La osteopatía es una forma de medicina manual orientada a la integridad de la persona, indagando en las causas de su padecimiento y apuntando al restablecimiento del equilibrio
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Creada por el médico y cirujano estadounidense Andrew Taylor Still (1828-1917), la osteopatía es una forma de medicina manual, también definida como una ciencia biológico-médica de enfoque global, que se orienta hacia la integridad de la persona e indaga en las causas de su padecimiento.
Tras la muerte de su mujer y dos de sus hijos como consecuencia de una epidemia de meningitis, Still se dedicó a la búsqueda de medios terapéuticos alternativos, profundizó en sus estudios sobre anatomía y los conocimientos sobre el funcionamiento del cuerpo que había en ese momento. Así pudo observar y evidenciar cambios y resultados después de solo “tocar” a algunos pacientes. Así descubrió que “el cuerpo tiene la capacidad de resolver disfunciones o alteraciones por sí mismo (homeostasis)”. También advirtió que tratando la estructura (como las vértebras, por ejemplo) podía influir y mejorar distintas funciones del organismo, curar cefaleas y muchas otras afecciones. Finalmente, en 1892, fundó la American School of Osteophaty, primera Escuela de Osteopatía del mundo que continúa hasta hoy en Kirksville (Misuri).
En 1986, Gilles Drevon Lieffroy, un francés que se formó como osteópata en Inglaterra, llegó a la Argentina y abrió su consultorio. “A la luz de los resultados obtenidos, algunos de sus pacientes que eran kinesiólogos y médicos lo convocaron para enseñar la osteopatía en Argentina. Así, alrededor de 1992, abrió el Instituto Argentino de Osteopatía, y posteriormente, en 2008, los alumnos, colegas y docentes, formamos la Escuela Argentina de Osteopatía”, señala Cristina Pedelacq, licenciada en kinesiología y fisiatría de la UBA y osteópata del Instituto Argentino de Osteopatía (IAO), institución de la cual fue su primera presidenta.
“La osteopatía es una filosofía del cuidado de la salud, respaldado por un conocimiento científico en expansión: sustenta el concepto de unidad de estructura y función de los organismos vivos, y su ciencia comprende el conocimiento físico, químico, espiritual y biológico relacionado con el restablecimiento y el mantenimiento de la salud así como con la prevención y el alivio de la enfermedad”, señala por su parte Flavio Santía, licenciado en kinesiología y fisiatría certificado en osteopatía en la Escuela Osteopática de Buenos Aires (EOBA).
En ese sentido, la osteopatía relaciona directamente al individuo con el ambiente físico y aborda la causa o causas primarias de la enfermedad empleando las prácticas basadas en la evidencia. Se vale del diagnóstico a través de inspecciones visuales y palpación para detectar los signos del cuerpo de estados estructurales, mecánicos y fisiológicos alterados.
“El papel de la osteopatía consiste en intervenir sobre las ‘estructuras’ necesarias para restablecer la ‘función’ óptima general. Cuando hay una enfermedad deja de haber movimiento en la zona afectada y en su área de influencia, aunque sería más correcto decir que cuando no hay una movilidad correcta en una zona del cuerpo, aparece la enfermedad”, sigue Santía, exprofesor adjunto de la Escuela Osteopática de Buenos Aires (EOBA) y expresidente de la Asociación Argentina de Kinesiólogos Osteópatas (AAKO).
El tratamiento es puramente manual y se realiza sobre una camilla. El especialista detecta zonas densas, tensas, fibrosas o restringidas, las cuales pueden encontrarse a nivel muscular, articular, visceral, fascial o craneal, entre otros.
A partir a allí, pone en práctica las distintas técnicas manuales destinadas a normalizar y corregir las disfunciones realizando un verdadero “diálogo con los tejidos”, que devolverá la normal movilidad a las estructuras lesionadas que permitirán al paciente recuperar su equilibrio y vitalidad.
“El objetivo de estas sesiones consiste en recuperar el equilibrio normal de las funciones, de las estructuras, de los tejidos que están alterando nuestra buena salud. Liberar esos bloqueos que alteran el normal funcionamiento del cuerpo, mente y espíritu”, apunta Santía.
En cualquier caso, los especialistas aseguran que la osteopatía puede indicarse en pacientes de todas las edades, niños, adolescentes, ancianos, deportistas, personas sedentarias y embarazadas. Sirve para tratar problemas crónicos y agudos: cualquier disfunción que implique una pérdida de movilidad de una estructura con respecto a otra, que a su vez determina un bloqueo que provoca un aumento en la densidad y calidad de los tejidos, afecta la circulación y determina la acumulación de toxinas. También es indicada de forma preventiva.
“La osteopatía tiene un sistema de diagnóstico y tratamiento específico basado en la anatomía, fisiología, el MRP (mecanismo respiratorio primario), base del tratamiento osteopático, y se pueden utilizar diferentes técnicas: estructurales (trust, las más conocidas, las que “suenan”), funcionales (suaves), viscerales, y fasciales (tejidos de conexión)”, detalla Pedelacq, también especializada en reeducación postural general y posturología.
Las indicaciones más habituales aplican al sistema estructural (dolores lumbares, ciáticas, dolores articulares de cadera, rodilla, hombro; afecciones reumáticas, musculares y esguinces); sistema craneal (dolores de cabeza, mareos, vértigo, acufenos –zumbido en los oídos–, alteraciones de la articulación temporo mandibular (ATM); bruxismo; afecciones, oftalmológicas, sinusitis, otitis, posparto; y el sistema visceral (afecciones de órganos internos como hígado, estómago, intestino, pulmones, entre otros; piso pélvico, alteraciones ginecológicas, urológicas, intestinales y digestivas).
“En resumen, la osteopatía busca el tejido que no dispone de una correcta movilidad y lo trata para que, en armonía con el resto de los tejidos del cuerpo, se consiga un correcto recorrido articular, un adecuado funcionamiento de las vísceras, un necesario flujo circulatorio y una transmisión nerviosa sin ningún tipo de interferencias. Sin movimiento no puede existir la vida”, señala Santía. Y concluye: “No pretendemos que la osteopatía pueda curarlo todo, es una forma de medicina suave y eficaz que busca el equilibrio de las estructuras corporales para que ella misma se encargue de la reequilibración necesaria y se traduzca este equilibrio en salud”.
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