La enóloga Susana Balbo inauguró un alojamiento boutique de alta gama con sólo siete spa suites, ubicado en Chacras de Coria, Luján de Cuyo
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“Sé mi invitado”, “Sentíte en casa” y “Viví la experiencia”, son conceptos que engloban hoy a los hospedajes de lujo, una tendencia que se impone en el enoturismo mundial. Y Argentina, no es la excepción, principalmente Mendoza. Así, bajo esta premisa de “Be My Guest”, asoman cada vez más los proyectos inmobiliarios hoteleros vanguardistas y únicos en la tierra “del sol, del buen vino y del conocimiento”, con ammenities y servicios disruptivos y fuera de serie, como masajes relajantes dentro de la habitación y safaris aéreos por la Cordillera de los Andes, entro otros destinos exclusivos.
Al frente de esta movida está hoy la reconocida empresaria bodeguera y primera enóloga del país, Susana Balbo, ex legisladora nacional de Cambiemos, quien acaba de abrir las puertas de una propiedad para sorprender a los huéspedes de todo el mundo, quienes tendrán a mano, de manera exclusiva y privada, vivencias de la cultura vitivinícola y el buen vivir, además del arte de hacedores locales reconocidos internacionalmente.
Se trata de Susana Balbo Winemakers´s House & Spa, un alojamiento boutique de alta gama con sólo siete spa suites, ubicado en Chacras de Coria, Luján de Cuyo. El proyecto fue inaugurado oficialmente este sábado 9 de abril, día de cumpleaños de su creadora. Lo más novedoso de la propuesta: es la única “casa de enólogo” en América Latina que ofrece servicios de wellness “a la carta” totalmente integrados en cada habitación, donde el huésped simplemente elige entre los rituales de bienestar. Además, ya está activa la aventura “Wine Expeditions”, a bordo de un avión anfibio para despegar sin trámites ni preocupaciones y aterrizar en sitios soñados del país, para luego regresar a relajarse en “casa”.
Listas para sorprender
Fue una inauguración cargada de historia y de impronta familiar, donde participaron los exponentes de la industria y las máximas autoridades de la provincia. Así, junto a su hija Ana Lovaglio, licenciada en Administración de Empresas, las Balbo buscan sorprender a quienes las visiten, para convertir la estadía en una oportunidad exclusiva, de disfrute y renovación. “Creé este concepto para que los huéspedes sean recibidos como mis invitados privados. Es una experiencia única, en un solo lugar, con calidad internacional, pero con un toque argentino, muy personal, donde van a encontrar paz y armonía; poder volver al eje. Hay que permitirse soñar y cumplir los sueños”, expresó Balbo a LA NACIÓN, durante la puesta en marcha del espacio. Aprovechar la jornada y pasar una noche, en pareja, tiene un costo promedio de US$900. El hotel, que hizo su pre-opening a comienzos de marzo, ya tiene gran demanda y ocupación, con visitantes internacionales, principalmente de Brasil, Estados Unidos e Inglaterra.
“Es un proyecto único, emocionante, al que cuidamos como a un hijo. Siempre en cada cosa y detalle, está el amor y la calidad, eso nos enseñó mi mamá”, expresó Ana, durante la apertura, que contó con la presencia del gobernador de la provincia Rodolfo Suarez, entre otras autoridades provinciales y nacionales, donde el vino es el elemento que une todo a su paso. “Esto nos inspira para lo que tenemos que hacer en Mendoza. Estos emprendimientos hacen a la marca Mendoza. ”, dijo el mandatario.
Celebrar la vida y trascender
“Mi hija y yo pensamos cuidadosamente en cada detalle para planificar estas suites. Cada uno de ellos tiene un propósito: los nombres, por ejemplo, fueron elegidos a partir de los siete elementos del Árbol de la Vida, una espectacular obra de arte realizada por mi amigo y artista plástico Sergio Roggerone, que ocupa un lugar destacado en la decoración del hotel”, agregó una de las bodegueras y enólogas más reconocidas del mundo, recibida en los años 80 con Diploma de Honor y Medalla de Oro, quien, por otra parte, en 2018 decidió renunciar a su banca de diputada nacional para dedicarse 100% a su labor como presidente del Woman 20, el grupo de afinidad del G20 dedicado al empoderamiento de la mujer. Curiosamente, sus inicios como enóloga, en una industria mendocina dominada por hombres, los hizo en Cafayate, Salta, ante las dificultades para insertarse en el mercado, llegando a ser una de las referentes del vino torrontés.
