El guardado en la heladera. ¿Cómo hacerlo y para qué sirve?
Ser organizados y saber de qué forma se almacenan los alimentos ayuda a no tirar sobras que pueden reutilizarse o preservar frutas y verduras que creíamos desechables
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Guardar bien en la heladera todo lo que comprás o lo que te sobra puede llevarte algo de tiempo y dedicación, pero a la larga, te va ayudar a ahorrar plata, salud y visitas de más a la verdulería o el supermercado. Pensalo así: guardar bien sirve para no tirar, te da la oportunidad de preguntarte si algo de lo que desperdiciamos en casa podría haber sido parte de nuestro plato del día siguiente. A veces cosas que se podrían haber guardado terminan, innecesariamente, en la basura.
Entonces, para hacer bien práctica esta columna, van algunos consejos concretos sobre qué guardar, cómo hacerlo y de qué forma podés comer lo que te sobra en una comida. A tomar nota:
• Manzanas: las manzanas se machucan por pequeños golpes que con los días se hacen más y más grandes, dejando manchas marrones en la fruta. Si el resto de la fruta está bien, se corta la parte fea y cortamos el resto en trozos, para comer con miel o dulce de leche… La manzana queda muy bien con las lentejas, en cubitos en ensalada o para agregarla al guiso 20 min antes de que esté listo. También quedan bien en el curries o al horno, en trozos grandes, acompañando otros vegetales, pollo o cerdo. Si comprás manzanas, no las tires.
• Palta: es muy triste comprar un par de paltas y descubrir que están marrones y con olor a humo adentro. Al elegirlas, asegurate de que aún tengan el botoncito en la punta. Ojo con ponerlas a madurar con las técnicas de envolver en papel o guardarlas cerca de las bananas, porque ahí es cuando nos descuidamos.
• Fiambres como jamón cocido, lomito o panceta: se pueden congelar, pero es mejor separar las fetas antes, así al intentar sacar una o varias no las rompemos.
• Bananas: si las al guardás en la heladera dejan de madurar pero se ponen negras. Así que si no están maduras como nos gustan mejor las dejamos afuera y solitas. Recién cuando llegan a su punto justo, las guardamos en la heladera sabiendo que sacrificamos su belleza exterior por su bienestar interior. O bien las podemos pelar y guardar trozadas en el freezer para cocinar o licuar después...
• Pan: ¡no lo guardes en la heladera! Sí lo podemos cortar y guardar en el freezer antes de que se ponga duro, pero igual prefiero hacerlo migas y tostarlo con ajo y oliva para una pasta, vegetales, pescados…
• Brócoli: a la heladera envuelto en papel o un repasador. Si vemos que perdió vida, ponemos el tallo en agua al menos una hora antes de cocinarlo. Lo mismo para el apio, las zanahorias o los rabanitos. Y los tallos de brócoli se comen, eh. Son ricos, son brócoli con sabor a brócoli, van muy bien en cubitos para una sopa.
• Cereales como el arroz, trigo, cebada: una vez que abrimos la bolsa hay que pasarlos a un recipiente hermético o poner un clip resistente, porque de lo contrario van a aparecer gorgojos.
• Carnes o pollo: si los vamos a congelar lo ideal es hacerlo en el momento y no como último recurso. No los dejemos en la heladera esperando dos días. Para eso sirve planear las comidas, también para congelar en óptimas condiciones lo que no es para consumir de inmediato. Y en el caso del pescado, la decisión se toma en el momento mismo en que entramos a casa: se come hoy o se congela en un plato bien recto y después se embolsa o se guarda en un recipiente plástico.
• Los huevos: también se pueden congelar, pero hay que separar yema de clara y en ese caso los usamos para cocinar.
• Las hojas de todo tipo: llegan, se lavan, se secan bien y así las guardamos en un recipiente plástico con papel de cocina abajo.
• Leche: si no la consumimos a tiempo la podemos congelar. Para eso recomiendo usar la cubetera.
• Cebollas: lo ideal es guardarlas o taparlas con una bolsa de tela en un lugar seco, oscuro, y fresco. Las papas igual, pero idealmente que no tengan contacto entre sí Si la papa brotó, hay que cortar el brote y todo lo verde. Si las vas a cocinar con la piel, las cepillás un poco primero, para sacar tierra e impurezas de la piel. Como ya nos dijeron mil veces, esa es la parte con más nutrientes de la papa. Si sobra papa hervida, se puede hacer ensalada, dorar en sartén o en el horno.
• Hongos: la mejor manera de guardarlos es en bolsas de papel.
• Zapallo: mientras esté cerrado, en un lugar oscuro y seco. Una vez cortado va directo a la heladera. Y no tires las semillas, porque se lavan, se secan, se tuestan ¡y se comen!
• Pimientos morrones: si vamos a usar medio, al que guardamos le dejamos las semillas, así dura más. Hace ya un tiempo que yo uso las telas con cera de abeja para preservar los alimentos y el medio pimiento dura una semana, intacto, en la heladera.
• Arroz cocido: se guarda en la heladera apenas pierde temperatura, no se deja en la olla, ni en la mesada. Se usa al día siguiente. Parece inofensivo, pero de verdad: ojo con dejarlo fuera de la heladera.
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