Campeonato Federal del Asado: quién es el mejor parrillero del país y a qué provincia representa
Germán Caballero, un joven formoseño de 32 años, se consagró ganador del concurso, que se realizó a metros del Obelisco; los participantes debieron preparar distintos cortes
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“Arribo a la conclusión que se ha puesto linda la cosa, porque el hombre ganador es de Formosa”, recitó, desde el escenario, Jorge García, más conocido cómo “Paisano Mireya”, para anunciar que Germán Caballero, de 32 años, y oriundo de la localidad de General Mansilla, se consagró como el mejor parrillero de la Argentina en el Campeonato Federal del Asado, que se hizo hoy a metros del Obelisco, y en el que se usaron 180 kilos de carne y 216 de verdura.
“Soy muy obsesivo con la cocina de fusión y creo que hoy por hoy eso hace una diferencia. Usé maní, miel, miel de mandioca y cedrón paraguayo,todos productos que marcan la diferencia. Esa fue la clave, fusionar mucho lo que es mi cocina con productos regionales para mezclar un montón de sabores. Eso marca la diferencia a la hora de presentar un plato y marca un antes y un después para que trabajemos más duro a la hora de mostrar lo que tenemos en nuestra provincia”, dijo a LA NACIÓN el joven que participó del campeonato porque dos amigos le insistieron para que se anote.
Emocionado, comentó que su padre fue quién le enseño a hacer el asado y su madre, todo lo que sabe de gastronomía. Hoy, se dedica a la cocina de experiencia. “Le puso mucho amor”, comentaba uno de los jurados, minutos antes que se conociera quién era el ganador. El podio lo completaron Carlos Alfieri, representante de Entre Ríos, y Carlos Oliveto, de Buenos Aires.
“No hay secreto. Inspirarse en el abuelo y mi padre que fueron los primeros que nos hicieron asado. Él tenía una parrilla con mi abuela y después mi padre también, estoy siguiendo ese legado“, dijo minutos antes Alfieri, que hizo su primer asado a los 16 años. “Yo ya gané porque estoy en la final. Representar a mi ciudad, Gualeguachú y a mi provincia es un orgullo”, completó el joven de 28 años que hoy se define como un “cocinero agreste”. Es el encargado de la cocina en un parque provincial donde organizan aventuras con turistas que duran entre tres y cuatro noches.
Los tres –al igual que los representantes de San Juan, Chaco y Salta que también llegaron a la final– tuvieron que cocinar en una hora un corte de tira de asado, chorizos, morcillas y medialuna de vacío para ser evaluados por el jurado. Además, debieron preparar verduras que se podían presentar como acompañamiento o como un cuarto plato. Los parrilleros podían optar por usar leña o carbón y contaron, además, con un ayudante.
Para consagrarse como finalistas, durante una hora, cada uno de los 24 participantes debió preparar bondiola de cerdo, riñón en un punto específico y un plato regional con el corte elegido por cada asador. Este plato fue incluido este año, en la quinta edición del campeonato y era ese el único ítem en el que los participantes se diferenciaban y podían sumar algún ingrediente regional.
Álvaro Eduardo González, de Santa Fe, eligió preparar una boga y la presentó sobre un papel de diario. “Es típico para que el mantel no agarre olor. O cuando nos embarcamos también lo apoyamos sobre diario, después se hace un bollito con lo que queda y chau”, le explicó a los jurados antes de invitarlos a “caranchear” y pinchar para probarla. “Esta espectacular el punto”, le dijeron.
Antes de empezar con las carnes, los parrilleros tuvieron que enfrentar el desafío de cocinar provoleta, que tuvieron que presentar a los 15 minutos de haber comenzado la prueba. “El secreto es que la coman calentita”, decía Diego Salvador Laureano, de Salta, inquieto porque los jurados no llegaban a su estación. “Hay que pasarla por harina”, agregó el hombre que pasó a la final.
“Terminé un poco exigido, porque es la primera vez que vengo”, dijo minutos después Carlos Roberto Qyarun, de Tierra del Fuego.
Marcelo Alejandro Martínez, de Jujuy, en cambio, estaba satisfecho. “Llegué bien con el tiempo y se logró el objetivo que era presentar bien los riñoncitos, me dijeron que el año pasado fue lo más difícil. Estoy con muchas expectativas”, dijo el hombre que hasta el año pasado tenía un restaurant en su provincia y ahora está trabajando para abrir un “patio criollo”.
Un gran comedor a cielo abierto
La avenida 9 de Julio se convirtió desde temprano en un gran comedor. Más de 60 puestos coparon la calle hasta la Avenida de Mayo para ofrecer, hasta las 18, platos a partir de $800 con diferentes propuestas asadas. Los asistentes, que podían votar la mejor parrilla escaneando un código QR, se sentaban en las mesas puestas en la calle, en fardos, bancos o en las paradas del Metrobús para degustar las diferentes opciones.
Para las 16, ya era muy difícil caminar. Gabriela, Ana y Daniela decidieron sentarse en la vereda para comer el choripán con salsa criolla que acababan de comprar. Llegaron a la Ciudad desde Neuquén el viernes para pasar el fin de semana largo. “Hay muchísima gente”, comentó Ana. Los organizadores estimaron que pasaron durante toda la jornada cerca de medio millón de personas.
“Lo vimos por la tele y, como vivimos cerca, vinimos. Siempre lo veíamos por la tele y no podíamos venir, pero hoy se dio”, dijo Ezequiel mientras le preparaban un sándwich de vacío a su hija Martina. Junto a Natalia, su pareja, también probaron bife de chorizo y bondiola. “Los precios están bien, pagamos $2500 cada sándwich”, agregó.
Había también puestos que ofrecieron platos típicos de diferentes colectividades como alemana, búlgara, cubana, danesa, japonesa, judía, libanesa, peruana y venezolana. En esta edición, sumaron además un almacén del Mercado Argentino de Productos y Productores Agroalimentarios (MAPA).
La propuesta, organizada por el Ministerio de Desarrollo Económico y de Producción porteño, a través de BA Capital Gastronómica, también incluyó un escenario ubicado en la intersección de las avenidas 9 de Julio y Rivadavia por donde pasan diferentes shows musicales.
Acompañado por el precandidato a jefe de gobierno de la UCR, Martín Lousteau, cerca del mediodía, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, pasó a probar los platos de los participantes de la segunda ronda.
El año pasado fue Natalí Suárez Pardo, oriunda de San Luis, quien se consagró como la mejor parrillera de la Argentina y también, como la primera mujer que integró el podio de este campeonato. Hoy, es una de las jurados que evaluó a los participantes junto con Natalia Barrionuevo (sommelier de carne), Javier Brichetto (Piantao, Madrid), Sandra Honczar (Asadoras Argentinas), Héctor Martínez (Federación Argentina de Asadores), Guido Moza (La Parra de Dios), Christian Petersen (El Gourmet), Patricia Ramos (Nuestro Secreto), Germán Sitz (Chori y La Carnicería), Mirta Occhiuzzo (Uthgra), Gustavo Valsagiácomo (Ipcva), Iván Ordoñez (columnista de LN Campo), José Luis Fuoco (Sagardi) y dos cordobeses ganadores del concurso federal de Participación Ciudadana.
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