En un mundo lleno de estímulos, poder concentrarse, no es nada fácil; expertos, cuentan cómo lograrlo a través de hábitos saludables y mencionan los diez productos predilectos
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Concentrarse, hoy en día no es fácil. Arrancar y terminar una tarea con éxito y sin distracciones, es casi una misión imposible. En un mundo lleno de estímulos, redes sociales, pantallas y demandas de todo tipo, lograr enfocarse en una sola actividad resulta complejo. Sin embargo, frente a este caótico panorama, hay algunas prácticas que se pueden adoptar, que ayudan a contrarrestar esta situación. La forma de alimentarse es una de ellas.
Gabriel Lapman, nefrólogo, médico cardiólogo y autor del libro “Reset, medicina del estilo de vida”, comenta que la comida funciona como un remedio, siempre y cuando se de dentro de un contexto de hábitos saludables. “La alimentación puede nutrir o dañar el organismo e incide en la calidad de vida y el desempeño de las personas ya que, les provee o les quita la energía”, explica el especialista. En este sentido, si una cosa está clara, es que el rendimiento de cada uno estará influenciado por la manera en que se alimenta.
Según el médico, existe la siguiente lógica: “El alimento funciona como el combustible del cerebro y es el encargado de brindar una buena salud neurológica. Entonces, nutrirlo correctamente, hará que la persona se sienta vital y pueda afrontar todo lo que tenga que hacer enfocado y con energía”, resalta.
En este camino, para recuperar la concentración, Lapman, explica que el secreto está en consumir alimentos variados que provean todo lo que el organismo necesita, especialmente los que contienen vitamina B12, antioxidantes, fósforo y omega 3. Para ello, especifica que es necesario dejar de lado una serie de productos como en el caso de los ultraprocesados, las harinas refinadas, los azúcares y las grasas saturadas. Y las razones, tienen que ver con que pueden causar malestares, por ejemplo, dolor de cabeza, estomacales o somnolencia “que le quitan la vitalidad a la persona y por ende le causan distracción y déficit de atención”, detalla Lapman.
Pero esto fue recién el comienzo. En paralelo, Analía Yamaguchi, médica clínica especialista en nutrición del Hospital Italiano, explica que para alcanzar el éxito, también hay que seguir una serie de pautas conductuales. “Respetar la ingesta de las cuatro comidas diarias es fundamental porque si no, el cerebro se va quedando sin combustible para pensar”, explica. En este proceso, el desayuno se transforma en el jugador estrella, entendido como el primer sacudón de energía que se tendrá en el día.
Ahora bien, “el cerebro es un órgano que consume aproximadamente el 20% de la energía de nuestro organismo”, detalla Yamaguchi, por ende, la nutrición saludable se vuelve un imperativo. Para que un plato esté completo tiene que tener “50% de verduras, 25% de almidones y 25% de proteínas, adecuándose a los gustos de cada individuo”, aclara la nutricionista y hace hincapié en la importancia de no descuidar la ingesta de frutas y sobre todo, de mantener una buena hidratación a base de agua.
Otro punto importante para mantener la salud del cerebro se relaciona con la prevención de distintos factores de riesgo. Para Yamaguchi, es fundamental mantener una buena presión arterial, que los niveles de glucemia estén en rangos normales, disminuir el estrés, siempre y cuando se pueda, y tener el colesterol bajo porque “todo esto protege los vasos sanguíneos, que son las arterías que llevan el oxígeno al cerebro y que en su defecto, se pueden llegar a tapar”.
Con todo el escenario dilucidado, los especialistas consultados recomiendan diez productos que potencian la concentración y aclaran que todo debe ser consumido en su justa medida. De todas maneras, es importante resaltar que una buena alimentación debe ir de la mano de otros hábitos bajo la premisa del buen descanso, la actividad física y una vida donde las pantallas no se excedan del tiempo promedio.