El comediante Luciano Mellera asegura que hacer reír es un vehículo para comunicar ideas y conectarse con otros
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“El humor es una forma de conectarte con gente que estás conociendo. En cualquier tipo de relación, el humor define. Si no te reís de lo mismo que quien te acompaña, hay un cortocircuito ahí”, dijo el comediante Luciano Mellera en una charla del ciclo Aprendemos Juntos 2030, la plataforma con contenidos inspiradores del BBVA. El humorista también señaló que lo que se necesita para hacer comedia es sentir la necesidad de hacer reír al otro.
“Me metí en el mundo de la comedia porque el humor me parece cosa seria. Quería ver cómo era el otro lado de la cocina y acá me quedé cocinando. Durante muchos años pensé que hacer stand-up era simplemente hablar yo y que el público se limite a escuchar o, en el mejor de los casos, a reír”, señaló.
El comediante afirmó que hacer reír depende mucho de la crianza y el entorno donde uno nace y empieza su vida. “En mi familia son todos muy graciosos y el humor siempre es la excusa para unirnos y para comunicarnos. Eso obviamente ayuda y te va forjando con ciertos recursos al momento de entablar relaciones”, comentó.
Mellera aseguró que la vida misma es lo que inspira al comediante y que el mundo tiene mucho humor a pesar de sus altibajos. “El desafío o la responsabilidad del comediante es encontrar ese humor y tirar para ver qué encuentra y trasladarlo al escenario. Yo tengo un mundo interno muy grande, así que mi humor proviene de la observación de los pequeños detalles cotidianos”, agregó.
El teclado de Charly
Cuando le preguntaron sobre el teclado de Charly García que le regalaron, Mellera recordó que empezó a trabajar en un call center para hablar en inglés a pesar de no manejar bien el idioma. Allí se hizo amigo de Lucas, un compañero que le llevaba diez años y que siempre le contaba historias de Charly García con quien había trabajado en un bar. “Le dije que me encantaba y me regaló un estéreo que si bien no funcionaba, tenía su firma. Para mí fue un gran tesoro. Al ver mi admiración, al día siguiente llegó muy temprano a la oficina con un teclado gigante de Charly García. Estaba pintado por él con aerosol con los números de los efectos preferidos que usaba para sus canciones”, recordó. Mellera admitió que no podía aceptarlo porque era una enorme responsabilidad para él. Lucas insistió que se lo daba con la única condición de que no lo podía vender.
Lucas y Charly García se conocieron en un bar donde el extecladista de Serú Girán era socio. Debido a los reclamos por ruidos molestos, el bar tuvo que cerrar sus puertas y Lucas decoró su casa con los instrumentos que eran de Charly, donde también había cuadros y regalos de fans. “En ese momento me contó que tenía una puerta de un placard por la que le ofrecieron 5000 dólares y yo le pregunté por qué no la vendía. Lucas me respondió que no le gustaba Charly García y que estaba esperando a que se muera porque todos sus recuerdos iban a subir de valor”, mencionó.
Lucas estaba de novio con una chica y al poco tiempo se separaron. Años después, la exnovia le escribió a Mellera para ser su productora. “Empezamos a hablar y me contó que Lucas murió a los 30 años por problemas en los pulmones. Más allá de la tristeza, me vino a la memoria eso de especular con: ‘voy a esperar o dejar para después’. Me hizo replantear muchas cosas internas. Tal vez habría que proyectar un poco menos y hacernos cargo de que la vida es hoy y ahora”, señaló el humorista.
Con respecto a la participación del público en sus shows dijo que pasa muy seguido que la gente se pone en pareja después de un show que los hace reír. Muchas veces alguien del público incluso le pide casamiento a su pareja. “Me parece tremendo y es una responsabilidad increíble y hermosa. A mí me encanta. Muchas veces los caso yo en vivo y robamos un anillo a alguien que se ofrece”, afirmó entre risas.
También recordó otros momentos emotivos. “Una chica de unos 16 años aprovechó el ambiente relajado para contarle a su mamá que era lesbiana. Hubo un segundo de silencio y después el teatro explotó en un aplauso de apoyo”, expresó.
Para el humorista, los límites del humor cambiaron porque la sociedad sufrió alteraciones a lo largo de los años. “En los últimos años aprendimos muchas cosas que tienen que ver con lo que llamamos deconstrucción y creo que ahí es tal vez lo que se piensa en los límites del humor. Creo que lo que cambia es la línea en la cual el comediante tiene que hacer equilibrio entre lo que vale y lo que no”, agregó.
Cree que el humor ayuda a expulsar lo negativo y convertir lo malo y triste en un instante agradable y lleno de alegría.
A continuación podés disfrutar de la charla completa que compartió el humorista y comediante en Aprendemos Juntos 2030, la plataforma del BBVA con contenidos útiles e inspiradores para mejorar la vida de millones de personas de todo el mundo que desde mayo se emiten en forma exclusiva por LA NACION.