En la Capital y sus alrededores crecen las opciones gastronómicas para disfrutar en medio de imponentes espacios verdes
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La ciudad de Buenos Aires y sus alrededores presentan cada vez más opciones para desconectar de la rutina y la vorágine urbana con espacios verdes y buena gastronomía. Para aquellos que quieran escaparse por un rato del ritmo vertiginoso de la ciudad y del calor del cemento, a continuación, se ofrecen cinco propuestas para sentirse de vacaciones, pero en plena metrópolis.
Selena Café
En los Bosques de Palermo se encuentra un café escondido, pero con mucha historia. Es conocido popularmente como “El Tambito” y considerado como el lugar donde funcionó el primer expendio de leche fresca de la ciudad y parte del circuito tanguero de finales del siglo XIX. El chalet fue construido en 1877 y alquilado por Vicente Casares, que lo convirtió en la primera lechería que vendía el producto pasteurizado y elaborado por La Martona – su empresa láctea– que luego fue adquirida por La Serenísima.
Unas décadas después, otro concesionario tomó “El Tambito” y, además de seguir con el rubro lácteo, empezó a incentivar la actividad nocturna, por lo que el lugar se transformó en un bar donde se vendían todo tipo de bebidas.
Tras un hecho trágico en uno de los conciertos de tango que se realizaban en el lugar en 1901, fue clausurado y, con el tiempo, entró en decadencia. En 2022, comenzó su restauración y, tras un llamado a licitación pública, Romina Stoppani, chef y nutricionista, y su socio, Eduardo Perret, lo adquirieron y lo transformaron en Selena Café. “Obtuvimos la licitación y nos pusimos a trabajar con un grupo de arquitectos, diseñadoras, interioristas para poder montar todo el negocio, lo que se ve hoy”, contó Stoppani.
El café cuenta con cocina y pastelería contemporánea con un enfoque gourmet. “Ofrecemos café de especialidad, poke bowls, sándwiches, platitos para almorzar, pastelería vegana o algún cóctel para disfrutar de la galería por la tarde y escuchar a los pajaritos. Es una experiencia muy grata”, expresó.
Un almuerzo integrado por una ensalada y una limonada ronda los $10.000 y un desayuno con un avocado toast y un café, $8000 aproximadamente. Los recomendados: el avocado toast y los waffles. Selena Café está abierto todos los días de 8 a 20 y está ubicado en avenida Berro 3900.
Charqui
Con un ambiente íntimo, relajado y verde, este jardín escondido de Palermo está ubicado dentro de Palo Santo Hotel y, para poder visitarlo, no es necesario estar hospedado. La cocina de Charqui combina lo autóctono con lo contemporáneo y tiene dos propuestas bien marcadas, carta y brunch.
“La carta tiene una gran variedad de platos y siempre teniendo al producto como protagonista. En Charqui la carne que utilizamos posee certificación Angus, lo cual garantiza su calidad. Otros platos destacados son los risottos y las pastas caseras”, contó Christian Puy, dueño del lugar.
Lo que más llama la atención del restaurante es el brunch. “Es una de las estrellas de Charqui. Es para compartir entre dos personas e incluye un sándwich, un tostón, un plato frutal, una pastelería dulce o salada, una porción de torta y dos bebidas frías y dos calientes”, señaló Puy. El costo es de $20.000, mientras que las entradas rondan entre los $3000 y los $6500; los platos principales, entre los $7000 y los $15.000 y los postres, entre los $3200 y los $5000.
Las enredaderas, las flores, los arbustos y los rincones para disfrutar del verde forman parte del ambiente de Charqui. Abre los martes de 12 a 16; de miércoles a sábados, de 12 a 23 y los domingos de 12 a 19. Está ubicado en Bonpland 2275 y se recomienda reservar con anticipación.
Águila Pabellón
Se trata de una histórica mansión del estilo art noveau rodeada de naturaleza y con vistas únicas al Ecoparque de Palermo. Su decoración, mobiliario y la vestimenta del personal invitan a cada comensal a disfrutar de un viaje a otra época.
La propiedad data de más de 100 años. De hecho, fue una de las confiterías más antiguas de la ciudad y reconocida como patrimonio histórico. “Fue una construcción que se hizo en 1904. En ese momento no había calles ni autos, entonces al café se entraba con carruajes”, contó Lucas Schiaffini, integrante del grupo gastronómico Abridor, que gestionó la restauración y la puesta en valor de la casa.
