La antigua práctica de autoabastecerse con alimentos de la huerta está cada día más en auge; Hoy existen lugares de encuentro donde se enseñan técnicas de siembra, de cosecha y cuidados del medio ambiente
Las huertas comunitarias tienen el objetivo de ser un espacio integrador, de mejorar la calidad de vida de las personas y el ambiente, además de generar el propio alimento. Estas huertas parecieran ser un puntapié para volver a conectarse con la vida, ya que logran un “efecto de empoderar” a las personas mediante la experiencia de ser parte del proceso de cultivo.
Las huertas comunitarias tienen su origen en las ciudades industriales del siglo XIX. Los gobiernos y la Iglesia proporcionaban terrenos a las clases más bajas para que pudieran generar sus propios alimentos, convirtiéndose en prácticas necesarias para la subsistencia. Además, los espacios tenían como objetivo alivianar las condiciones de hacinamiento causadas por el proceso industrial. Estas actividades mejoraban la moral de los trabajadores y otorgaban una capacidad potencial de independencia en las personas, a tal punto que eran temidas y controladas por las autoridades para que no se llegara a generar resistencia al sistema industrial.
A lo largo de los años, estas prácticas de agricultura orgánica que habían sido fundamentales para la subsistencia se fueron incorporando en las comunidades, como iniciativas de proyectos municipales y barriales, con talleres de huerta gratuitos y abiertos a los vecinos.
A través de estas huertas compartidas se logra un sentimiento de “comunidad”, al facilitar un lugar de encuentro y el trabajo en grupo. Se fomenta la educación ambiental y se mejora la calidad de vida de las personas, por el acceso a alimentos frescos y ecológicos. Se genera un sentido de pertenencia y responsabilidad del espacio por parte de los que habitan el barrio.
También se suman a las enseñanzas de agricultura urbana proyectos de ciudadanos que brindan talleres con precios accesibles, para concientizar sobre el cuidado del ambiente y encontrar nuevas maneras de relación a través del trabajo con las manos en la tierra.
En nuestro país hay gran cantidad de proyectos emparentados con el concepto original de “huertas comunitarias”, que brindan talleres de huerta en lugares que estaban en desuso, que ahora cobran vida y color con los cultivos de estación y el trabajo con otros. Estas prácticas están dirigidas por entusiastas que promueven el cuidado del medio ambiente y del bienestar personal, y coinciden en la importancia de volver a conectarse con uno mismo. Si bien en cada huerta hay maneras diferentes de trabajar en la producción, todas comparten un punto en común: el trabajo grupal y su incidencia en lo personal.
Huerta comunitaria y demostrativa en el Colegio Marín
Ubicación: Av. del Libertador 17115, Beccar
Horarios: Miércoles de 13 a 16
Contacto: trebol.blanco@hotmail.com
Hace cinco años el Colegio Marín cedió un espacio de 100 m² para construir una huerta. El proyecto fue impulsado por el ingeniero Nicolás Laffatigue y el docente del colegio Eduardo Barata, todavía hoy dos grandes colaboradores del lugar. Además, este proyecto es sostenido por Pro Huerta y la Municipalidad de San Isidro. Silvia Aslanides, capacitadora y promotora de Pro Huerta, es quien está a cargo de los talleres y de la propia huerta.
Los talleres son gratuitos y abiertos al público adulto. Son clases teórcas y prácticas que no exigen conocimientos previos. Una parte de la producción se destina a la venta y recaudación de fondos, otra parte se asigna para el comedor y el geriátrico que dependen del colegio y el resto se reparte equitativamente entre los voluntarios que allí trabajan. También se autoabastecen y producen sus plantines para completar el ciclo de la huerta.
Además, se recibe a los alumnos de la institución, quienes aprenden sobre la siembra y la cosecha, y se capacita a los promotores del programa Pro Huerta en los aspectos prácticos del cultivo y a docentes del municipio de San Isidro.
