A tono con los nuevos modos de habitar, dejaron de ser un lugar desatendido estéticamente para estar a la vista; muchas veces, ampliando la cocina con sus metros.
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Cuando visitamos una casa, PH o depto, nos encontramos, cada vez más, con lavaderos nuevos o reformados, pensados al detalle. Tomamos algunos ejemplos y recomendaciones para armar espacios cómodos que se integran a la dinámica y el estilo del resto de los ambientes.
En orden
Mariana Badino socia de la marca de decoración Bonhomía Haus se puso en manos de la arquitecta Virginia, que es su hermana, y de su cuñado, el arquitecto Gustavo Losa para la reforma de un PH que es hogar, estudio y showroom. En la planta alta, donde había un desnivel, generaron este comedor con lavadero y kitchenette.
El espacio se disimula completamente con un cerramiento de puertas plegadizas corredizas que tiene guías casi imperceptibles en la parte de arriba.
Continuidad
En esta cocina que dio un salto al presente, el lavadero se mantuvo abierto y, para darle continuidad, se revistió con los mismos azulejos ‘Subway’ y estantes de madera.
En pocos metros
En su primer departamento como propietaria, Sheila Bursztyn, fundadora de Páprika Estudio transformó un tres ambientes en dos: eliminó la habitación que estaba más cerca del ingreso para lograr un estar que integra cocina, living y comedor. Además, aprovechó las dimensiones del baño principal y lo dividió en dos: de un lado, hizo el toilette y, pared de por medio, utilizando las conexiones de la bañera, armó un lavadero que pasa despercibido gracias a las puertas push laqueadas.
Totalmente aceptado
“Desde la primera visita al departamento de Milagros López del Carril, pensé en aprovechar los metros que ocupaba el sector de servicio para proyectar un nuevo y único espacio que abarcara varias funciones”, cuenta la Arq. Carolina Riva, fundadora del estudio ACR y responsable de la reforma.
Cuando derribaron los muros que dividían el lavadero de la cocina, pensaron ambos sectores con una misma concepción. Unificaron las mesadas a 90 cm, una altura que puede contener un lavarropas, un lavavajillas y que es cómoda para las bachas. También diseñaron los muebles con el mismo color, griferías, tiradores y estantes de madera.
“Hay una búsqueda por crear espacios con impronta propia y, a la vez, se empiezan a reemplazar los ambientes tradicionales por otros que contienen múltiples usos, circulación fluida y mayor conexión”, dice la arquitecta Riva.
Cuidado en los detalles
Aunque están separados, Cecilia Posternak pensó el lavadero como un anexo de la cocina, con muebles y revestimientos iguales. Sobre la mesada y los estantes organizó los frascos y accesorios decorativos que usa a diario y pueden quedar a la vista. El resto de los productos de limpieza se guardan en el mueble. Cómo se trata de un espacio pequeño, incorporó un tender extensible de pared y otro para perchas.
“Creo que el lavadero merece la misma atención que el resto de los espacios de una casa. Si se ve lindo, limpio y ordenado ya no será un cuarto cerrado que nadie quiere mostrar”, dice Cecilia que destinó un estante para una pequeña colección de jarras vintage.
En la cocina
Coin ideas ingeniosas, la arquitecta la arquitecta Soraia Marocco logró potenciar las dimensiones de su departamento en Vicente López. En la cocina, uno de los módulos de guardado aloja el lavadero, con un sector con estantes. El interior es de melamina blanca y las puertas enchapadas en incienso natural.
Buenas experiencia
Estamos cada vez más cerca del inicio de Experiencia Living, la muestra de decoración curada por revista Living, que es una fuente inagotable de ideas. De la edición del año pasado, rescatamos estos dos recursos inspiradores. En el departamento que ambientaron Dolores Morita y Mariana Amoroso, que este año, también serán expositoras, el lavarropas (Longvie) se acomodó en el pasillo de acceso al cuarto, en un mueble hecho con melamina ‘Safari’ (Faplac). En el caso del espacio de Familia Echaide, el lavarropas está directamente adentro del dormitorio, a la vista y contenido por una mesada de diseño rústico y moderno.
Planta alta
En la casa de una de las socias del estudio Ideï Arquitectura, separaron el lavadero de la cocina y lo destinaron a la planta alta, cerca de la terraza. Igual que el resto de los ambientes, los muebles lineales son en tonos neutros.
“Lo más lógico es que el lavadero esté en un lugar cómodo y que el trayecto de la ropa por la casa se lo más corto posible”, dice la Arq. Ana Boneo, del Estudio Boneo Fossatti, que proyectó este sector en lo que era un antiguo baño de la planta alta. Ella considera que esta es la mejor ubicación porque está en relación directa con los dormitorios, los vestidores y los placards. En este caso, reutilizaron las aberturas originales y diseñaron los muebles en tonos neutros con la intención de que fuera un ambiente tan atractivo como los demás.
Sorprendente
En su casa, la arquitecta Cony Albero, socia del estudio Arq.dco le dio al lavadero la misma importancia estética que al resto de los ambientes y por eso, mantiene los tres tonos (madera, gris emblemático y negro) que están presentes en el proyecto global.
“Ubicar el lavadero en la planta alta, en relación directa con los dormitorios fue un acierto. Para hacerlo, tuvimos en cuenta que debía estar vinculado a un lugar donde poder colgar la ropa, sin interferir visualmente en otros espacios. Lo resolvimos con un balcón que, además de dar mucha luz, evita tener el tender a la vista”, cuenta la arquitecta.
Consejos de experta
Cony Albero cuenta algunos aspectos a tener en cuenta
- Definir la ubicación. La mayoría de las veces, el lavadero suele proyectarse en planta baja que, generalmente, está más vinculada con lo social y público. Sin embargo, este sector suele recibir el mayor flujo proveniente de los dormitorios y no de los espacios comunes.
- La distribución de electrodomésticos y la mesada es clave. De ser posible, contemplar la instalación de lavarropas y secarropas, preferentemente uno independiente del otro.
- Disponer de lugar cómodo de guardado teniendo en cuenta qué queremos almacenar: tabla de planchar, aspiradora, escobas, canastos móviles, entre otros.
- Pensar qué vamos a guardar cada espacio, tomar las medidas y proyectar en consecuencia para que sea un lugar realmente funcional.
- Tener muebles con cajones amplios para la ropa que está para lavar o la que ya está lista para planchar y de otros tamaños para herramientas, costureros, utensilios.
- Instalar barrales para colgar perchas y ropa planchada.
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