El licuado de espirulina y frutos rojos es un aliado perfecto para enfrentar los días de calor. Combina el poder nutritivo del alga marina con las bondades de las bayas mixtas (arándanos, cerezas, frutillas y frambuesas) fuentes inagotables de vitaminas, minerales y antioxidantes. De esta forma, cada sorbo brinda energía, protege las células, regula el azúcar en sangre y favorece la digestión, mientras refresca y alimenta tanto el cuerpo como la mente.