La multiplicidad de tareas que conlleva la vida moderna y la falta de tiempo producen angustia por lo que vendrá e impiden vivir el presente
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Como escritora y editora en la ciudad de Nueva York, estoy constantemente atascada con las cosas que tengo que hacer y el tiempo. Cuando empiezo a preocuparme por mi futuro, mi terapeuta me suele decir: “Te estás adelantando”.
Para enfrentar la cuestión y no dejar que me absorba por completo; a continuación algunas formas en las que domo mi ansiedad:
1. Tomar un vaso de agua con pepino
Puede sonar como una bebida elegante para tomar, pero es bastante simple de hacer y en esa simpleza radica su encanto. Cuando quiero hacer algo bueno para mí y sé que no cuento con mucho tiempo, lleno un vaso con agua fría y le agrego unas rodajas de pepino fresco (o, a veces, frambuesas).
El resultado es una bebida refrescante que además de ser rica me levanta el ánimo al instante y es el ejemplo perfecto de cómo el cuidado personal no tiene por qué ser costoso ni requerir mucho tiempo.
2. Tratarse como a un mejor amigo
A medida que fui creciendo aprendí que no hay nada como ser tu propio mejor amigo. Esto puede implicar desde tener una cita en una biblioteca hasta quedarme en mi casa en lugar de salir a festejos.
A veces, cuando me siento deprimida, pongo mis brazos alrededor de mis hombros y me doy un fuerte abrazo. Hacer eso me hace sentir mucho mejor.
3. Escribir una novela
Todas las noches paso 20 minutos trabajando en mi libro, que trata sobre un niño de 12 años que ama Broadway. Es un tipo de narración diferente a la que hago en mi trabajo y es por eso que me encanta y disfruto de hacerla en ese momento del día.
Mientras me sumerjo en el alocado mundo de la escuela secundaria y sigo a mi personaje en sus aventuras, recuerdo lo importante que es simplemente escribir y crear por diversión.
4. Deshacerse de las listas de tareas pendientes
Soy una gran admiradora de las agendas y los cuadernos organizadores, estos me ayudan a estar al tanto de todos mis proyectos, actividades y tareas diarias.
Sin embargo, en los días en los que estoy luchando para poder concretar una sola tarea, como puede ser ducharme o pasar la aspiradora, ignoro por completo mis listas de tareas pendientes.
Cuando sucede esto paso a una página en blanco en mi diario personal y escribo la siguiente afirmación y me la repito a lo largo del día: “Estoy haciendo lo mejor que puedo, y eso es suficiente”.
5. Cocinar comidas reconfortantes
En mi familia chino-estadounidense, preparar y comer comida es una forma de manifestar amor. En un día difícil, acostumbro ir a la cocina y preparar alguna de mis comidas favoritas como pastas con queso o una cazuela de chauchas verdes.
Mientras como, solo pienso en los sabores y las texturas: el queso cremoso untado sobre la pasta; el crujido de una la verdura perfectamente cocida. Cada buena comida es un recordatorio para reducir la velocidad y disfrutar lo que tengo enfrente.
Los expertos probablemente lo llamarían alimentación consciente; yo lo llamo “el mejor regalo que puedo darme a mí misma”. Para mí, es la forma más pura de amor propio.
6. Invitar a alguien a ‘sentarse en la oscuridad’
Cuando la depresión me abruma, siento que estoy sola en la oscuridad mientras el resto del mundo habita ambientes bien iluminados. Suelo decirle a mi pareja cuando no estoy bien de ánimo y, en lugar de darme un consejo o decirme que mantenga una actitud positiva él hace lo que más necesito: toma mi mano y se “sienta en la oscuridad” conmigo.
Se queda ahí conmigo hasta que me siento mejor, hasta que estoy lista para salir a enfrentar el mundo una vez más.
Por Wendy Lu.
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