Próximos a Orlando, en plena naturaleza agreste, se puede elegir manantiales entre cenotes en cavernas, especiales para buzos certificados, hasta springs a cielo abierto con agua cristalina para nadar
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MIAMI.- El centro de Florida es famoso por sus parques temáticos, donde el hombre ha creado hasta un safari. Sin embargo, unas de las joyas más valiosas de la península están incluso a minutos de estos mundos de fantasía. Son absolutamente naturales, agrestes e incluso recónditos y encubiertos: los increíbles manantiales de agua dulce.
Desde pequeños cenotes, apenas perceptibles, conocidos por los exploradores de los bosques profundos, hasta gigantescos manantiales capaces de bombear millones de litros de agua al día, suficiente para alimentar un río importante.
En la península hay más de 700 fuentes naturales de agua que se encuentran entre las mayores maravillas del mundo. Muchos ofrecen hacer natación, snorkeling, buceo, canotaje y tubing en aguas con una temperatura promedio de 22ºC todo el año. Los hay con sinuosas cuevas submarinas populares entre los buceadores, o inmensas lagunas a cielo abierto con agua cristalina y ríos o cascadas. La mayoría ofrece sitios para acampar, y algunos también cabañas.
Una visita de unas pocas horas a cualquiera de las burbujeantes maravillas de Florida puede revelar una composición viva de su vida silvestre. Las criaturas que se ven con frecuencia incluyen manatíes, nutrias, tortugas, y hasta quizá caimanes.
Los primeros humanos se reunían en los manantiales donde se alimentaban de mastodontes, mamuts, perezosos terrestres, armadillos gigantes y castores. Hoy en día, los buzos a veces encuentran huesos y dientes, así como herramientas de la edad de piedra, de esta época olvidada. Aquí un listado de cinco imperdibles para escapar de un día de parque.
Blue Springs. Por estar a sólo 45 minutos de Orlando puede ser una escapada por el día. La entrada cuesta US$ 6 por auto. Durante la temporada de invierno (noviembre a marzo), el manantial está cerrado para nadar, ya que actúa como un refugio de manatíes, pero se pueden alquilar kayaks o hacer tours en lancha. Si tiene suerte, a veces nadan aquí también durante la temporada baja.
El mayor atractivo de Blue Springs, con agua cristalina en 22 grados todo el año, es la posibilidad de ver tantos manatíes juntos. Dependen del agua tibia para sobrevivir, ya que no pueden tolerar temperaturas del agua inferiores a 20 grados durante largos períodos de tiempo. La cantidad que visita el parque ha aumentado significativamente, de unos 36 animales en 1970, a más de 700 en 2023, lo que atrae turistas de todo el mundo. El agua es cristalina, y se los ve en detalle desde la pasarela que llega hasta el manantial.
En el verano se puede ir a nadar, hacer snorkeling, buceo, tubing (se rentan los inflables en US$6 la hora), o alquilar paddleboard (US$22 la hora). En este spring el agua es de color verde esmeralda. Además de las “vacas marinas”, los peces abundan en primavera y atraen a una variedad de aves. También se puede acampar (US$24 la noche) con agua corriente y electricidad, o alquilar cabañas (promedio de US$95 la noche).
En el verano cada día alcanza su capacidad completa. Es recomendable llegar cerca de las 8 de la mañana para asegurarse la entrada.
Para los más expertos debajo del agua, el spring tiene una rajadura en el fondo, con una cueva que desciende 36 metros. Al borde del pozo de agua, un cartel indica que puede haber cocodrilos. “Usualmente comen peces, tortugas y animales pequeños. Los aligatores pueden atacar humanos”, se cubre el parque, y da un número de teléfono para llamar en caso de ver uno. A pasos, el ingreso al agua, si es que todavía se sigue con ganas…
Ginnie Springs. Es privado y por ende su entrada es un poco más cara que los parques públicos (de US$15 a US$20 según baja o alta temporada), aunque también es uno de los springs más lindos, con agua turquesa. Se ubica dos horas al norte de Orlando. Tiene siete piletas naturales para hacer natación, buceo y snorkeling. Durante el verano es un destino muy popular. En cada uno de los manantiales, hay decks de madera y escaleras sólidas con barandas para ingresar al agua.
El spring es ideal para acampar (US$25 por persona), hay sitios agrestes dispersos a lo largo de 80 hectáreas arboladas con panorámicas frente al río y los piletones. Pero también hay 123 lugares para acampar con agua y electricidad justo enfrente de Ginnie’s General Store que deben reservarse con al menos 48 horas de anticipación. La mayoría de estos lugares tiene una parrilla y una mesa de picnic, pero a diferencia de los otros más naturales, ninguno está ubicado junto al agua.
Otra de las opciones más buscadas en Ginnie Springs es el buceo, que se paga aparte. El Sistema Devil’s Spring es el hogar de tres manantiales separados: Devil’s Eye, Devil’s Ear y Little Devil, que en conjunto producen casi 300 millones de litros de agua al día. Cualquier nadador improvisado puede meterse en dichos pozos y disfrutar la claridad del agua a la altura de la superficie. Pero sólo los buzos certificados de cavernas o cuevas puedan ingresar en las grietas del sistema, obligatoriamente con luces de buceo.
