No es automedicación, sino un aprendizaje basado en la intuición; es fundamental fortalecer nuestro sistema en forma integral, siendo más flexibles y menos rígidos; desarrollando nuestra adaptación y resiliencia
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En el camino hacia la automedicina, aún en desarrollo, profesionales de la salud comparten desde su experiencia, acerca de la importancia de fortalecer nuestra salud mediante una búsqueda personal que nos permita revisar y descartar aquellos factores internos y externos que desequilibran nuestra energía y generan la aparición de enfermedades.
“La automedicina no es automedicación, sino un aprendizaje basado en la intuición, que apunta a una sanación que nos lleva a la paz interior, el mayor bien que podemos tener”, destacó la pediatra homeópata Liliana Szabo, en la disertación Por qué y para qué nos enfermamos, durante el último Congreso Internacional Origen, de Ciencia, Espiritualidad y Medicina, que plantea un abordaje con otra mirada sobre el cuidado de la salud, realizado en Buenos Aires, el sábado y domingo último.
Por ese camino de aprendizaje, la experta señaló que algunas personas se enferman más que otras por las distintas “susceptibilidades y actitudes que nos hacen más o menos permeables ante algo que puede venir de afuera o también de nuestro interior”.
Esa permeabilidad se da a través de “factores emocionales, físicos, químicos o biológicos, factores mentales y espirituales” que pueden “crear una realidad alterando nuestro sentir y pensar, traducido en un padecimiento físico”, señaló.
¿Cómo defendernos de esos factores? Para Szabo, se trata de “fortalecer nuestro sistema en forma integral, siendo más flexibles y menos rígidos; desarrollando nuestra adaptación y resiliencia. Como somos una energía hecha cuerpo físico, tenemos que mantener el equilibrio de esa energía”, que impacta en el físico, remarcó.
“La susceptibilidad es propia de cada persona y se puede ir modificando a lo largo de la vida. A ese juego de equilibrio y desequilibrio hay que armonizarlo constantemente, tanto ante los múltiples factores que se presentan en la vida cotidiana, como frente a cosas que heredamos y que debemos limpiar. Siempre para volver al equilibrio y mantenernos sanos”, subrayó.
La pediatra enfatizó sobre la relevancia de los cuidados que deben comenzar desde que el niño nace, en cuanto a procurarle una “alimentación y abrigo adecuados; amor, paz y serenidad, sin vacunas ni demasiados estudios o pruebas agresivas”. Luego, para la edad adulta, sugirió adoptar una “dieta sin conservantes, sin alimentos refinados, descartar las aguas con metales pesados y agroquímicos, y mantenerse en ambientes saludables, sin humos, tabaco ni fumigaciones”.
También resaltó que debemos “evitar ingerir medicamentos que no sean imprescindibles o someternos a tratamientos con antibióticos”. Advirtió además que lo primero que debe hacer un médico “es no dañar (al paciente en el momento de indicar una prescripción) y después ayudarlo a sanar”.
En cuanto al para qué nos enfermamos, dijo: “Hay que detectar algo previo que no estaba bien y que produjo ese desequilibrio, como puede ser la aparición de una enfermedad que delate algún desequilibrio en la estructura familiar”. También instó a “revisar creencias o proyectos que no prosperan y que nos perturban, para sacar los que no nos sirve”.
“Una forma de exploración puede ser la meditación, conectarnos con nosotros mismos, buscar hacia adentro y hacia afuera, preguntarnos y escucharnos” y, sobre todo, “no dejarse asustar por las enfermedades (pensando, por ejemplo, “me voy a morir”) sino aprovechar el ciclo de la vida lo más posible”, aconsejó.
Szabo eligió la canción Honrar la vida (que compartió con la audiencia) para destacar de esa letra que “merecer la vida es erguirse vertical, más allá del mal, de las caídas; es igual que darle a la verdad y a nuestra propia libertad la bienvenida”, y concluyó: “En síntesis, la enfermedad es nuestra gran oportunidad de comprender nuestra vida y la de nuestros hijos”.
Los siete pilares de la prevención
Entre otros disertantes, el reconocido médico e investigador brasileño Walter Lopes, se sumó a las observaciones y propuestas novedosas que apuntan al cuidado de la salud, y puso el foco en la mente, “porque todos los pensamientos tienen efecto en el cuerpo físico y todo ello se refleja en el rostro, definiendo su fisonomía”.
El experto se refirió puntualmente a “Los siete pilares de la prevención”, que comienzan con la limpieza hepática, clave para encarar los otros seis, que abarcan “la calidad del agua; la mineralización de los terrenos, la salud intestinal, renal y sexual; la salud neurocardíaca; el componente emocional y los factores financieros”.
Lopes sostuvo que la limpieza hepática, lograda con dieta sana y ejercicios, “permite la eliminación de una enorme cantidad de enfermedades, desde distintos quistes, tumores estomacales, trastornos cerebrales, reumatismos, hernias, hinchazón de las piernas, problemas de visión, descongestión de bronquios y pulmones, hasta la caída del cabello y el mal aliento bucal”, entre muchas otras.
Los organizadores del Congreso y fundadores de Origen, Ailin Bisi y Jochi Lezica del canal @lezicafilms, fueron los moderadores de las jornadas, en las que el público pudo contactarse con productos naturales y conocer nuevas tecnologías relacionadas con esta propuesta de “un nuevo paradigma que pretende unir la ciencia, la espiritualidad y la medicina”, como señalaron.
Además de estas charlas, se abordaron otras temáticas, que incluyeron intoxicación por inyecciones, la medicina espiritual, técnicas ancestrales para auto equilibrarse, tecnología cuántica, la nueva tierra, permacultura, economía libre, educación sin doctrinas, chi kung, meridianos, fertilidad, coherencia cardiaca, experimentando la realidad que creamos, salud familiar y el patrón divino.