Durante más de un año se realizó la puesta en valor de la casa emblemática de Recoleta que estaba deshabitada desde hace una década; se le otorgó un estilo moderno de lujo para abrir las puertas de una tienda de fragancias de autor
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Sobre la Avenida Alvear, a pasos de Avenida Callao, la Residencia Llobet -emblemática casa de Recoleta-, volvió a abrir sus puertas al público después de estar cerrada por una década y lo hizo con una apariencia totalmente nueva que, sin embargo, a la vez recobra aspectos esenciales de su forma original.
El recorrido invita a una experiencia sutil y exquisita:
- Apreciar la fachada: la línea municipal retirada del cordón más allá de lo habitual le da aire propio a la edificación, ese frente con balcones de hierro forjado, la mansarda con su torre y la buhardilla.
- Pasar por un zaguán que conduce al piano nobile, elevado del nivel de la vereda para acentuar el estatus.
- Ingresar en una mansión que desborda de detalles en mármol, espejos biselados, boiserie de caoba. Tiene luz y aire por doquier. Una escalera señorial, altorrelieves, molduras y ménsulas.
- Observar hacia abajo, ver los pisos excepcionales de baldosas en roble de Eslavonia, nogal y citronnier conjugadas en tramas geométricas.
- Elevar la mirada y descubrir un cielorraso con un vitral modernista que baña de luz natural y destellos de colores el ambiente.
- Contemplar una joya arquitectónica de Buenos Aires: la Residencia Llobet.
Una casa con historia
Encargada al ingeniero arquitecto Arturo Prins, la mansión fue construida entre 1904 y 1906 con los conceptos que el art nouveau traía desde Europa a la arquitectura porteña.
A lo largo de su historia, los usos que se hicieron del espacio fueron transformando aspectos en la anatomía del edificio. Originalmente fue la vivienda de la familia Llobet y en los años 80 la propiedad cambió de dueños, quienes desde entonces la alquilaron.
Pasaron por allí nuevos habitantes, se realizaron diversos usos comerciales y, entre 2003 y 2012, fue la sede central de una marca de indumentaria -Casa Polo Ralph Lauren-. Luego permaneció diez años como una vivienda abandonada. Hoy es una tienda de perfumes de lujo con líneas exclusivas de autores de todo el mundo: Édition Privée.
Emprender la reforma de la Residencia Llobet suponía un desafío exigente y a la vez, una oportunidad irrepetible. La vivienda se encontraba en muy mal estado, producto de una década de abandono en la que estuvo descuidada y sufrió filtraciones de agua.
Su belleza y distinción permanecían intactas, aunque ya no estaban a la vista. Había que rescatarlas y preservar el patrimonio.
El minucioso proceso de restauración estuvo en manos del Estudio Montes Iturrioz Arquitectos. Se hizo con un equipo liderado por el joven arquitecto Juan Fregona y se convocaron profesionales especializados, con experiencia en embajadas y edificios aristocráticos de gran antigüedad.
La propiedad tiene una superficie total de 1.043,16 m2, los cuales se dividen en cuatro niveles: la planta baja y tres pisos superiores.
“Este proyecto fue desde el principio un gran desafío -reconoce Javier Iturrioz-. La locación en sí misma, tenía mucha historia, la impronta que quedaba en el recuerdo de la gente era de la casa Polo Ralph Lauren. Debíamos lograr una imagen diferente, que realmente borrara de la memoria colectiva los antecedentes, pero a su vez recuperara la esencia de la casa original. Nuestra propuesta fue lograr la restauración o puesta en valor. Como amantes de la arquitectura antigua, de nuestra belle epoque, queríamos respetar la esencia del palacete, de esta manera contribuimos con nuestro granito de arena en la preservación del patrimonio arquitectónico”.
La identidad de marca y las estrategias comerciales intervinieron a la par de los criterios estilísticos y técnicos aplicados a la obra. De manera que se conformó un grupo interdisciplinario para crear ideas y evaluar las opciones desde variadas perspectivas.
“Buscamos darle una visión contemporánea y comercial. Proyectamos una obra de seis meses y la obra llevó, finalmente, un año y tres meses”, explica Verónica Escudero, gerenta general de Édition Privée.
El sillón bubblé lo vio Marcela Naón, la directora creativa de Édition Privée, en un viaje a Italia. Es modular y surge de una inspiración de Milán. Está creado en función de un modelo de los años 70.
Pasen y vean
- Apreciar la fachada
Tras una minuciosa investigación, capa por capa, en la que se buscó el color original de la fachada que había sufrido diversos cambios con el transcurso del tiempo, se llegó a dar con una aproximación y, gracias a una fórmula química de gran precisión, se recuperó el tono que ostentaba la casa desde su construcción.
“La intervención debía ser global, desde la fachada, con una limpieza profunda, luego sacar todas las patologías evidentes como flora invasiva hasta la reconstrucción interior de la Yesenia, maderas de la boiserie, incluso los pisos, que tenían un parquet espectacular todo cubierto”.
- Pasar por un zaguán
La idea fue generar una experiencia de shock de entrada. Una caja dorada conecta el exterior con el interior y promete el paso hacia un lugar “especial”.
