Karlos Arguiñano lanzó un duro exabrupto sexual contra las veganas de las gallinas "violadas"
El chef vasco Karlos Arguiñano tuvo su momento de fama en la Argentina cuando realizó aquí programas de cocina a finales de los 90. Ahora, volvió a ser noticia porque, en una entrevista televisiva se mostró contrario a la postura planteada días atrás por el colectivo "Almas veganas", un grupo de activistas por los derechos de los animales que plantearon en un video que separaban a los gallos de las gallinas para que "no las violaran".
El cocinero mediático fue entrevistado por la periodista Cristina Pardo en su programa Liarla Pardo, tuvo polémicas declaraciones frente a lo expresado por Almas veganas y un exabrupto de índole sexual, al señalar, al referirse a las citadas activistas: "Te das cuenta que sus padres no follaron con ganas".
En la conversación con la periodista, al cocinero le mostraron el video donde las activistas de Almas Veganas rompen unos huevos y declaran que "los huevos son de las gallinas". Luego, en la misma grabación, que se volvió viral, las protagonistas sentencian que tuvieron que separar a los gallos de las gallinas "para que no las violaran".
Tras volver de las imágenes, y al ser consultado sobre qué le parecía la actitud de las veganas, Arguiñano respondió: "Me da la risa. Estas son veganas, pero son muy veganas. Lo que no saben es que para que haya huevos y para que los huevos fecunden tiene que haber gallos. No vas a hacer pollos in vitro".
A continuación, el chef televisivo señaló: "Yo he tenido hijos porque me he juntado con María Luisa. Soy un hombre feliz y ella es feliz, porque nos hemos juntado, y alguna montadita habremos tenido". Arguiñano contó que con su mujer tuvieron seis hijos y adoptaron a una niña en Argentina.
"Se ven a veces personas que te das cuenta que sus padres no follaron con ganas", sentenció el cocinero en referencia a las veganas, lo que provocó una reacción risueña por parte de los que estaban presentes en el programa.
Cuando Pardo comentó que las activistas habían señalado que comer huevos era contribuir con la esclavitud animal, Arguiñano redobló la apuesta: "Yo estoy esclavizando cantidad porque como huevos todos los días de mi vida y no voy a dejar aunque sea pecado".
"Esos huevos vienen de mis gallinitas, que viven felizmente acompañadas de gallos -agregó el chef, que tiene su propio gallinero-. Los gallos no dan besitos ni hacen manitas. Pero el gallo da dos vueltitas a la gallina, hace así (mueve el pecho), y la gallina se agacha y levanta el culito. Y cuando ella no quiere sale corriendo".
"La vida es así, no va a venir un vegano a decirme cómo tienen que montar los gallos a las gallinas o yo con María luisa, que hemos tenido nuestros buenos ratos", concluyó Arguiñano.
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