Son los antibióticos naturales del alma, el valor del lenguaje onírico para conocerse mejor. Magdalena Demaría, experta en el tema, revela cómo interpretar lo que soñamos y capitalizar su significado
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Los sueños hablan sobre nosotros y nos dan información muy valiosa para reflexionar sobre nuestras sombras: esas partes oscuras o traumas ocultos que no queremos tocar —y a veces enterramos toda la vida— pero que pueden aflorar en nuestro cuerpo a través de una enfermedad si no las trabajamos e integramos. También nos brindan información sobre talentos y potenciales que podemos desarrollar.
Analizar los sueños es importante para nuestro bienestar ya que podemos usarlos como cimientos para comprender mejor qué dicen de nosotros e iniciar un profundo camino de autoconocimiento. Si bien la Onirología, a través del legado de Carl Jung, es una ciencia todavía en desarrollo, los especialistas en la materia aseguran que los sueños son las bases para comprender y tratar muchos problemas de salud mental y de nuestra vida cotidiana.
Magdalena Demaría, una de las mayores expertas en el tema de la Argentina, se entusiasma cuando habla de las bondades de su práctica y cuenta cómo descubrió su vocación por el análisis de los sueños.
Su historia comienza cuando tenía 28 años y se enteró de que se inauguraba el Centro de Estudios Onirológicos liderado por el Doctor en Psicología Jorge Sergio. Concluida esa formación, estudió Psicología Junguiana en el Instituto CG Jung de Zurich y desde entonces se dedica al tema.
-¿Cómo impactó en su vida el análisis de los sueños?
-Todavía recuerdo esa magia que percibí en la primera clase de Jorge que terminó siendo mi terapeuta y maestro durante muchos años. Por primera vez sentí que había encontrado mi lugar y que ahora iba a poder entender toda esa información que aparecía en mis pesadillas y no me dejaban dormir. Dejé de tomar pastillas para dormir y ya no me daba terror a la hora de acostarme.
-¿Cómo podemos analizar nuestros sueños?
-Recomiendo leer el libro de Jung “El hombre y sus símbolos”, sobre todo el capítulo Acercamiento al Inconsciente” (la edición con imágenes) y los dos libros de Jorge Sergio: Qué son los sueños y Teorema de los Sueños. Al despertar anotar todos los días los sueños en un cuaderno. Escribir lo que recordamos sin quitar ni agregar nada y empezar a reflexionar sobre su contenido. Preguntarse por qué y para qué el sueño me presenta el escenario o la configuración de elementos de esa manera, ya sea con las personas, los lugares, los colores y hasta a veces los olores. Es decir, todo lo que forma parte del sueño. A veces nos despertamos angustiados, llorando, gritando o riendo pero no conservamos ninguna imagen de lo que causó esa emoción. Todo eso tiene una explicación onírica muy compleja e importante.
-¿Por qué algunas personas no recuerdan sus sueños y otras sí? ¿A qué se debe?
Todos soñamos, aunque no siempre podamos recordar. Los motivos pueden ser varios pero generalmente están asociados a un mecanismo de represión: es no querer saber qué pasa adentro mío. A veces, puede ser que la persona esté demasiado enchufada con el afuera y su interioridad queda en otro plano, o que no pueda simbolizar por traumas severos.
Pero creo que no hay reglas generales y que es necesario analizar cada caso en particular. Si una persona me viene a ver porque no puede soñar, tengo que atender qué es lo que pasa en ese mundo de esa persona única que hace que todavía no pueda recordar sus sueños.
A veces no podemos soñar porque no alcanzamos el nivel de profundidad de sueño REM y también está empezando a pasar que estamos tan conectados con la tecnología que dificulta no sólo la memoria de los sueños sino el ejercicio de prestarles atención y anotarlos. El problema es que cuando dejamos de prestar atención a lo que nos pasa interiormente, lo proyectamos en otro - una persona o un objeto- y estamos ajenos a nosotros mismos. Dejamos de visualizar e integrar nuestra propia sombra.
-¿Por qué es importante prestarle atención a los sueños de persecución que son tan comunes?
