zanahoria y remolacha son buenas alternativas. Navarro no aconseja darles mucha papa y batata.
4. Frutas. Manzana, pera, melón, cítricos… aunque no todos los perros las comen.
5. Mondongo. Favorece al pelaje por su contenido de azufre, destaca Guerra.
6. Pochoclo. Sin sal, ni manteca y hechos con una pochoclera de aire caliente, pueden ser una golosina adecuada para los perritos, con moderación, indica el sitio web del American Kennel Club (AKC). Contienen sustancias que contribuyen a la salud visual y a la digestión. Pero cuidado con los granos sin "explotar": pueden causar ahogamiento.
Los prohibidos
1. Chocolate. No es un mito: los perros no deben ni acercarse al chocolate, porque tiene metilxantinas, sustancias estimulantes que alteran su sistema metabólico, avisa el AKC. Una pequeña porción puede causarles diarrea y vómitos, y en grandes cantidades puede ser fatal.
2. Cebolla y ajo. "Traen problemas por una toxina", dice Guerra.
3. Palta. Guerra cuenta que tuvo de "paciente" a un perro que comía las paltas que caían de un árbol, que le habían causado una grave intoxicación hepática.
4. Leche. Aunque dársela a los cachorros es bastante común, Navarro avisa que no tienen la capacidad de digerir la lactosa, así que les provoca diarrea. En esos casos, conviene recurrir a una leche deslactosada.
5. Sal. Agregarla a la comida del perro puede traerle problemas renales a largo plazo.
6. Huesos. Más allá de tener cuidado con los del pollo, que se astillan fácilmente, no habría que darle muchos huesos a los perros, porque su alto contenido de calcio absorbe el agua y seca la materia fecal. Los constipa, dice Navarro.
7. Galletitas y panificados. Pueden perjudicarlos a largo plazo, ya que no están acostumbrados a incorporar mucha cantidad de harina, indica Guerra.
8. Frituras. El hígado de los perros no tolera bien este tipo de cocción rica en grasas. Tampoco habría que darles embutidos.
Un tubo digestivo más corto
Guerra explica que el tubo digestivo de los perros es más corto que el nuestro, en proporción. Por eso no tolerarían bien las "novedades" del menú. "Si comieran todo el tiempo lo mismo, no tendrían problemas digestivos".
"La mayoría de las gastroenteritis con vómitos en los perros se deben a que comieron algo fuera de su alimentación", coincide Navarro. "No querían comer el balanceado, entonces los dueños le agregaron algo. La realidad es que no van a morir de hambre; en algún momento van a comer su alimento".
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