Es un tesoro gastronómico, difícil de conseguir pero está repleto de propiedades y beneficios para la salud; llama la atención por su colorido y sabor dulce
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La fruta del dragón o pitahaya es una de las perlas dentro de la familia de las frutas exóticas. Menos conocida que el mango o la papaya, de a poco, conquista los paladares de todo el mundo y se hace un lugar en la cocina, no solo por su atractivo físico, sabor y aroma, sino también por ser fuente de innumerables propiedades beneficiosas para la salud. En los últimos años, la explosión de estos alimentos menos populares vino de la mano de un estilo de vida saludable donde la alimentación juega un rol clave.
Considerado un tesoro gastronómico, la pitahaya pertenece a la familia de una planta llamada Cactaceae, un tipo de cactus suculento que resiste las sequías y que es originario de zonas tropicales: sus primeros registros datan de América, específicamente de Perú, México y Nicaragua. Precisamente se trata de un fruto que tiene forma de ovoide y mide diez centímetros de largo por seis de ancho y que llama la atención por sus colores intensos y vibrantes.
Desde la Clínica Cleveland, una entidad que se dedica a la investigación y divulgación de contenido científico y médico, la describen como una fruta sabrosa, que posee una pulpa dulce y blanda repleta de pequeñas semillas negras. Además, detallan que viene en distintos tamaños y formatos: la más conocida es la que posee piel rosa y pulpa blanca, aunque su sabor no es del todo dulce. Por otro lado, existe una variedad que tiene cobertura rosa y pulpa roja; otra cuya cobertura también es rosada, pero su interior violeta y, la versión más difícil de conseguir, es la de cáscara amarilla y pulpa blanca.
Su nombre hace alusión a las grandes escamas que recubren su cáscara y que se asemejan a la piel de un reptil.
¿Cuáles son los beneficios de consumir pitahaya?
Analía Yamaguchi, médica clínica especialista en Nutrición del Hospital Italiano, describe a la pitahaya como una fruta noble y completa no solo por la cantidad de nutrientes que aloja sino también por su composición: casi un 80% es agua. De acuerdo al portal Medical News Today, su aporte calórico es bajo: 100 gramos de esta fruta tiene aproximadamente 60 calorías, 12,94 gramos de carbohidratos; 7,65 gramos de azúcar y, no posee índices de colesterol ni grasas.
En relación a los macronutrientes, se destaca la fibra: cada 100 gramos de fruta se encuentran 2,9 gramos de fibra, necesaria para estimular la salud cardiovascular y gastrointestinal. En términos de Yamaguchi, “colabora en la motilidad del intestino, la digestión y, mejora y regula el desarrollo y la vitalidad de la microbiota”. En este sentido y en palabras de la Clínica Cleveland, “la fruta del dragón contiene prebióticos que favorecen el crecimiento de lactobacilos y bifidobacterias probióticos necesarios para cuidar la salud del colon.
Para Gabriel Crincoli, licenciado en Nutrición y miembro del equipo de cirugía bariátrica y metabólica del Hospital Fundación Favaloro (M.N: 1645), la fibra también ayuda a nivelar el colesterol malo (LDL) y la glucosa en sangre. Así, “se protege el sistema cardiovascular y se previene el desarrollo de enfermedades crónicas”, añade el nutricionista.
La presencia de múltiples micronutrientes también catalogan a la pitahaya como una fruta emblemática. Tal como dice Yamaguchi, es fuente de vitamina C: se calcula que cada 100 gramos de este alimento, se encuentran 25 miligramos de vitamina C, “importante para prevenir la anemia”, especifica la nutricionista.
Al respecto, recomienda consumir una fruta rica en este nutriente de postre, sobre todo después de haber comido un alimento con hierro debido a que esta vitamina ayuda a que el organismo lo absorba mejor. Y esto es especialmente importante “en personas anémicas, vegetarianas o veganas”, destaca la nutricionista. Sumado a ello, Lucila Rosso, licenciada en Nutrición (M.N: 9757), explica que otras de las ventajas de la vitamina C es que “ayuda a estimular el sistema inmunológico y combatir los radicales libres que son compuestos tóxicos que se acumulan en el cuerpo y que en cantidad pueden provocar el desarrollo de enfermedades”.
En relación a los minerales, es fuente de calcio, “que colabora en prevenir la osteoporosis”, comenta Yamaguchi. Y ello se debe a que “fortifica y mantiene vitales los huesos y dientes y, a que colabora en la contracción muscular y en la circulación de la sangre a través de los vasos sanguíneos”, añade Crincoli. También es rica en hierro, que se encarga de transportar y almacenar el oxígeno en el cuerpo y de participar en la constitución de la hemoglobina o glóbulos rojos. El fósforo es otro de los nutrientes presentes en la pitahaya, cuya función es colaborar en la producción y reparación de células y tejidos.
Es rica en antioxidantes como los flavonoides, los polifenoles y las betalaínas, pigmentos naturales que tienen las plantas y que protegen a las células de la polución ambiental y de los radicales libres.
¿Cómo se consume la fruta del dragón?
Esta fruta se consume cruda y para saber si está madura, hay un secreto: al igual que por ejemplo una manzana, se debe presionar sutilmente su cáscara con la yema de los dedos. El punto justo es que esté suave, pero no del todo blanda. A la hora de conservarla, se recomienda hacerlo en un lugar fresco, seco y oscuro para evitar que los golpes de calor y las corrientes de aire la humedezcan. Por el contrario, guardarla en la heladera solo se aconseja hacerlo durante unos minutos en caso de que se la quiera consumir bien fría.
Para ingerirla, los pasos son muy parecidos a los del kiwi: una opción es cortarla a la mitad y extraer la pulpa y las semillas con una cuchara y comerla tal cual está; otra alternativa es pelarla y cortarla en rodajas, las que se pueden añadir a un yogur, ensalada o bebida. Algunos también la utilizan para hacer smoothies o dado su atractivo, para decorar tortas. Por su parte, para Yamaguchi, al ser una fruta repleta de propiedades beneficiosas para la salud, “es muy buena para incorporar como colación a lo largo del día y reemplazar alimentos industrializados”.
Tal como señala la especialista, la pitahaya tiene que ver con una fruta noble “que se recomienda sumar a la alimentación diaria para aumentar y variar la ingesta de nutrientes”. Consultada acerca de cuál es la cantidad estipulada de consumo, puntualiza: “En vez de contar las calorías de los alimentos se deberían contar los nutrientes. Lo ideal, y si bien puede variar de acuerdo al peso, altura y requerimientos de cada persona, es comer tres frutas por día. De lo contrario, cuando de manera repetida alguien se excede de esta cantidad, puede pasar que aquella cuarta fruta, se transforme en azúcar, y que a largo plazo genere diabetes o se transforme en colesterol”. Por esta razón, hay que estar atentos ya que si bien la fruta del dragón no posee índices de colesterol, cuando se la consume en exceso “la fructuosa se convierte en grasa y luego en colesterol”, específica Yamaguchi.
Este alimento exótico se puede conseguir en el barrio Chino de Belgrano. Su producción tiene lugar en la provincia de Jujuy durante los meses de verano. De a poco llama la atención de personas adeptas a un estilo de vida saludable, foodies, chefs y bartenders quienes la comienzan a incorporar a sus platos e infusiones para realzar sabores, aromas y sumar distintos nutrientes.
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