Se eligió el dorado a la hoja: una técnica antigua, pero aplicada de una forma moderna para crear un efecto.
Placas de 20 x 20 centímetros cubren la totalidad de la superficie y le otorgan una apariencia imponente.
En el interior, se repite el recurso: los destellos dialogan con materiales disímiles como mármol, madera, gamuzas y espejos biselados
- Ingresar en una mansión
El piano nobile es el típico de estilo ecléctico de principios del siglo XX pero con la impronta del art noveau que se expresa en el látigo y el latiguillo presentes en toda la ornamentación que redunda en motivos naturalistas y celestiales.
Al pasar al salón principal -distribuidor hacia el resto de los ambientes- cambia la textura. Porque la pared de la derecha está revestida en su totalidad (7,50 x 4 metros de altura) en mármol blanco con finas vetas doradas: Calacatta Gold.
El material se repetirá en varios detalles, como las mesas del bar y el entorno de la barra.
Tuvimos que iniciar con una desinfección para quitar plagas que se habían instalado en la madera y alfombra. Todo lo hecho fue con especial cuidado y recomponiendo los materiales originales.
Juan Fregona diseñó el mobiliario en latón, buscó una apariencia lívida que dejara al descubierto la piel de las paredes. Que tuviera dorado, pero en un tono apagado, y que fuera dinámicamente irregular en su forma. Funcional y elegante, fue la consigna. Cada detalle estuvo pensado y elegido a partir de la imagen tradicional de las perfumerías hasta dar con esta reversión.
Algunos de los inmensos muebles a medida que servían anteriormente de exhibidores a Ralph Lauren se conservaron, pero pintados de blanco y se les rediseñó el interior.
“Cuando fue la Casa Polo Ralph Laurent, se instalaron grandes muebles divisores de ambientes y un ascensor. Se realizó una ambientación que tendía a oscurecer el espacio: se taparon algunas ventanas, los pisos se pintaron de oscuro, se colocaron toldos en las ventanas y las paredes se forraron con rafia”, explica Juan.
La misión fue rebobinar y andar un nuevo camino.
En algunos sectores se bajó ligeramente el cielorraso con el objetivo de mantener mejor acondicionado el clima del ambiente.
- Observar hacia abajo
La residencia se intervino en busca de potenciar la luminosidad. “En el mientras tanto se fueron descubriendo cosas, identificando vicios ocultos, problemas y oportunidades. Así fueron cambiando los planes a medida que avanzaba la obra”, relata Escudero.
Por ejemplo, ya tenían listas las alfombras del salón cuando, al retirar la pintura de los pisos, el hallazgo del trabajo con tres maderas -baldosas en roble de Eslavonia, nogal y citronnier que forman guardas decorativas perimetrales- hizo recalcular el rumbo: “achicamos las alfombras para que los pisos, ahora desnudos, se luzcan en su esplendor”, exclama.
Los toldos fueron retirados y las ventanas se renovaron con vidrios en paños fijos y espejos estratégicamente ubicados en el cuadro de punto del arco de manera que se reflejen las bellísimas molduras de las paredes que los enfrentan y también es un truco para disimular los espacios donde hay montada cartelería en el exterior, aunque ahora es mucho más discreta de lo que era anteriormente.
En la escalera también se realizó un contundente trabajo lignario: mediante un pulido controlado, se llevó a os peldaños hacia un color natural lavado, que no es el de origen sino más claro. Esto apenas se aprecia en los costados ya que los escalones fueron alfombrados en su mayor parte.
El gran cambio se observa en los balaustres y barandas (de barroquísimo eximio) que fueron pintadas de blanco para acentuar la liviandad buscada.
Se tuvo en cuenta la reversibilidad de los tratamientos aplicados en las decisiones tomadas, así todos los tonos buscados son fácilmente retroactivos a su versión inicial gracias a un producto que se usó antes del acabado final.
El bajo escaleras -donde antes estaban los robustos muebles de Ralph Lauren- hoy contiene un panel cóncavo de espejos biselados y vidrios semicirculares retroiluminados para dar sensación de profundidad diáfana y para unificar la doble altura.
Uno de los tantos dilemas que surgieron en el proyecto fue “pantalla: ¿sí o no?”. En el descanso de la escalera, donde los peldaños se abren en dos caminos que abrazan con un balcón el salón central vemos una placa gigante de led: una pantalla de 7,50 x 1,80 compuesta por módulos led.
“Para las marcas era muy importante poder contar con este dispositivo y si bien podía romper con la estética y dar una impronta muy comercial, encontramos la manera de introducirla de tal forma que dialogue con este mix de estilos y que no haga ruido”, sostiene Escudero.
- Elevar la mirada
Para nuestro estudio, tirar abajo nunca es una opción, somos partícipes de ´Basta de demoler´. Siempre optamos por restaurar las glorias que nuestros antepasados supieron construir.
El vitreaux fue un objetivo primordial, recuperamos uno a uno los vidrios.
