El restaurante de un reconocido cocinero que revolucionó el Puerto de Olivos
La nueva propuesta gastronómica de Fernando Trocca abrió en diciembre pasado y atrajo un nuevo público a la zona
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El Club de Pescadores de Olivos se encuentra justo en el nacimiento de la calle Juan Bautista Alberdi. Su icónico muelle recibe todos los días a hombres con cañas y anzuelos. Sin embargo, el puerto de Olivos no es territorio exclusivo de los pescadores porque se ha convertido en uno de los polos gastronómicos del momento. A la clásica parrilla La Nelly se sumó Mostrador Santa Teresita, el restaurante del chef Fernando Trocca que atrajo a un público nuevo y revitalizó la zona.
Mostrador Santa Teresita Olivos se inauguró en diciembre pasado, restaurante hermano del original que está en José Ignacio, Uruguay y de Mostrador Marram, en Estados Unidos. Todos se rigen bajo el mismo concepto: no hay una carta; los platos se preparan con los alimentos frescos disponibles ese día.
Su creador, Fernando Trocca, dijo a LA NACION: “Es difícil explicar el concepto de Mostrador porque etimológicamente hablando podría ser un buffet, pero no lo es. Acá los cocineros sirven la comida en el mostrador. Es una propuesta casual, sencilla y original en la que la clave es la calidad de los ingredientes. Queremos revalorizar el producto, darle un valor agregado”.
“No hay una sola cosa que haya hecho que Mostrador Olivos funcione, sino que es una suma de factores. En primer lugar, Mostrador Santa Teresita Uruguay ya lleva nueve años y tiene un público y un concepto sólido. La locación [en el Puerto de Olivos], que es en lugar único e increíble que tiene la particularidad de mirar hacia Uruguay, el barrio, las redes, mi libro, y el hecho de que sea una propuesta fácil y accesible también han contribuido”, agregó Trocca.
Durante los fines de semana, desde temprano los autos entran y salen de la calle Alberdi buscando un lugar para estacionar. Hay quienes llegan en moto y muchos en bicicleta. Se observan familias, parejas y grupos de amigos. Hacia el mediodía, la fila para conseguir una mesa sale del restaurante y puede haber una hora y media de espera.
“El puerto ahora es un lugar top, canchero y gourmet”, dijo Paula, una porteña de 27 años que el sábado pasado se había acercado a Mostrador con un grupo de amigos para disfrutar de un brunch. “Trajo diversidad e hizo que muchos nos movamos desde Capital para visitar el puerto. La zona estaba un poco dejada y está buenísimo que esta propuesta haya reconciliado lo clásico con lo moderno”, dijo Valeria, otra de las chicas.
“Todo lo producimos acá y ponemos en escena los platos que están buenos en el momento. No apuntamos a un público estrictamente vegano ni vegetariano, pero el 70% de los platos son vegetales. También hay legumbres, cereales, pollo orgánico, carnes y pescado solo cuando está bueno”, precisó Cristian “Chino” González, encargado de la cocina.
“Es una cocina abierta, muy honesta, en donde no hay menú, sino que el cliente elige lo que quiere comer directamente del mostrador. Lo divertido es ver y elegir con todos los sentidos”, explicó.
Carolina Ferpozzi, a cargo de la pastelería, contó que se ofrecen cerca de 35 opciones que son, en su mayoría, “clásicos con alguna vueltita”. Todo se hornea en el día y se consume hasta agotar stock. Entre los hits pasteleros, Ferpozzi mencionó el cremoso de chocolate, el key lime pie y las medialunas, que “ya se están volviendo famosas”.
En la cocina, es más difícil definir un favorito porque los platos varían mucho. Pero según González, el cordero es muy celebrado. ”Cuando está, una vez a la semana, vuela. Pero no es siempre el mismo día, entonces no se sabe cuándo puede aparecer”.
En el mostrador también suele haber arroz chaufa, milanesa de lomo y arroz pilaf, entre muchos otros. Tanto González como Ferpozzi trabajaron en “Mostrador José Ignacio” y ahora tienen la tarea de mantener la esencia de la propuesta original en esta nueva sucursal.
¿Cuánto sale comer en Mostrador Olivos? El plato grande, que incluye tres guarniciones y una proteína, sale $1700; y el plato chico, que incluye dos guarniciones y una proteína, sale $1500.
Polo Gastronómico
Desde hace ya varios años, la zona del puerto de Olivos se ha consagrado polo gastronómico. Sobre la calle Corrientes, a 600 metros del puerto, está “Carne”, la hamburguesería del chef Mauro Colagreco, la pizzería Orno y el restaurante y pastelería 1636, entre otros.
“Esta zona estuvo muy abandonada y ahora Mostrador le da vida. En el público hay de todo. Están los vecinos que ya son habitués y están los que vienen desde lejos y se lo toman como un paseo. Se ha convertido en un lugar de destino para el porteño que viene en modo turista”, contó Ferpozzi.
Mientras tanto, el histórico restaurante La Nelly sigue firme desde hace 60 años con su fórmula clásica: la tradicional parrillada argentina. En La Nelly aseguran que la clientela no se modificó con el desembarco de Mostrado, ya que atienden públicos diferentes.
Trocca coincidió: “No creo que Mostrador compita con La Nelly porque son distintas propuestas. Mostrador es muy original para la Argentina. Hay que mirar la foto entera. En Olivos se armó y se sigue armando un polo gastronómico”.
“Amamos La Nelly y queremos convivir con ellos, no competir. Es importante para la zona que haya diferentes opciones”, dijo Ferpozzi.
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