Originaria de Asturias, la sidra natural es fuente de vitaminas, minerales, antioxidantes y probióticos
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Es una de las bebidas más populares para brindar en las fiestas. La sidra natural es sinónimo de festejos: está presente en las mesas navideñas y de fin de año. Su historia y tradición data de tiempos remotos: si bien los registros de su creación son escasos, se estima que se empezó a producir en territorio asturiano, España, debido a la escasez del vino y la cebada, que en ese entonces eran los protagonistas de las festividades. Este tipo de bebidas fermentadas y naturales “suelen tener propiedades que mejoran la salud, sobre todo la digestiva”, comenta Yael Hasbani, Health Coach especialista en Nutrición Holística.
La sidra natural es una bebida de baja graduación alcohólica: su índice varía entre un 2 y 8%. Matías Hallu, maestro destilador y jefe de planta de Destilería Brightfield, explica que se trata de una bebida fermentada que se obtiene a partir de la manzana, alimento que se muele y prensa para obtener un mosto o jugo, el cual “es luego acondicionado y fermentado para que sus azúcares se conviertan en alcohol”, La diferencia principal entre la sidra convencional y la natural, añade el especialista, radica en el método de carbonatación que tiene que ver con la manera en que esta bebida incorpora el gas.
“En el caso de la sidra natural, como indica su nombre, tanto el contenido del gas como el de los azúcares presentes, deben ser obtenidos del mismo jugo de la manzana y no se permite el agregado de azúcares de origen externo”, menciona Hallu. En cambio, “a la sidra tradicional, se le agregan azúcares para aumentar su dulzor y se le inyecta dióxido de carbono para lograr la carbonatación deseada”, ahonda el maestro destilador. Otra diferencia entre ambas bebidas, suma Hallu, es que la sidra natural carece de sales de sulfito, “sustancias muy comúnmente utilizadas en la industria de la sidra y del vino como conservante y que en algunos casos produce fuertes dolores de cabeza para quienes tienen una sensibilidad particular a estas sustancias”.
Desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de la Nación, definen a la sidra natural como una bebida muy extendida por todo el mundo: “Se encuentra en numerosos países de Europa, entre ellos, Alemania, Francia (Calvados), España (Asturias, Cantabria, Galicia y los Países Vascos), Italia (Piemonte), Irlanda, Escocia e Inglaterra”. En América Latina, esta bebida también tiene una gran influencia gracias a los procesos de inmigración. En la Argentina por ejemplo, destaca un informe de esta entidad, la sidra natural se produce sobre todo en las provincias de Río Negro, San Juan y Santa Fé.
Beneficios de la sidra natural
Esta bebida cuenta con varias características y propiedades que potencian la salud de los humanos. Es fuente de múltiples vitaminas, minerales, antioxidantes y probióticos que colaboran en mejorar el sistema inmune, el funcionamiento de las enzimas digestivas y en evitar la oxidación de las células. Si se pone la lupa en sus valores nutricionales, Hasbani detalla que 100 centímetros cúbicos de esta bebida, el equivalente a un vaso chico, posee 47 kilocalorías. Además, “no posee proteínas, grasas y su valor de carbohidratos es muy bajo”, añade la experta.
Una de las características que mejor define a la sidra natural, dice la health coach, son sus propiedades digestivas: “Al ser un producto fermentado, posee probióticos naturales: bacterias benéficas que colaboran con la homeostasis de la microbiota intestinal y mejoran su función”. Sumado a ello, también contiene fibras naturales -devenidas de las manzanas- que colaboran en disminuir el colesterol malo (LDL) y prevenir diversos eventos cardiovasculares, “potenciar el funcionamiento de las enzimas digestivas, estimular el tránsito intestinal y aliviar el posible estreñimiento estomacal”, enumera Hasbani y explica que por este motivo se la suele tomar después de comer a modo de sobremesa, especialmente después de una ingesta de comida copiosa como sucede durante las fiestas.
Otra de las cualidades de esta bebida es su poder antioxidante. Así, ayuda a proteger a las células del organismo de los radicales libres y en consecuencia evita el desarrollo de enfermedades. “La presencia de sustancias antioxidantes, en especial de pectina y de polifenoles entre ellos quercetina, mejoran la salud integral, principalmente la cardiovascular”, señala Hasbani. El aporte de minerales: potasio, zinc y fósforo, y vitaminas C y del complejo B, actúan como aliados para retrasar el envejecimiento celular, regular la presión arterial, mantener en condiciones la salud ósea y de los dientes.
Advertencias de su consumo
Antes de descorchar una botella de sidra natural -que se consigue en dietéticas o tiendas naturales-, se aconseja agitarla boca abajo para diluir su posible sedimento. Por otro lado, se recomienda consumirla fresca a una temperatura que ronde los diez grados, pero atentos: no se debe enfriar en la heladera. La manera correcta de hacerlo según los asturianos es en agua con hielo donde se coloca la botella de manera vertical. Al momento de servirla, lo sugerido es que se ubique en el vaso o copa la cantidad justa que se va a tomar para evitar que pierda sus propiedades, sobre todo las aromáticas.
Consultada acerca de las posibles restricciones del consumo de la sidra natural, Analía Yamaguchi, médica clínica especialista en Nutrición del Hospital Italiano (M.N.:113.614), responde: “Aunque esta bebida sea de carácter natural, se trata de una que contiene alcohol, entonces no hay que creer que se puede tomar de manera ilimitada”, y profundiza: “Mi recomendación es evitar el consumo de bebidas alcohólicas, pero en caso contrario, la porción estándar sugerida tanto de la sidra natural como de los vinos y de la cerveza es de 250 mililitros”. La ingesta desmedida y frecuente de alcohol puede “despertar en las personas enfermedades como el alcoholismo, el hígado graso y la cirrosis”, advierte Yamaguchi.
Por su parte Hasbani coincide y realiza una advertencia final: “Lo mejor es siempre moderar el consumo de bebidas alcohólicas sobre todo las de carácter industrial debido a que pueden contener mayor índice de azúcar y graduación de alcohol”. Pero como la sidra es motivo de festejos y son muchos los que eligen disfrutar de unas copas para brindar a fin de año, la especialista aconseja consumir la de carácter lo más natural posible y preferentemente elaborada de manera artesanal.