Las molduras se caían a pedazos y en el proceso de restauración la garganta completa del cielorraso se desplomó; hubo que reconstruirla. Como así también varias de las ménsulas que acompañan el vitreaux: “se reconstruyó pieza por pieza”, detalla Fregona y añade: “La restauración terminó siendo una reformulación de la garganta ya que, al no contar con las piezas originales era imposible volver a la ornamentación tal como era, la morfología estaba perdida y tuvimos que recrearla sin modelos”.
Las puertas no tenían manijas ni herrajes. Excepto una: esa pieza única sirvió de modelo para recrearlas todas en bronce tal como alguna vez fueron.
A la casa se le aplicó tecnología de última generación. La iluminación domótica permite cambiar la intensidad y el color de las luces a través de una aplicación.
Los zócalos iluminados con un hilo led dan sensación de despegue: esta ilusión de que los muebles flotan acentúa la evanescencia propia de los aromas.
Los tótems para exponer las piezas de perfumes presentan formas orgánicas y están revestidos en diversos materiales que se destacan por el contraste de sus texturas: láminas metálicas con terminaciones espejadas y cepilladas; también algunos están empapelados.
Todos los revestimientos son importados de Estados Unidos.
El centro del salón principal está dominado por una obra de arte a gran escala. La escultura fue creada especialmente por Vicente Grondona para esta casa. Es la cabeza de una mujer realizada en un material tan potente como liviano: carbón.
El perfil delinea una prominente nariz que resalta el sentido del olfato.
La nueva Residencia Llobet devenida en Édition Privée abrió sus puertas prematuramente (por insistencia del público que ingresó antes de tiempo) en diciembre de 2023 y este año se consolidó nuevamente como una de los emblemas de la Avenida Alvear.
El trabajo fue tan exigente como reconfortante: “Haber tenido esta casa en nuestras manos fue una verdadera satisfacción, todo fue con mucho respeto, se logró un producto realmente interesante. Esta experiencia fue inolvidable en todo sentido y a la vez muy emocionante para todo el equipo”, concluye Javier en nombre de Montes Iturrioz Arquitectos.
Origen de una transformación
Édition Privée es una tienda única en su tipo. Como no había precedentes, el desafío creativo implicaba partir de cero y avanzar sin modelos. “Fuimos pioneros”, se enorgullece Verónica Escudero desde la gerencia general.
El emprendimiento está liderado por el empresario uruguayo Eduardo Wolf -de Beauty Group, una compañía que desde hace 20 comercializa fragancias selectivas y semi selectivas- asociado con los Cortassa -la familia que maneja Parfumerie-.
La idea que surgió con un formato, se fue modelando durante un proceso en el cual la residencia en sí misma tuvo mucho que ver. Es que cuando, en 2021, pensaron en montar el negocio, lo imaginaban como un local de nicho, pero tradicional. Sabían que querían que el emplazamiento fuera sobre la Avenida Alvear y estuvieron a punto de torcer esa premisa inicial cuando descubrieron una casa en Avenida Quintana y Ayacucho que los deslumbró.
Finalmente la operación no pudo ser y volvieron al mapa original de búsqueda, sólo que la experiencia había labrado un cambio: ya no buscaban un local sino una casa. Entendieron que el espíritu residencial nutría una nueva arista de la identidad de la marca que estaban forjando. Y luego, cuando vieron la Residencia Llobet, pegaron el salto y terminaron de configurar una idea de mayor escala aún. Fue el lugar el que empujó ese crecimiento.
“Abrir las puertas de la primera perfumería de fragancias de autor de la Argentina y que estuviera en esta casa emblemática de la Avenida Alvear era todo lo que queríamos para este proyecto. Nos pusimos un objetivo que era inalcanzable y todo nos llevó a cumplir nuestro aspiracional”, cuenta Verónica Escudero y agrega: “Teníamos la gigante oportunidad de ser los primeros y los únicos, la apuesta era importante y desembarcar en esta casa icónica, cuya reapertura despertaba interés además, hacía que todo el concepto fuera relevante. Hubo una evolución en nosotros, en el proyecto y en la categoría en el país, que hubo que establecerla porque aún no existía. E ir más lejos. La casa nos permitió abrir a otro concepto, a una experiencia más amplia que empieza hoy por las fragancias pero que está lista para expandirse en otras categorías, desde velas hasta skin care, un espacio para encontrar productos de lujo”.
Cinco estrellas
“Tenemos una perspectiva de editor de fragancias de autor, es un abordaje moderno de la mirada del lujo -dice Marcela Naón, Directora Creativa de Édition Privée-. Esta casa es como un emblema mixeado con el modernismo contemporáneo, buscamos un lugar luminoso, fresco, que tiene que ver con el universo de los aromas, y es inclusivo”.
Se trata de una exclusividad inclusiva donde el mix reúne contrastes y originalidad. “Acá suena rap francés, no hay música clásica ni algo tan obvio como el jazz”, ejemplifica Naón.
La experiencia de visita emula la de estar en un hotel de cinco estrellas. “De hecho, la capacitación para el personal de atención al público la lideró inicialmente un concierge key del Alvear, buscábamos esa modalidad tan propia de la hotelería de lujo”, revela Escudero.
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