La nocturia afecta a gran parte de la población adulta; especialistas revelan sus causas y soluciones
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Levantarse reiteradas veces durante la noche para ir al baño es una situación que ocurre con mayor frecuencia en los adultos mayores. Esta condición se llama nocturia y si bien a veces aparece como un hecho aislado, cuando se convierte en un hábito hay que encender las alarmas porque puede causar un desorden en la calidad del descanso. “Las idas al baño pueden provocar un sueño fragmentado, somnolencia diurna excesiva y un riesgo elevado de caídas peligrosas”, describen desde la Fundación del Sueño de los Estados Unidos.
Esta condición implica salir de la cama ante una inminente necesidad de micción. Y aunque no se trata de una enfermedad en sí, puede ser un síntoma de alguna otra patología, mencionan en un informe de la Fundación del Sueño.
Específicamente se puede decir que una persona padece nocturia cuando se levanta al menos dos veces por noche y de manera periódica. Datos de la institución americana mencionada, estiman que este cuadro está muy extendido en el mundo y perturba a alrededor del 40% de hombres y mujeres entre los 18 y 79 años aunque se da con mayor frecuencia “a medida que se envejece”, cuenta María Belén Maza, uróloga especialista en urodinamia y disfunciones miccionales (M.N: 146060).
A simple vista, esta clase de despertares no parecería ser un problema mayor e incluso para muchos no es motivo de preocupación, pero la realidad, comenta Stella Valiensi, médica neuróloga del Hospital Italiano y presidente de la Asociación Argentina de Medicina del Sueño, es que a largo plazo la nocturia tiene algunos riesgos. “Levantarse varias veces en una misma noche disminuye la calidad del descanso y puede ocasionar somnolencia, cambios en el estado de ánimo y falta de concentración al día siguiente”, comenta la especialista.
Sumado a ello, un informe de la Universidad de Harvard también enumera una serie de consecuencias que podrían ocasionarse por dormir mal: “Aumenta el riesgo de padecer hipertensión, obesidad, enfermedades cardíacas, diabetes y deterioro cognitivo”. Pero por sobre todo, indican desde la prestigiosa casa de estudios, durante la caminata nocturna al baño, se multiplican las chances de caerse y lastimarse.
Nocturia: causas multifactoriales
Las reiteradas visitas por la noche al baño tienen varios desencadenantes. Por un lado están asociadas al estilo de vida de cada persona, por el otro, a la presencia de distintas patologías. Maza divide las causas en dos grandes grupos. Al primero lo define como uno de orígen urológico y explica que tiene que ver con una disminución en la capacidad de la vejiga, una condición que suele darse por ejemplo, cuando este órgano “es hiperactivo, tiene una irritación prostática o por la edad”. En segundo lugar se puede deber a un motivo no urológico conocido como poliuria nocturna “en donde el organismo genera mayor producción de orina debido a la presencia de patologías tales como diabetes, alteraciones farmacológicas, problemas circulatorios o endocrinólogos”, ahonda Maza.
Las mujeres embarazadas que están transitando el tercer trimestre de gestación, menciona Valiensi, son consideradas uno de los grupos poblacionales con mayor predisposición a sufrir la urgencia de ir al baño. Esto se debe a que el peso del bebé presiona la vejiga y no solo provoca ganas de orinar sino que también aumenta su producción.
En el extremo opuesto, aquellas que ya entraron en la menopausia, Valiensi comenta que también pueden sufrir nocturia. En cuanto a los hombres, Maza añade que los más vulnerables a levantarse reiteradas veces por noche son los que padecen problemas de próstata.
Sumado a ello, la uróloga agrega que el consumo de ciertos medicamentos también puede aumentar la producción de orina. Entre ellos, menciona los diuréticos destinados a tratar la retención de líquidos, los antidepresivos y los remedios para controlar la hipertensión arterial.”
El estilo de vida y los hábitos que se realizan antes de ir a dormir repercutirán durante la noche. Así lo definió un informe de la Universidad de Harvard donde Michael O´Leary, médico urólogo de esta casa de estudios en asociación con Brigham and Women´s Hospital, expuso: “Puede pasar que tomes bebidas con cafeína muy tarde en el día, por lo que los riñones aumentarán la fabricación de orina. Otro motivo es que bebas demasiada cantidad de líquido antes de acostarte”, advierte el experto y detalla que a mucha gente le resulta más eficiente producir orina mientras están recostados que cuando están sentados o parados.
Diagnóstico y tratamiento
Frente a la sospecha de tener nocturia, Maza explica que el primer paso es consultar con un profesional de la salud quién evaluará a la persona de manera integral para identificar la causa. “Por lo general indicamos hacer una ecografía de vejiga y solicitamos un diario de micciones donde le pedimos al paciente que lleve un recuento de la hora a la que se acuesta, cuánto líquido tomó antes de acostarse y cuántas veces se levantó para orinar”, especifica Maza. Además, cuenta que se les solicita un exámen físico, se analizan los antecedentes de otras enfermedades y se hace un registro de todas las medicaciones que se toman “porque muchas de ellas generan nocturia”.
Con el diagnóstico en mano, “se pueden implementar los cambios”, dice Maza. De acuerdo al tipo de causa, aclara la experta, se aconsejará hacer modificaciones en el estilo de vida o se atacará la causa con medicamentos correspondientes para tratar la patología condescendiente. “Cada caso es individual y deberá ser tratado de forma personalizada por un especialista”, advierte la uróloga.
Claves para evitar la nocturia
La buena noticia es que si la nocturia no se remite a ninguna patología de base, se pueden tomar algunos recaudos para evitar la producción de orina excesiva por la noche y lograr dormir de un tirón. En estos casos, las expertas consultadas coinciden en que el punto de partida tiene que ver con los hábitos que se adoptan durante el día y en especial antes de irse a dormir.
- Disminuir la ingesta de líquidos alrededor de cuatro horas antes de acostarse es sin dudas uno de los aspectos que más destacan las expertas.
- El alcohol y la cafeína son dos de los principales enemigos de la nocturia por su poder diurético y por esto se aconsejan evitar sobre todo durante la tarde y la noche.
Por otro lado, señala Maza, quienes padecen retención de líquidos, “podrían levantar las piernas dos horas antes de irse a la cama”. También sugiere evitar cenas líquidas como sopas y priorizar las comidas sólidas; en ocasiones, “se plantea modificar los horarios de los tratamientos médicos para minimizar sus efectos”, ahonda la médica.
En última instancia, desde la Fundación del Sueño recomiendan no descuidar su higiene y brindan consejos:
- Mantener horarios regulares para acostarse y levantarse, incluso respetarlos durante el fin de semana
- Realizar actividad física a diario para fomentar el cansancio
- Utilizar ropa de cama y almohadas confortables y limpias
- Mantener fresca y oscura la habitación y en lo posible, con la menor intervención de ruidos
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