En 1999, luego de pasar décadas brindando asesoramiento de empresas nacionales e internacionales del sector vitivinícola, la empresaria decidió llevar a cabo su sueño de tener una bodega propia y creó Susana Balbo Wines, en el corazón de Luján de Cuyo, junto con José, su hijo enólogo, haciendo foco en los mercados internacionales, donde hoy se despacha la gran mayoría de su premiada producción, entre ellos la cepa emblemática Malbec. Además, Balbo fue tres veces presidente de Wine of Argentina, la entidad que promociona los caldos argentinos en el exterior.
Las suites, una por una
Así, cada una de las siete habitaciones exclusivas está cargada de simbolismo, en base a elementos clave en la historia de vida de su anfitriona, tanto en el diseño interior como en las obras de arte y en la personalidad de los recintos.
Por caso, la suite “Origen” se inspira en las raíces del Árbol de la Vida; la suite “Coraje”, como el tallo del árbol, representa el sostén de la vida; la suite “Huella”, simbolizada por las ramas, expresa la marca que dejamos en el mundo, cuenta Balbo. En tanto, la suite “Legado” se inspiró en las flores mientras que la suite “Nosotros”, en las aves, que representan a las personas importantes en la vida de las personas. Por último, la suite “Audacia”, se refiere a los frutos que representan los logros de la vida, y “Temple” hace referencia a los parásitos, con el fin de soltar para seguir adelante.
En cada espacio particular, los huéspedes cuentan con salón, terraza, jardín privado, gran bañera con un diseño ergonómico único, ducha de sensaciones, tumbonas climatizadas y chimenea exterior. Cuatro de las suites son aún más especiales y ofrecen un sauna seco.
Desde una cava hasta un avión anfibio
Asimismo, se puede acceder a una cava con los mejores vinos del país seleccionados por Balbo, además de disfrutar de áreas comunes como el bar, la piscina, la sala de degustaciones y el restaurante. Pero, hay otro elemento distintivo en la propuesta, que la hace ultra-premium: safaris aéreos en un exclusivo avión anfibio, único en América Latina, operado por Vision Air VIP, empresa que forma parte de Susana Balbo Family Group, que permite a los huéspedes explorar las maravillas naturales del país.
Así, con los “Wine Expeditions”, el invitado se despierta en Mendoza, pasa el día sobrevolando un destino emblemático de la Argentina, como la Cordillera de los Andes, Cafayate, Esteros del Iberá o la Patagonia, y vuelve a dormir a la tierra del buen vino, con una copa en mano en su spa suite. También, puede optar por quedarse un par de días en el destino, para vivir más experiencias únicas, antes de regresar al punto de partida.
Cada vez más alto
Así, los huéspedes no sólo tienen a mano los más diversos novedosos servicios dentro del hotel sino otras actividades al aire libre, comandadas por un Experience Manager, que también les organiza cabalgatas, navegación o bicicleteadas por los caminos del vino. De ahí, que no sólo pueden visitar la bodega de Susana, sino los principales establecimientos de la provincia. También, al estar en el corazón de Chacras, están a pasos de una oferta gastronómica del alto nivel.
“Es un logro para Mendoza seguir creciendo en la oferta internacional de propuestas para vivir la experiencia”, contó Nora Vicario, ministra de Turismo de Mendoza, quien puso en valor las iniciativas turísticas para todos los públicos, pero destacando la decena de emprendimientos de alta gama que conviven en tierra cuyana, con ideas y servicios cada vez más innovadores.
Para las autoridades mendocinas, el turismo es uno de los caminos principales para la recuperación y para el crecimiento en los próximos años. Junto al vino, son emblemas de Mendoza y de todo el país, para potenciar la cultura, los productos, la generación de empleo y la reactivación económica. Así, la provincia cuyana ya representa más del 92% de los ingresos por exportación de vino a nivel nacional y, a su vez, encabeza el crecimiento exponencial que ha tenido el turismo del vino.
El enoturismo pasó de vincularse a propuestas recreativas en las bodegas, a ser toda una actividad económica en sí misma, que genera un impacto multiplicador para las economías locales, provinciales y regionales en su conjunto, indican los especialistas del sector. “Este proyecto aporta una visión estratégica de vanguardia al enoturismo de Mendoza para atraer un turismo de muy alto perfil a nuestra provincia y país”, concluyó la ministra.
En números, la provincia de Mendoza posee 800 bodegas de las cuales 175 bodegas están abiertas al turismo. Además, las enoturísticas ofrecen una gran cantidad de servicios: el 50% tiene espacios gastronómicos y el 71% de las bodegas que ofrece enoturismo son pequeñas, teniendo en cuenta su producción total de vinos. El enoturismo genera el 40 por ciento del empleo local de la localidad en donde se instala el establecimiento. Así, se observa el peso que tiene el turismo para los distintos niveles de proyectos vitivinícolas.