La explicación podría estar relacionada a un desequilibrio de la grelina: un compuesto químico que se crea en el estómago y tiene como función principal comunicarle al cerebro cuando alguien tiene hambre o no; claves para regularla
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Regular el peso es uno de los principales objetivos de quienes buscan estar en forma.
Los atajos van desde dietas restrictivas, planes alimenticios indicados por nutricionistas, entrenamientos de alta intensidad y actividades extremas, todas actividades en busca de un objetivo: perder grasa y lograr “rápido” el “peso ideal”. Sin embargo, en ese camino, más de una persona se enfrenta al famoso efecto rebote lo que provoca que el cuerpo vuelva a acumular adiposidades.
En algunos de esos casos, lo que sucede es una deficiencia en el comportamiento de las hormonas. Específicamente, un desequilibrio de la grelina: un compuesto químico generado en el estómago cuya función principal es comunicarle al cerebro cuando alguien tiene hambre o no. Es por esto mismo que su regulación resulta fundamental ya que cuando se mantiene desequilibrada se pueden “disparar” problemas relacionados a la digestión y al metabolismo.
¿Qué es la grelina?
“Es una hormona que se crea en el estómago y que actúa sobre el hipotálamo -área esencial del cerebro- estimulando el hambre y la alimentación”, destaca la licenciada en Nutrición, Sofía Martínez (M.P. 5401) y añade que al avivar el apetito, esta hormona actúa en el control del balance energético y el peso corporal, por lo que “la regulación anormal de esta hormona conduce tanto a un aumento de peso como a la disminución del mismo”.
Otro dato interesante es que las concentraciones de grelina son mayores en personas delgadas y menores en personas obesas.
¿Cuáles son las funciones de la grelina?
La especialista responde que: la función primordial es la de estimular el apetito ante la necesidad metabólica aguda en el periodo preprandial -mejor conocido como el nivel de glucosa en sangre tras las comidas-. Por eso, además de su función de vaciado gástrico y motilidad - movimiento que tiene el tubo digestivo para propulsar el bolo alimenticio por el cuerpo- en el sistema gastrointestinal, la grelina es la hormona encargada de:
- Regular el sistema cardiovascular al mejorar la función endotelial por el aumento de la biodisponibilidad del óxido nítrico
- Mejorar el sistema inmune al ejercer efectos antiinflamatorios
- Formar parte de procesos psicológicos importantes como la recompensa, la memoria y la conducta alimentaria, aumentando la frecuencia y probabilidad de liberación de dopamina (hormona de la felicidad)
Según un estudio titulado “Grelina: mucho más que una hormona del hambre”, este compuesto químico juega un papel crucial en la homeostasis de la glucosa y la energía, la cardioprotección, la atrofia muscular, el metabolismo óseo y el cáncer. Estas funciones multifacéticas que presenta hacen que la grelina y el GHS-R -receptor de secretagogos de la hormona del crecimiento, también conocido como receptor de grelina- sean objetivos muy atractivos para el desarrollo de fármacos y para mantener el organismo saludable.
Además, según los profesionales de la Clínica de Cleveland en los Estados Unidos, el factor primordial que hace que se ponga en marcha la grelina es tener el estómago vacío o casi vacío. Y justamente, los niveles de esta hormona aumentan exponencialmente minutos antes de las comidas.
“Los niveles circulantes de grelina varían con el estado energético, por ejemplo se elevan en condición de ayuno y decaen en la etapa posprandial”, añade Martínez. En síntesis, lo que ocurre es que esta hormona le avisa al cerebro cuando el estómago está vacío y es hora de comer.
Relacionado con esto, según Cleveland Clinic, las personas que tienen obesidad a menudo tienen niveles bajos de grelina, mientras que las personas que restringen significativamente el consumo de calorías tienen niveles altos de grelina.
¿Qué es la leptina?
También conocida como proteína PN, es una adipoquina producida en su mayoría por los adipocitos aunque también se expresa en el hipotálamo, el ovario y la placenta. “Junto a la grelina, la leptina juega un papel muy importante en la regulación del hambre y la saciedad porque lo que hace es transmitir información al sistema nervioso central acerca del estado nutricional de la persona”, explica Martínez.
A su vez, añade que ambas hormonas participan como mediadoras moleculares que influyen en la regulación del apetito y el metabolismo. Por su parte, la grelina promoviendo la ingesta de alimento, y la leptina, inhibiéndola.
En caso de querer regularlas a ambas, la nutricionista dice que esto se puede lograr de forma natural a través de elecciones dietéticas inteligentes, ejercicio físico, un buen descanso y el control del estrés.
¿Cómo regular los niveles de grelina?
Martínez destaca los siguientes puntos para tener en cuenta al momento de proponerse equilibrar esta hormona:
- No restringir demasiado las calorías, por lo cual evitar las dietas milagrosas
- Consumir suficiente cantidad de proteína a lo largo del día, carnes, huevo, lácteos, legumbres
- Realizar actividad física y evitar el sedentarismo
- Cuidar la calidad del sueño: el descanso es fundamental para la homeostasis corporal
- Gestionar el estrés con ejercicios de relajación, meditación y respiración
- Evitar alimentos industriales y procesados. Es decir, basarse en una alimentación lo más real posible, debido a que los productos ultra procesados aumentan la sensación de hambre
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