Pequeño Diablo tiene una fractura de 1,20 metros de ancho, 15 metros de largo y casi la misma profundidad. Los buzos que desciendan al fondo de esta grieta serán recompensados con una vista impresionante mientras miran hacia el cielo: dicen que desde el fondo se puede mirar hacia arriba a través del agua clara y contar las hojas de los árboles.
El Ojo del Diablo por fuera es un manantial igual a otro pero tiene en la base una abertura redonda, de 6 metros de ancho e igualmente profunda. Es una entrada en una pequeña caverna intrincadamente decorada. Los buzos certificados pueden ingresar a la caverna y explorar hasta el límite de lo que pueden ver, utilizando la luz solar disponible.
Devil’s Ear (el oído del diablo) es un manantial muy particular, ya que se junta con el río Santa Fe. Por arriba, el agua es muy oscura color café, pero al penetrar hacia abajo se puede ver cómo se va tornando cristalina, un efecto único. El fondo tiene grietas que invitan a buzos experimentados a recorrerlas. Por besarse con el río Santa Fé, es rico en peces de todas las especies y tortugas marinas.
Devil’s Den. Ubicado a menos de una hora de Ginnie Springs y menos de dos horas de los parques de Orlando, la característica que hace única a Devil’s Den es que es un cenote subterráneo. El más prehistórico de los manantiales de Florida es una joya escondida en un lugar perfecto para snorkelers y sobretodo buceadores, que descubrirán antiguas formaciones rocosas con estalactitas y yacimientos de fósiles que datan de hace 33 millones de años. Los visitantes bajan una escalera de madera hacia una caverna que parece abrirse a otro mundo.
Para hacer snorkeling (US$18 a US$25 los fines de semana) hay que ser mayor de 6 años, y los menores de 18 deben ingresar con un adulto. No hace falta tener ninguna certificación, pero sólo se puede descender hasta los 2,5 metros.
Los buzos (US$38) pueden bajar en cambio hasta 16 metros de profundidad para mirar a través del agua cristalina que siempre tiene 22 grados centígrados de temperatura.
Los terrenos de Devil’s Den también cuentan con cuatro hermosas cabañas equipadas hasta con microondas (US$160 la noche, US$140 dos noches, US$ 115 por más noches); 32 sitios para casas rodantes (US$ 45 la noche) con electricidad, agua y descarga; y espacios para carpa con electricidad y agua (US$ 22 por persona), parrillas de carbón y mesas de picnic.
Por ser subterráneo, Devil’s Den es uno de los manantiales de natación más misteriosos de Florida, y el único 100% libre de caimanes.
Rock Springs en el Kelly Park. Está a sólo 40 minutos de Disney. Es un cenote por momentos virgen, donde hay que ingresar pisando las piedras que se sumergen de golpe. En otra punta en cambio, una playa artificial al lado del agua revela que ha sido modificada por el hombre. El spring tiene un área grande para nadar con agua turquesa y cristalina y no es demasiado profundo, lo que representa un lugar ideal para chicos. También cuenta con un sector para acampar con electricidad, agua, mesas de picnic y juegos infantiles.
En verano hay que llegar a las 7 de la mañana ya que se llena rápido. Si lo hace, comience en el primer manantial donde hay dientes de tiburones prehistóricos.
Kelly Park bombea 26.000 galones de agua cristalina por minuto, y alimenta el área para nadar, Rock Springs Run, un río que viaja lentamente e invita a hacer tubing por todo el recorrido que dura 20 minutos. Los inflables se rentan afuera del parque. Tiene 10 kilómetros de senderos para recorrer.
Rainbow Springs State Park. Ubicado a una hora y 40 minutos al noroeste de Orlando, cuesta 2 dólares por persona (cualquier actividad como tubing o kayak es adicional.) Su historia se remonta a siglos atrás, cuando los pueblos nativos visitaban regularmente este exuberante manantial. Es el cuarto en tamaño de la Florida. Tiene tres entradas. Después de ingresar pasando por una construcción en piedra caliza, un sendero pavimentado conduce entre árboles a una gigantesca especie de laguna, rodeada de vegetación.
La profundidad del pozo varía de 1,5 a 5,5 metros. La notable claridad del agua brinda a los buceadores una amplia oportunidad de observar peces, tortugas y otros animales acuáticos. El pozo tiene sectores turquesas fuertes con otros más oscuros, y en todo momento se puede ver el fondo, de arena, piedra, raíces de árboles y hasta juncos.
Se puede nadar o hacer snorkeling, alquilar un kayak y remontar un río. Tiene cuatro kilómetros de senderos pavimentados con algunos puentes de madera y miradores, pasando por pequeñas cascadas. La renta de kayak y paddleboard cuesta US$17 la hora.
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