Mar del Plata: con 69% de terapia intensiva ocupada, baja a fase 3 y suma restricciones
Es la mayor demanda de camas para cuidados críticos desde el 20 de octubre; prohíben las reuniones en casas y acortan el horario a los gastronómicos
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MAR DEL PLATA.– Con un piso de contagios de coronavirus otra vez alto y mayor demanda en el sistema hospitalario, el municipio de General Pueyrredón cayó a fase 3 y se sumó al amplio lote de distritos bonaerenses que tienen restricciones más amplias en sus actividades comerciales y sociales. La medida no sorprendió y aquí era esperada a raíz de un escenario sanitario más complicado, con una ocupación de camas de terapia intensiva que se triplicó desde principios de este mes: hoy es la más alta en seis meses y la mayor desde el 20 de octubre, cuando se dio el último récord.
Las nuevas condiciones que regirán a partir de mañana acortan una hora de funcionamiento de restaurantes y bares, que abrían hasta medianoche y ahora deberán cerrar a las 23. Y les reduce el aforo del 50% al 30%, lo mismo que a los gimnasios y los shoppings cubiertos.
El resto de los comercios deberá cerrar puertas a las 20 y vuelven a quedar con persianas bajas las salas de casino y los bingos, al mismo tiempo que se prohíben las reuniones en casas de familia, consideradas uno de focos principales de circulación del virus.
A la fecha, Mar del Plata tiene 3055 pacientes en tratamiento por Covid-19, con 254 casos durante la última jornada –una cifra que casi coincide con el promedio de la última semana– y 63 pacientes en terapia intensiva por esta enfermedad; 40 de ellos, asistidos con respiración mecánica. Más del triple que a principios de mes, que comenzó con 1949 infectados, pero solo 19 internados en áreas de cuadros críticos y 14 de ellos conectados a respiradores. “Está cubierto el 69% de las camas UTI”, confirmó la secretaria de Salud de la comuna, Viviana Bernabei, que además habló de un escenario “estabilizado” y “controlado”.
Este distrito había llegado por primera vez a fase 3 en agosto último, cuando aquella primera ola del nuevo coronavirus se afirmaba en la ciudad y las restricciones se ampliaban en busca de reducir el impacto y mantener bajo control y con capacidad de respuesta el servicio de salud local. El pico mayor de contagios corresponde al 25 de septiembre, con 477 casos en un día; el de uso de camas UTI es del 20 de octubre, con 77 ocupadas y 52 respiradores conectados.
“Vamos a hacer especial hincapié en el cumplimiento de la norma en los espacios cerrados”, remarcó el jefe de Gabinete municipal, Alejandro Rabinovich, y citó el caso de las reuniones privadas y las fiestas clandestinas. El fin de semana pasado se desactivaron 19; en una de ellas participaban más de 300 jóvenes, en una vivienda particular.
Reclamo sectorial
La resolución del gobierno bonaerense encontró a comerciantes gastronómicos de la zona céntrica en plena etapa de remoción de los decks que habían alquilado por la temporada para atender a sus clientes en la vía pública.
“Es imprescindible recuperar la asistencia del Estado porque somos un rubro que sigue trabajando, pero a pérdida”, afirmó Hernán Szkrohal, responsable de un comercio del rubro. Si bien en el sector entienden las medidas que se adoptan por la situación sanitaria, reclaman que se atiendan sus pedidos de ayuda, en particular los ATP y descuentos o suspensión de cargas impositivas.
Los comerciantes del ramo destacan que no solo se les reducen horarios y posibilidades de atención al clientes, sino que además bajó –y mucho– la demanda. “La gente, por más promociones que intentamos, no se acostumbra a cenar temprano”, dijo Szkrohal. Y advirtió que “no se podrá resistir cierres totales como los que tuvimos el año pasado”.
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