Dividir el entrenamiento a lo largo del día aporta varias ventajas, como evitar la fatiga, optimizar el tiempo y mantener el nivel de concentración
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PARA LA NACIONDaniel Tangona
Entrenar dividiendo los planes de entrenamiento a lo largo del día tiene varias ventajas:
- Menor estrés físico y mental porque permite evitar la fatiga excesiva y reduce el riesgo de lesiones.
- El cuerpo tiene más tiempo para recuperarse entre cada una, lo que promueve un rendimiento óptimo.
- Es más probable que las personas se adhieran al programa de entrenamiento a largo plazo.
- Permite adaptarlo mejor a la agenda diaria y a las responsabilidades laborales o personales.
- Se puede mantener un mayor nivel de concentración y enfoque durante cada sesión, lo que puede resultar en un entrenamiento más efectivo.
¿Cómo podría elegir los ejercicios durante el día para no agotarme tanto físicamente?
- Incorporar una variedad de ejercicios que trabajen diferentes grupos musculares para distribuir el esfuerzo de manera equilibrada y evitar la fatiga excesiva en un área específica del cuerpo.
- Alternar entre ejercicios de alta y baja intensidad para permitir que ciertos grupos musculares descansen mientras trabajas otros. Por ejemplo, entre ejercicios de fuerza y de cardio.
- Planificar el día de entrenamiento de manera que los ejercicios más exigentes se realicen en momentos de más energía, como por la mañana o después de un descanso adecuado.
- Asegurarse de incluir suficientes descansos entre sesiones de entrenamiento para permitir que el cuerpo se recupere adecuadamente.
- Prestar atención a las señales del cuerpo y ajustar la programación de entrenamiento según sea necesario.
Para elegir los ejercicios físicos adecuados y disfrutarlos sin agotarse, considerar lo siguiente:
- Optar por actividades que gusten y motiven. Si se disfruta de la naturaleza, probar senderismo o ciclismo. Si gusta la música, considera clases de baile o spinning.
- Escoger ejercicios que se ajusten al nivel actual de la condición física. Comenzar con actividades más suaves e ir aumentando la intensidad gradualmente.
- Elegir una rutina con ejercicios variados para que sea interesante y evitar el aburrimiento. Alternar entre actividades aeróbicas, como correr o nadar, ejercicios de fuerza, como levantamiento de pesas y yoga.
- Prestar atención a las señales del cuerpo y no exigirse demasiado.
Por Daniel Tangona
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