Coronavirus en la Argentina: Con aulas burbuja, vuelven a clases los estudiantes de 7° grado de la ciudad
Después de siete meses, chicos y chicas del último año del primario de colegios públicos y privados de la ciudad de Buenos Aires regresan este lunes a la escuela. El retorno a la presencialidad es optativo y se lleva adelante a través de "burbujas", es decir, grupos de nueve alumnos y un docente, respetando la distancia social y las medidas de higiene.
Unos 30.000 chicos en la ciudad están habilitados para volver a clases, no obstante, al tratarse de una vuelta voluntaria no lo hará la totalidad. Además, por motivos de organización de los colegios, no todos empezarán durante esta semana. El lunes pasado retomaron las clases presenciales alumnos de los últimos años del secundario de escuelas públicas y días atrás también se sumaron algunas privadas.
"Quiero volver a encontrarme cara a cara y no a través de una pantalla. Espero que podamos divertirnos, aunque no estemos cerca", dice Carolina, alumna de 7°grado del Colegio Internacional de las Islas. Este establecimiento del barrio de Belgrano organizó el ingreso de una burbuja durante la mañana y otras dos a la tarde. Durante tres horas, los chicos realizarán actividades en el patio cubierto, con los bancos a dos metros de distancia.
"Un 90% de las familias estuvo de acuerdo en mandarlos", señala Andrés Pallaro, representante legal. En una primera etapa se trata de actividades que tiendan al reencuentro social con el docente y entre los alumnos. "Luego, se aprovechará la presencialidad para transmitir conocimientos y resolver dudas", explica.
"Todos vamos a sentir una gran emoción al reencontrarnos físicamente y poder hablar mirándonos a los ojos sin tener una cámara de por medio. Los alumnos están deseosos de volver al colegio, lo extrañan porque es una parte muy importante de sus vidas. Imagino charlas, risas, alegría, algunas lágrimas y ganas de abrazarse, lo que tendrá que esperar para más adelante", dice Alejandra Scacchi, profesora de Física y Matemáticas, del Colegio Internacional de las Islas, este lunes se reencontrarán con sus alumnos de 7° grado.
Coincide con él Carola Bensimon, profesora de Lengua Inglesa del mismo colegio: "Siento una gran emoción. Trabajamos mucho en forma virtual, sin embargo, se extrañan las risas, los gestos, las miradas y las muestras de cariño. Ver a los alumnos e interactuar con ellos va a ser muy conmovedor".
"Lo que más quiero es poder vernos, mantener la distancia, pero también jugar y pasarla súper bien", agrega Victoria, alumna, que comparte la emoción por la vuelta.
Para la escuela primaria N° 7 del Distrito Escolar 8, Niñas de Ayohuma, ubicada en Parque Chacabuco, este retorno significa una minuciosa organización. La escuela tiene cuatro 7° grados, dos en el turno mañana y dos en el turno tarde, con un total de 107 alumnos. "La idea es que vengan al colegio una hora y media dos veces por semana, lunes y miércoles. Se armaron siete burbujas en el turno mañana y seis en el turno tarde. Se van a usar los patios al aire libre con media sombra, los chicos van a estar en un ámbito de mucha higiene y responsabilidad", asegura Mónica Almada, la directora.
Para Almada es importante que 7° grado se vincule nuevamente a la escuela. "Queremos verlos, saber cómo están, escucharlos, darles un espacio para que se expresen y de juego y también de intercambio pedagógico. Vamos a ir evaluando las necesidades. Después vamos a desplegar actividades de contenidos y reforzarlos para el ingreso a primer año", asegura.
Un derecho, no una obligación
Según Almada, se le comunicó a cada uno de los padres la propuesta de la escuela para esta nueva etapa. "No es obligatorio, es un derecho. Todos los chicos están incluidos en una burbuja con un docente, cada papá elige de acuerdo a lo que está viviendo si lo trae o no. Hicimos mucho hincapié en los chicos que estaban desconectados a quienes les pedimos presentismo especialmente. La propuesta fue muy bien tomada, el porcentaje de aceptación es alto. Hay chicos que no están pasando por un buen momento emocional y el volver a la escuela los alienta".
También vuelven 27 de los 58 alumnos del último año de la escuela primaria Nro 11 del Distrito Escolar 4, de La Boca. "Comenzamos con dos turnos, una burbuja de 9 a 11 y otras dos de 13 a 15, los chicos van a estar en el patio descubierto, que es muy grande", explica Daniel D’Amico, director.
"Queremos que nos cuenten sus sensaciones, cómo pasaron la pandemia y después seguramente vamos a empezar con lo pedagógico. Nos damos cuenta de que hay muchos contenidos que al no tener la presencialidad es importante reforzarlos, por ejemplo, el campo multiplicativo, geometría, comprensión lectora, técnicas de estudio, que son muy importantes para el secundario", agrega.
Néstor Serra, docente de esa escuela, también cuenta sus sensaciones: "Extrañamos a los alumnos y nos pone muy contentos volver a verlos. La presencialidad es muy importante. Durante estos meses todos trabajamos mucho, fue una instancia de aprendizaje, especialmente con la tecnología, supimos superar esta dificultad y se logró el contacto con las familias y con el alumno", señala.
El 7° grado del Colegio Lange Ley de Palermo es otro de los que retorna hoy. "Estamos con una gran expectativa por el reencuentro. Lo importante es que de a poco vayamos encontrando la rutina de ir al cole, cuidándonos a nosotros mismos y al otro. Al principio tenemos planteado un espacio de reencuentro, pero también vemos la posibilidad de ir avanzando en contenidos y actividades que favorezcan el cierre de esta etapa y una articulación con el ciclo superior", admite Andrea Cominelli, a cargo de las Relaciones Institucionales.
Según lo dispuesto por el Gobierno de la Ciudad, los grupos escolares deben ser de 10 personas incluido el docente, es obligatorio el uso de tapabocas, distancia de dos metros, control de temperatura al ingreso, eliminación de bebederos, ingreso al baño de a una persona. Es necesario intensificar la limpieza y desinfección de las áreas de mayor circulación y la higiene después de cada turno. Si se presenta un caso sospechoso, debe aislarse en un espacio destinado a ese fin.
Respecto de las medidas de seguridad implementadas por su escuela, Almada asegura: "Los chicos van a entrar con un tiempo de 15 minutos entre cada burbuja. La higiene de los espacios va a ser muy estricta. También tenemos un aula de aislamiento preparada por si algún niño presenta algún síntoma, se articulará entonces el llamado a la familia, el 107 y al equipo de salud".
De igual manera se preparó la escuela Nro 11 de La Boca, que controla la distancia de dos metros entre cada alumno al ingreso, el uso de barbijo y la toma de temperatura. "Apenas entran se encuentran con una torre de alcohol en gel para higienizar las manos y luego se sientan en un lugar asignado, cuando están todos ubicados entra el maestro con barbijo y máscara protectora", explica D’Amico.
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