Su remodelación llevó más de un año y en julio de 2023 se llevó adelante su apertura bajo el nombre Águila Pabellón para homenajear a la denominación original de la confitería Pabellón El Águila. A los pocos meses, la Guía Michelin lo reconoció como uno de los 57 establecimientos más recomendados de Buenos Aires.
“Cuando tomamos el edificio estaba totalmente abandonado, destruido. Iniciamos un proceso de puesta en valor, que fue sumamente complejo, pero satisfactorio también porque, como es patrimonio histórico de la ciudad, todo el desarrollo del proyecto se hace junto a inspectores que van chequeando que eso se haga, y que sea original. Se trabajó en la fachada, las carpinterías y los pisos”, contó Schiaffini.
Tanto el patio trasero como la terraza son el valor agregado del restaurante que convive con la flora y fauna del Ecoparque. “Tenemos platos clásicos porteños reversionados, que los pensamos para que acompañen al verde del Ecoparque y la experiencia histórica. Se escuchan los animales: hay pavos reales, monos y malas dando vueltas por las terrazas. Es espectacular”, comentó Schiaffini.
Una de las estrellas del menú son los chipirones a la plancha con salsa de morrones y paté de hongos con chutney de peras, aunque también destacan los platos más convencionales como la pesca del día, los bifes, las milanesas y los risottos.
La carta se divide entre día, noche y vinos. Los platos principales rondan entre los $10.000 y los $14.000 y los postres cuestan $6000 aproximadamente. El restaurante abre todos los días desde las 9 hasta la medianoche y se puede ir sin reserva previa, a excepción de los jueves, viernes y sábados que son los días más movidos. Está ubicado en avenida Sarmiento 2725.
Mostrador Santa Teresita
Ubicado en el Puerto de Olivos, el restaurante que lleva adelante el chef Fernando Trocca, Mostrador Santa Teresita, se convirtió en uno de los lugares más elegidos de zona norte para sentir que se está de vacaciones, al menos por un rato. Desde que llegó la propuesta , se generó más movimiento en el sector y hasta largas filas para poder almorzar al sol con una vista privilegiada al río.
Trocca buscó replicar en el medio de la ciudad lo que ya funcionaba en las playas de José Ignacio, Uruguay, y en los Hamptons, Nueva York. Al principio comenzó solo con almuerzos y después se sumaron los desayunos y las tardes con café de especialidad y pastelería.
“Es un restaurante conceptual con un servicio distendido y relajado como en la playa. Funciona con un mostrador en el cual podés elegir diferentes opciones de guarniciones o acompañamientos y, a su vez, podés pedir de la parrilla una opción carnívora o vegetariana”, contó Daniel David, encargado del lugar.
Al momento de acercarse al mostrador donde están las propuestas del día, se puede elegir entre una opción de plato chico (una proteína y dos guarniciones) que cuesta $13.500 u otra, de uno grande (una proteína y tres guarniciones), que sale $14.900. Por la noche, se ordena a la carta.
El restaurante abre de lunes a sábados desde las 9 hasta la 1, a excepción de los domingos que cierra a las 19. Toman reservas únicamente a la noche y está ubicado en Juan Bautista Alberdi 25, Olivos.
Garibaldi
Ubicado en Puerto Norte, es uno de los pocos restaurantes de la ciudad de Buenos Aires que no le da la espalda al río. Está situado en un lugar estratégico, al finalizar el muelle y ofrece una vista panorámica de la costanera. En su amplia carta se destaca una gastronomía internacional con sabores del mediterráneo con toques orientales y latinos.
Entre sus platos principales conviven carnes, pescados y pastas y hay una especial atención a cada detalle para que “la experiencia gourmet sea inolvidable”. Alejo Minardi, encargado del restaurante, contó: “Es un punto de encuentro inmejorable en plena ciudad de Buenos Aires, frente al agua sobre las costas del Río de la Plata. Es un espacio para disfrutar con todos los sentidos y el comensal puede escuchar el oleaje”.
El costo del almuerzo es de aproximadamente $25.000 por persona. Abre desde las 12 hasta la medianoche. Se recomienda reservar y está ubicado en avenida Rafael Obligado, 4899.
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