Gastronomía de primer nivel: los cinco restaurantes de alta cocina que son furor en Pinamar y Cariló
Con reconocidos chefs a su cargo, propuestas diferentes y locaciones deslumbrantes, convocan a cientos de turistas todos los días y son una visita obligada para los paladares más exigentes
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PINAMAR (Enviado especial).- Quienes viven o veranean desde hace décadas en Pinamar destacan la expansión de la oferta gastronómica en los últimos tiempos. Temporada tras temporada, nuevos y variados negocios abren en las principales avenidas y también en sus calles aledañas, para dar respuesta a la alta demanda turística y al incremento demográfico.
Para los paladares más exigentes, este verano son numerosos los restaurantes que sobresalen por sus tragos y cocina de autor, por sus locaciones deslumbrantes y por contar con la presencia de prestigiosos chefs reconocidos a nivel internacional, como es el caso de Fernando Lo Coco en Casa Oxalis, de Pedro Demuru en Demuru Restaurant y de Dante Liporace en Molusca.
A continuación, LA NACION ofrece una guía por los locales de alta cocina que este verano son furor en Pinamar y Cariló y hace un repaso de sus propuestas gastronómicas.
Demuru Restaurant
Un emblemático restaurante que reabrió sus puertas en diciembre en la localidad de Cariló, con un espacio remodelado y un menú diseñado para acompañar las distintas experiencias y momentos del día. Ubicado en Castaño 274, su alma mater es el histórico chef Pedro Demuru, que en esta reedición incluyó una barra de cocktails y un rincón bakery dentro del local.
Bajo la premisa de “siempre evolucionar y de estar en constante movimiento”, el restaurante sumó esta temporada un espacio reservado en el primer piso con capacidad para 8 personas. Allí se ofrece un menú de pasos exclusivo que puede ser consensuado para ajustar la experiencia al gusto de los clientes. Propone un viaje de sabores que combina carnes exóticas, cocciones variadas y productos tradicionales de nuestro país.
La carta gastronómica de Demuru mantiene los clásicos, pero también apuesta a la innovación. La propuesta para la hora del almuerzo es más minimalista: cuenta con platos frescos y productos de alta calidad como salmón ahumado y gravlax, pesca del día, langostinos, pastrami casero y otras delicias. Para la cena, la gastronomía adquiere otro relieve y combina clásicos como el pastel de ciervo, el ojo de bife y la pesca a cargo de un pescador artesanal con algunas novedades como el pulpo a la parrilla, conejo y la inclusión de trufas.
Molusca
Se trata de la apuesta del reconocido chef Dante Liporace, quien desembarcó en Pinamar con este exclusivo restaurante a dos meses de su inauguración en Buenos Aires. Funciona dentro del hotel Playas, ubicado en Avenida Arquitecto Jorge Bunge 250, y cuenta con una oferta gastronómica pensada para deslumbrar a los comensales.
“Lo que quisimos hacer como concepto es un parador mucho más cuidado y reversionado de lo que es un parador de playa, pero sin salir de esa modalidad. No buscábamos un restaurante vanguardista, como hacemos en el Mercado de Liniers o en Molusca Buenos Aires: queríamos que fuera un parador de playa con comida de lujo pero sin estar frente al mar”, le dice Liporace a LA NACION.
Entre las entradas icónicas y más demandadas del local se encuentran el ceviche de langostino con leche de tigre de pomelo y la sopa de tomate y manzana con tartar de salmón. En cuanto a los platos principales, la estrella es el risotto con langostinos, hongos y puré de cáscara de limón y en segundo lugar la chernia con cremoso de papas y el ojo de bife con papa al pomodoro. Finalmente, como postre el más vendido es el cheescake al estilo neoyorkino.
Casa Oxalis
Casa Oxalis, cuyo nombre hace referencia a un trébol comestible, es el café que el chef internacional Fernando Lo Coco abrió este verano en Pinamar, de donde es oriundo. “Es un proyecto familiar que nació con mi hermano Marcelo y es mi vuelta al país en tiempos de pandemia”, le cuenta a LA NACION.
Además de deleitar a quienes lo visitan con productos típicos de la gastronomía francesa, es la elaboración artesanal de cada uno de ellos lo que caracteriza a este emprendimiento. “Tratamos de concebir alimentos de una forma casi ancestral y lo hacemos de manera diaria y variada, según lo que los fermentos y los productos nos proponen”, explica el chef y completa: “Trabajamos duro en el amasado y en la producción para lograr una alternativa diferente, para los locales y para que los turistas puedan ver que hay gente aquí que hace cosas de cara al mundo y que puede trabajar a buen nivel”.
En línea con el espíritu del negocio, los clientes pueden acercarse al mostrador para elegir ellos mismos qué medialuna, sándwich o pastel disfrutarán. Detrás de las vidrieras se aprecia el trabajo de los panaderos y del mismísimo Lo Coco, quienes producen con sus propias manos lo que se consumirá en el día.
El lugar, que también cuenta con una distinguida carta de infusiones, se instaló dentro de una antigua casona ubicada en la intersección de calle Burriquetas y esquina Las Acacias. La estructura fue remodelada para lograr un estilo que resulta acogedor para quienes se acercan a disfrutar de una propuesta gastronómica de primer nivel.
Parador Casa Mar
Un clásico de Pinamar que por segunda temporada combina su propuesta gastronómica con el toque distintivo de la cocina de Germán Sitz, dueño de reconocido restaurantes como Niño Gordo, La Carnicería, Paquito, Juan Pedro Caballero y El Dorado. Se encuentra ubicado en Avenida del Mar 3335, en la intersección con la calle De Los Picaflores.
“La propuesta fue tomar platos de todos los restaurantes de Germán para diseñar una carta orientada hacia la temporada de verano. Ofrecemos comida de parador, como rabas o mejillones, pero con una vuelta de tuerca aportada desde su estilo. Uno de los platos que más salen es el sándwich de milanesa con mayonesa de palta, pepino y cebolla morada, entre otros ingredientes”, explican a este medio desde Casa Mar.
Griller
Griller ocupa un lugar en esta lista por su estilo imponente y singular gastronomía, comparable con la de locales Kansas o Tucson. Es una parrilla estilo norteamericano ubicada en Castaño 234, en pleno centro comercial de Cariló.
Entre las especialidades que ofrece Griller se destacan el bife de chorizo Montana y el bife de lomo, platos locales como la trucha patagónica y también ofrece vegetales grillados para el público vegano.
El lugar cuenta con un espacio exterior rodeado de vegetación tropical conocido como El Garden. Por dentro, la ambientación es la clásica de este tipo de restaurante, con gran presencia de madera, mesas estilo “box” y sillones con asientos de cuero negro que le dan al lugar su toque distintivo.
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