- El contenido es clave. Por ejemplo, si tengo un sueño en el que me persigue una persona, el ejercicio principal sería agarrar un cuaderno y anotar: ¿Qué cosas me gustan de esa persona y cuáles no? ¿En qué me siento o no identificada con ella? ¿Qué me trae de mí que yo no puedo ver? Cabe aclarar que la sombra no siempre habla de contenidos negativos, sino que también pueden ser potencialidades nuestras que no hemos desarrollado. Y esto nos entrena en un trabajo de integración y discriminación. Lo más difícil es hacer este proceso cuando soñamos con personas que detestamos. Lo más importante radica en comenzar muchas veces un largo y tedioso proceso de retirar las proyecciones y como nos recuerda Jung poder “pisar así tierra firme” y no volarnos.
-¿Qué representan las pesadillas?
Representan un contenido inconsciente que está adentro nuestro que nos interpela para que reaccionemos, para que miremos qué nos está queriendo decir con ese contenido, esa sensación o emoción. Lo que nos pasa con ellas es que muchas veces se convierten en un círculo vicioso porque le tenemos tanto miedo a ese contenido onírico que cada vez nos resulta más difícil poder enfrentarlo. Cuánto mayor es el miedo, más cerramos el acceso a ese contenido y el “coágulo” se hace cada vez más grande. También podemos tener pesadillas cuando la conciencia se empecina en hacer algo que va en contra de nuestro propio ser o de nuestra propia esencia. La pesadilla empieza a ceder cuando empezamos a poder prestarle atención, a comprenderla o simplemente hacerle un lugar anotándola. Y estos pequeños grandes movimientos empiezan a tener efectos homeopáticos sobre nuestro ser.
-Una de las funciones principales de los sueños es la de auto compensación y auto regulación…
- Tendemos a estar polarizados y los sueños buscan compensarla para lograr un mayor equilibrio psíquico. Por eso, si yo estoy demasiado inclinada en una posición, el inconsciente nos va a mostrar la otra cara que generalmente no nos gusta o nos resulta un desafío. Incluso también si es algo beneficioso para nuestro ser.
-¿Cuáles son los sueños más negativos?
- Los sueños de vuelo -donde la persona está volando en la estratósfera- que tienden a dar placer y esa sensación de libertad. Generalmente son sueños negativos porque muestran evasión. Parece que estamos bien pero en realidad estamos desconectados de algo. Por eso cuando hacemos un seguimiento minucioso de varios días o semanas, detrás de los sueños de vuelo hay sueños de persecución.
Cuando soñás que no podés correr o que las piernas te pesan, esos sueños son muy positivos porque demuestran que hay algo adentro nuestro que nos está forzando incómodamente a que dejemos de escaparnos, hagamos un giro y podamos ver y hacer frente a aquello que nos persigue. Es impresionante el cambio radical que genera en las personas. Otros sueños negativos son aquellos en que soñamos que bloqueamos y/o cerramos puertas o ventanas ya que estos implican cerrarnos a un contenido que está buscando salir a la superficie.
-Los sueños guían, enseñan y curan… según Jorge Sergio.
Jung nos recuerda que lo que él aprendió sobre la esencia humana se lo enseñaron los sueños. La actitud que yo tomo frente al sueño persecutorio es el proceso más sanador. Esa actitud de decir: no me escapo más. Aceptar que si tengo este sueño, es lo que yo estoy necesitando en este momento.
- ¿Qué consejos puede dar para aprender a escuchar el lenguaje de los sueños?
La primer pregunta que hay que hacerse es: ¿Tienen un lugar en mi vida? ¿Les doy importancia? ¿Tienen un sentido o algo para ofrecerme? Si a alguna de estas preguntas le puedo poner que sí, entonces debo empezar a anotarlos en un cuaderno. Y comenzar a reflexionar sobre el contenido, abrirme a la posibilidad de pensar en algo que no había pensado hasta ahora. También preguntarme si tengo algún sueño del cual nunca me pude olvidar. Es decir, esos sueños recurrentes, donde mi interioridad insiste con un tema. Es importante destacar que esta medicina natural está accesible para todos si nos arriesgamos a tomarla.
-¿Cómo ayudan los sueños al bienestar de las personas?
-Cuanto más espacio les hacemos en nuestra vida, más integrados estamos. Y esto que parece menor —de dejar de vivir fragmentados y desintegrados— es mucho más importante y profundo de lo que parece. Cuando empiezo a incorporar a mi vida lo que acontece en mi inconsciente, se genera una circulación que antes no había, que paulatinamente alivia y sana nuestras heridas. Los sueños también abarcan una dimensión espiritual e incluso colectiva (que abarca a la sociedad) y estar en contacto con nuestra espiritualidad es fundamental para nuestro bienestar como personas y como comunidad.