Los fanáticos del ejercicio confían en las ventajas de entrenar en climas húmedos; la manera inteligente y segura para disfrutarlo al máximo
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Cuando el cielo se cierra, la mayoría de las personas corren a refugiarse. Aunque algunas también lo hacen por diversión.
Los beneficios de hacer ejercicio bajo la lluvia, sea trotar, caminar o entrenar la fuerza, por lo general son más fuertes que las excusas, dicen los expertos. En estos casos es necesario ser estratégico en tu entrenamiento y forma de pensar.
“Aprender a superar obstáculos, tanto mentales como físicos, es clave para el entrenamiento atlético”, dijo Trisha Steidl, entrenadora de atletismo para aspirantes a los Juegos Olímpicos en el estado de Washington y presidenta del Seattle Running Club. Y agregó: “Estar en condiciones desagradables es una manera fantástica de sentirse cómodo estando incómodo”.
Ya sea que estés intrigado por el desafío de un entrenamiento en mojado o simplemente quieras cumplir con tu plan de ejercicio al aire libre sin importar el pronóstico, a continuación te explicamos por qué y cómo entrenar bajo la lluvia.
Por qué hacer ejercicio en un clima húmedo
No hay mucha investigación científica acerca de hacer ejercicio con un clima hostil, pero los expertos dicen que se pueden inferir algunos beneficios. Para empezar, “transitar por un camino resbaladizo y e inundado requiere agilidad y concentración, como también el desarrollo de la fuerza y el equilibrio dado que se ponen a prueba músculos que normalmente no usás”, dijo Ben Fung, fisioterapeuta de San Diego a quien le gusta rucking: caminar a un ritmo rápido mientras cargás peso, bajo la lluvia.
“No es un ambiente controlado, por lo que te preparará mejor para otros desafíos físicos que si solo entrenás en un gimnasio”, comentó el experto.
"Estar en condiciones desagradables es una manera fantástica de sentirse cómodo estando incómodo"
Trisha Steidl, entrenadora
“Hacer ejercicio con otras personas en un clima terrible también es una excelente manera de crear vínculos”, contó Ben Delaney, director de programas de entrenamiento de New York Road Runners.
Y no, “hacer ejercicio bajo la lluvia no aumenta las probabilidades de resfriarse”, afirmó la Dra. Cindy Lin, profesora de medicina deportiva del Centro Médico de la Universidad de Washington: “Por el contrario, hay evidencia de que el ejercicio de intensidad moderada, ya sea bajo la lluvia o en días de sol, fortalece nuestro sistema inmunológico”.
Cómo aprovecharlo al máximo
Usar el equipo adecuado
Los expertos recomiendan vestirse en capas para mantenerse abrigado y seco. “Comenzá con una capa base de tela que absorba la humedad para ayudar a que el sudor se evapore”, dijo Jillian Sestoso, directora de expediciones al aire libre de Outsiders, un club social con sede en Nueva York que ofrece caminatas en grupo, carreras y otras actividades. “Mi capa base favorita es la lana merino, la uso durante todo el año”, dijo.
Completarlo con una capa exterior repelente al agua, idealmente una campera con capucha. “La clave es encontrar una prenda que te proteja de la humedad exterior (lluvia) y al mismo tiempo libere el sudor que produce tu cuerpo”, dijo Lex Overholt, diseñador senior de ropa exterior de REI.
Y añadió que si vas a realizar una caminata fácil, donde la lluvia será mayor que el sudor, una chaqueta impermeable de tres capas que tenga la capacidad de liberar la transpiración, puede ser lo más cómodo”, añadió el diseñador.
Durante el ejercicio más vigoroso, probablemente es mejor usar una capa exterior más ligera: una campera sencilla y resistente al agua podría funcionar bien. “Incluso con mi mejor impermeable Gore-Tex, si estás sudando mucho, será bastante asqueroso estar ahí dentro”. Una de las características más efectivas de las camperas para mantenerse fresco es cuando tienen cierres en la zona de las axilas.
También se recomienda usar una visera para evitar que el agua entre a los ojos. Sumado a ello se sugiere vestir con alguna prenda de color brillante para que los conductores puedan verte.
“Elegí zapatos con suelas texturizadas para mayor tracción y evitá los que tengan suelas desgastadas dado que pueden provocar resbalones”, advirtió Delaney. Y sugirió rellenar las zapatillas con papel de diario al finalizar un entrenamiento para que se sequen más rápido.
Si bien algunos expertos recomendaron zapatos impermeables, otros dijeron que el agua tiende a acumularse en su interior. Aun así, todos coincidieron en que las medias de lana merino eran la mejor manera de mantener los pies calientes y cómodos.
Hacer ejercicio bajo la lluvia puede aumentar el riesgo de rozaduras, por lo que los especialistas recomiendan cubrir las partes del cuerpo que tienden a rozarse entre sí (como los muslos) con un bálsamo como Body Glide antes de salir a entrenar.
Aprovechar el entorno
Los expertos aconsejaron abandonar las calles de la ciudad por un parque, si es posible. “Los árboles son un paraguas natural”, dijo Sestoso.
Intentá hacer ejercicio en superficies pavimentadas y evitá moverte rápido por la zonas de pasto, barro u hojas porque pueden estar resbaladizas. Por otro lado considerá a los charcos como una carrera de obstáculos natural: moverse alrededor de ellos puede “aumentar el equilibrio, la agilidad y ayudar a trabajar las fibras musculares de contracción rápida”, dijo el Dr. Fung.
No olvidarse de beber líquidos
“Incluso si estás empapado, aun necesitás hidratarte para compensar el líquido que tu cuerpo está perdiendo”, mencionó N’Namdi Nelson, fisiólogo del ejercicio en el Centro de Rendimiento Deportivo Langone de la Universidad de Nueva York.
“Cuando llueve, es mucho más difícil evaluar la cantidad de sudor que estás emitiendo”, dijo Nelson. Por esta razón “asegurate de beber líquidos antes, durante y después de hacer ejercicio al igual que como lo harías en un clima más seco, pero no te excedas”, advirtió el experto.
Saber cuándo entrar
“Quedate en casa si existe un alto riesgo de tormentas eléctricas y rayos o si hay vientos fuertes que pueden llegar a derribar cables y ramas de árboles”, comentó Sestoso. Por último, también recomendó tener una toalla y una muda de ropa seca en el auto para calentarse después de la aventura lluviosa.
Por Danielle Friedman