Idolatrado en Nepal: quién es Willie Benegas, el argentino que sobrevivió a 23 minutos sepultado bajo la nieve en Utah
La enorme experiencia, la calidad humana y el compromiso social están entre las características que destacan los que conocen a este guía de montaña oriundo de Puerto Madryn
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SAN CARLOS DE BARILOCHE.– La enorme experiencia, la calidad humana y el compromiso social están entre las características que destacan los que conocen a Willie Benegas, el guía de montaña y de esquí argentino de 53 años que fue arrastrado por una avalancha en Utah y sobrevivió tras permanecer enterrado durante 23 minutos bajo la nieve.
“Fui uno de los primeros en enterarme del accidente, por mi gran amistad con Damián, el mellizo de Willie. Enseguida armé un grupo de comunicación con los amigos más íntimos de la Argentina para mantenernos al tanto. El grupo se llama Super Willie: sobrevivir 23 minutos enterrado después de una avalancha que te golpea todo está fuera de toda estadística. En avalanchas donde hay víctimas enterradas, en los primeros 10 minutos muere el 95% de la gente. Wilie aguantó 23 minutos, eso dice del poder del Super Willie”, cuenta a LA NACION Alvar Puente, montañista barilochense.
Luego de la avalancha, Benegas quedó enterrado bajo dos metros de nieve, completamente paralizado. Desde allí, gritó por ayuda tres veces, pero luego su instinto de supervivencia entró en acción y optó por calmarse: sabía que sus compañeros de equipo comenzarían a buscarlo. “Reduje mi respiración para conservar tanto oxígeno dentro de mi pequeña burbuja de aire [consiste en cubrirse la cabeza con los brazos] como pude y esperé. La única forma de sobrevivir era apagarse, entrar en hibernación”, reveló hace unos días al montañista Alan Arnette.
Más allá de su relación personal, Puente ha compartido diversos trabajos y expediciones con los hermanos Benegas. “Los conocí en la expedición al Everest en 2010. Ellos estaban guiando a unos clientes particulares y nosotros fuimos la primera expedición argentina amateur en subir. Al toque nos hicimos amigos”, recuerda. Puente se sumaría luego a la productora audiovisual Benegas Brothers Productions.
Dice que Willie es un tipo sencillo, divertido, con un humor muy argentino y muy profesional: “Es enfocado cuando tiene que enfocarse y relajado cuando es tiempo de relajarse. No en vano tiene 19 ochomiles, es decir, ascensos a más de 8000 metros, todos con la cumbre asegurada. Tanto él como Damián han sido por décadas los guías argentinos más preponderantes del mundo. De hecho, en Nepal Willie es idolatrado por los sherpas, algo que no suele ocurrir con otros occidentales. Willie es admirado. Ha participado en una buena cantidad de rescates en el Everest, siempre ha ponderado el trabajo de los sherpas, de los asistentes. Willie es impecable, un caballero”, afirma Puente.
Pablo de la Fuente, otro montañista de gran trayectoria, conoció a los hermanos Benegas en el verano de 1986, cuando hacían visitas cortas a Esquel desde Puerto Madryn, donde vivieron su infancia y adolescencia. “Éramos muy chicos los tres, teníamos menos de 20 años. Conectamos actividades rápidamente y ellos me aportaron una gran cuota de audacia, y una nueva perspectiva de la geografía doméstica de las rocas y montañas que rodean Esquel”, rememora De la Fuente, que también compartió con los hermanos una expedición al Aconcagua en el verano de 1988/1989.
Como Puente, no solo destaca la experiencia de Willie, sino también su costado humano. “Con Damián, siempre encararon acciones de divulgación y ayuda a culturas rurales, en extremos distantes del mundo como Nepal, Pakistán, Perú y Bolivia. En 2015, el evento catastrófico del terremoto de Nepal y los colapsos de servicios de ayuda los tuvieron como protagonistas de primer nivel. Además, Willie es un referente de valor en aquello de seguridad y lineamientos éticos en la industria del turismo de montaña del Everest y alrededores”, advierte De la Fuente.
Un actor fundamental
Puente suma que el plan de contingencia que desarrolló la ONU luego de aquel terremoto no hubiese sido posible sin el aporte de los Benegas. “El pie que hizo la ONU con The World Food Programme en Nepal posterremoto fue gracias a Willie y a Dami. Sin dudas, no hubieran podido entender cómo era el funcionamiento de las aldeas. Todo el abastecimiento se basó en un piloto que hicieron los chicos, ahí los contactaron y generaron este lugar para lograr un abastecimiento con los sherpas y con horas hombre, en lugar de hacerlo con vehículos terrestres o helicópteros, porque cuando llega la temporada de monzones a Nepal, las lluvias se llevan los caminos, los helicópteros no pueden volar. La ONU no tenía un plan de contingencia y lo encontraron en la propuesta que hicieron los mellizos”, relata Puente, que al mes del terremoto suplantó a Damián en el rol de encargado de logística de dos de las provincias para la ONU.
En tanto y en relación con la actividad de alta montaña, De la Fuente nombra diversos sucesos y expediciones de rescate ocurridos en el Himalaya producto de “negligencias, ambición, pésima lectura de clima y condiciones meteorológicas” y subraya que “Willie y Damián han tenido acciones por demás destacables y humanas en esos casos, seguramente por un componente vital, formativo en sus inicios de vida en la Patagonia, vinculados con la pesca artesanal, el buceo en apnea, diversas situaciones de frío, hambre y economías en el límite de la pobreza, forjadoras y acumulativas en los procesos de vida de ambos”. Criados en la península Valdés, los mellizos Benegas trabajaron como marisqueros y también aprendieron allí a bucear.
“Willie no solo ha guiado en las montañas más altas del mundo, sino que además es uno de los tipos con más cursos y más experiencia en seguridad invernal. Ha sido patrullero de centros de esquí por más de 10 años, está muy actualizado en primeros auxilios. Lo que ocurrió ahora en Estados Unidos es un accidente. El riesgo cero no existe, menos en invierno”, afirma Puente.
Agrega que Willie iba de asistente de guía de una guía de esquí norteamericana muy experimentada, con un grupo de clientas experimentadas, esquiadoras de fuera de pista: “Poca gente sobrevive a ese grado de traumatismo y de hipotermia esa cantidad de minutos enterrado. Yo estuve de rescatista en varias avalanchas y no conozco a nadie que haya sobrevivido en esas condiciones. Eso dice muchísimo de la voluntad de Willie, de su capacidad de supervivencia física. A sus 53 años, es un pibe. Es una persona que está todos los días con la mochila puesta o con los esquíes puestos. Su acto de supervivencia raya el heroísmo”, cierra Puente.
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