El brote urbano
Ubicación: Av. Córdoba 4706, CABA
Contacto: joy@elbroteurbano.com / www.elbroteurbano.com
Es un proyecto fundado en 2012 por Johanna Sapoznik en el que se brindan talleres de huerta urbana a precios accesibles, además de otros sobre alimentación, jardinería y fitopreparados (preparados con productos vegetales). También hacen delivery de bolsones orgánicos y agroecológicos, cursos y armados de huerta.
Este espacio de 240 m² se levanta dentro de un edificio en medio de la ciudad y en su terraza se construyeron las huertas. La misión de El Brote Urbano es brindar herramientas a través de la educación para lograr cambios positivos en lo social y en lo ambiental.
Huerta de Puerto Libre
Ubicación: Sebastián Elcano 2340, Martínez
Horarios: Miércoles y viernes de 10 a 12
Contacto: constanzasabogal1@gmail.com / puertolibremsi@gmail.com
Esta huerta se ubica dentro del predio de Puerto Libre, sobre la costa del Río de la Plata, en Martínez. A principios de 2017 comenzó el taller de huerta, dos veces por semana, para residentes del municipio mayores de 60 años. Es un espacio de 30 metros por 60, donde se produce todo tipo de verduras para consumo de quienes asisten a los talleres, y se está dando forma a un pequeño vivero para autoabastecerse en la huerta.
Las clases teóricas y prácticas están a cargo de Constanza Sabogal (terapeuta hortícola) y Manuela Menéndez (terapista ocupacional). El enfoque no es solamente productivo, sino que se busca promover un espacio de intercambio donde se generen emociones y sensaciones positivas.
Quinta Trabucco
Ubicación: Carlos Francisco Melo 3050, Florida
Horarios: martes de 10 a 12
Contacto: hola@valeriachurba.com.ar
Esta huerta está ubicada dentro de la Quinta Trabucco, en tierras del municipio de Vicente López administradas por la Secretaria de Cultura. A principios de este año se comenzaron a dar clases de huerta en un predio de 20 m² a cargo de Valeria Churba (licenciada en Ambiente) y el docente Sergio Magazzini. Las clases son teóricas y prácticas y funcionan todo el año. No se necesita conocimiento previo para participar, son gratuitas y están abiertas a jóvenes y adultos. Se produce todo tipo de verduras y la cosecha es para los que participan de los talleres.
Germinar
Ubicación: Juan Bautista de Lasalle 2360, Beccar
Horarios: Miércoles y sábado de 10 a 18
Contacto: info@germinar.org.ar / www.facebook.com/germinarong
Germinar es una ONG que, en un predio de 300 m², ofrece talleres de huerta, jornadas de bioconstrucción, talleres de plantas medicinales, reproducción de árboles, separación de residuos y consumo responsable, entre otros.
Es abierto al público en general y los precios son accesibles para que el proyecto se pueda sustentar económicamente y para que continúe con el intercambio de experiencias. Un objetivo importante para ellos es fomentar la agroecología y el comercio justo para los pequeños productores. Venden sus productos allí y son, además, un punto de distribución de semillas Pro Huerta.
VILLA 20
Ubicación: Av. Escalada y Av. Fernández de la Cruz, Villa Soldati
Horarios: Jueves de 10 a 12.30
Contacto: restauracionecologica@buenosaires.gob.ar
Luz Delorenzini (artista visual y facilitadora en permacultura ambiental) es la encargada de dar los talleres gratuitos de huerta en la Villa 20. La huerta se creó en un barranco en desuso, en conjunto con la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires, la ONG Amartya, los referentes ambientales del barrio y varios vecinos.
En marzo de este año se capacitó a un grupo de residentes en temáticas ambientales y se encargaron de producir plantines de diferentes tipos de vegetales y aromáticas para trasplantarlos a la huerta. Hoy conforman un grupo de ambientalistas que se autogestionan y tienen su página de Facebook: 30 Manzanas Verdes, donde publican todos los avances de diferentes proyectos ambientales que funcionan en el barrio.
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