Su función primaria es llevarnos de A a B del modo más sencillo, lo que no quiere decir aburrido. Mirá ejemplos tomados de casas reales donde se valora cada metro como espacio de uso, atracción o ambos a la vez.
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“¿Por qué un pasillo rosa? Para hacer interesante el paso de las visitas al toilette”, nos decía con toda seriedad la artista Luisa Freixas cuando la visitamos en su hogar, un departamento muy clásico, con molduras, parquet y unas dimensiones tales que le permitieron desplegar su universo artístico como nunca antes.
Colores oscuros, pero brillantes
“Soy muy de los azules y los grises; los tonos claros me gustan más para el fin de semana”, compartió el DJ Chule Bernardo hablando sobre el interiorismo de su departamento, del que se ocupó en persona. Pero decidió darle el brillo de la pintura satinada (y bien iluminada) tanto en puertas como en paredes, y un tono que lo asociara con los mosaicos calcáreos tan vistosos del baño.
Darlo todo
“Más que un simple lugar de paso, el corredor es un ambiente en sí mismo, con paredes color terracota interrumpidas por marcos negros, ya que todas las puertas se eliminaron para hacer fluida la circulación entre el ambiente social, de un lado, y la cocina, del otro”, nos explicó el diseñador de interiores Fabrice Juan hablando de un aspecto de la refoma de este departamento parisino. El cielo raso sobrio contrasta con lo elaborado del piso: no hay rosetones ni arañas de caireles, sino una hilera de focos blancos en medio de molduras circulares.
Lo cotidiano se sale de lo esperado
“El pasillo era clásico, todo blanco. Convoqué al escenógrafo José Mustacciolo Bagnato que, con siete verdes y grises, texturas plenas y esfumados, lo convirtió en un espacio con alma” dice satisfecha la diseñadora de interiores Matty Costa Paz sobre lo que podría haber sido un corredor sin pena ni gloria (salvo por los muy valorados placares en un dos ambientes).
Con función
Si tiene el ancho suficiente, el rol de escritorio no le va mal a un pasillo. En esta casa se planeó de entrada, respondiendo a la tendencia de evitar los ambientes residuales y encerrados. Como para que no queden dudas, se ubicó una claraboya con dimensiones similares al ventanal alargado.
Una deco con sentido
Qué buen encuentro el de esta pared aventanada y la biblioteca. Por supuesto, el pasillo que surge de ahí fue doblemente favorecido: es posible caminar acompañado por los libros o buscarlos con la suficiente luz y perspectiva.
Surgido por una reforma
“Originalmente, acá había un dormitorio. Como no quisimos tocar la estructura, levantamos esta pared con construcción en seco para conseguir escritorio y vestidor”, nos explica el diseñador de interiores Facundo Amándola, creador de estudio Ascolta, en un plural que lo incluye como destinatario y hacedor. Como resultado, quedó un largo pasillo hasta llegar a la cama, señalado por una genial carpeta en el mismo celeste apastelado que eligió para las paredes.
Conexión transparente
Muy al uso actual, el volumen social y el privado de esta casa creada por el arquitecto Franco Riccheri, de FRAM Arquitectos, y su colega Delfina Riverti, quedaron unidos por un pasillo acristalado.
Los clásicos azules mediterráneos se fueron suavizando hasta llegar a esta delicada versión que acentúa la base neutra y aporta elegancia al interior.
Por donde se lo mire
Remate de la escalera y acompañamiento dinámico del pasillo que conecta (y separa) dos dormitorios este impactante mural en blanco y negro es obra de la dueña de casa, la diseñadora de interiores sudaficana Renée Roussow. Para ver más ideas de color y textura en su hogar, hagan click acá.
Racionalista
En nuestra edición de julio, recorremos la casa de Daniela Urzi, que se ocupó de su reforma y diseño interior. Una de las medidas que tomó fue resignificar la escalera con la baranda de hierro protegida con una cinta de petiribí, el mismo material que usó para el mueble que aprovecha los metros del pasillo. Forma y función.
Con el lujo del sol
Arranca con una pared de ladrillos pintados de blanco y sige con una serie de paneles casi japoneses, interrumpidos por los marcos de madera clara, como las varillas que lo protegen del sol. Una sensación etérea que recibe muy bien la presencia de las plantas.
Identidad
Puesta a punto por un equipo de lujo en decoración y arquitectura, Casa Alberto Heredia es la residencia para artistas del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. “Incorporamos diseño argentino para dar a conocer su creatividad, y pusimos afiches y libros editados por el Museo para darle presencia al Moderno en Casa Heredia”, nos explicó la interiorista Joanne Cattarossi, a cargo del diseño interior.
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