Quien alguna vez vivió en un monoambiente sabe que cada metro vale oro, y la cama es uno de los pocos elementos que no se puede negociar. Visibles, escondidas, rebatibles o en altura, hay opciones para todos los gustos.
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Organizar un monoambiente nunca es fácil: tenga 20 o 50m2, el desafío de sectorizar y hacer convivir en un mismo espacio tantas funciones tiene su yeite. Por supuesto, a la hora de elegir los metros mandan, pero no son el único factor. Están los que quieren que sus pocos metros no impidan ser lugar de reunión, los que solo buscan un lugar donde descansar al final del día y quienes necesitan su home office. En todos los casos, el lugar que se le da a la cama va a ser distinto. Acá, algunas ideas para inspirarte.
El sofá-cama, la elección de muchos
Esta solución que deja despejada la planta durante el día exige invertir en un sofá-cama de calidad, porque tendrá uso durante todo el día. Y cierta disciplina de prolijidad, para que la buena idea no termine siendo contraproducente. En estas imágenes vemos el trabajo realizado por las arquitectas Vanesa Schmidt y Alejandra Tobar, del Estudio VARA.
El cuidado del diseño se completó con amoblamiento negro para la cocina integrada (hecho en melamina Egger), mesada de mármol negro ‘Brasil’ y alzada en porcelanato esmaltado.
Privacidad y diseño
La solución para sectorizar este monoambiente fueron las puertas corredizas de madera. Cuando llegó para ambientarlo, Beatriz Cuello, al frente de Bec Art & Deco, decició usar su conocimiento de artista para aplicarle un diseño que le diera un marco escénico al área social.
Integrada con naturalidad
En pocos metros, es grande la exigencia en el diseño de interiores: todo está a la vista, todo se usa y hasta con diferentes funciones. “Intentamos amplificar la experiencia de un monoambiente ofreciendo variedad situaciones. Llamo ‘situaciones’ a tener distintas vistas, funciones y sensaciones con solo caminar unos pasos”, dice el emprendedor argentino Juan Diego Erhart del Campo sobre esta cabaña de 45m2 cubiertos que creó como alternativa de hospedaje en Fazenda Ressaca.
“Otro acierto fue el color del baño. Muy distinta sería la sensación si abrieras la puerta y fuera blanco”, dice Erhart del Campo. Una solución de alto impacto estético en medio de la naturaleza o en plena ciudad.
“Algo válido es la madera (o color) en el cielo raso del dormitorio: en los cuartos se mira mucho al techo”, dice con sentido común Erhart del Campo.
Como una casa
El monoambiente de la arquitecta Victoria Diamore, socia de Dicha Studio, es el claro ejemplo de que en pocos metros se puede hacer magia. El ejemplo empieza por casa y en su caso, la reforma del monoambiente en el que vivía con su marido fue su carta de presentación. El mueble con tejuelas, fundamental para sumar espacio de guardado también y el cerramiento de vidrio y hierro refuerzan la identidad y contribuyen a dividirlo y ganar cierta intimidad sin resignar luz.
Aunque la estructura no permitía dividir en dos, una arcada en el cielo raso la ayudó a dividir el living del dormitorio y además generar una sensación de calidez que no tenía el lugar.
Si se elige de buen tamaño
En la vida y en los espacios también, lo mejor es lo más honesto. Ese razonamiento fue el que guió a la fotógrafa de interiores Pompi Gutnisky cuando se le encomendó el diseño de un monoambiente para alquiler temporario y, llegado el momento, primera vivienda de la hija de unos amigos.
Marcando su silueta con cinta en el piso, corroboraron que el tamaño de la cama no interfiriera en la circulación. Luego, pusieron una sin respaldo, para no “comer” centímetros en vano.
Con espacio de guardado
En el monoambiente como en todo departamento chico, un gran desafío del que no se habla tanto es el espacio de guardado. Histórica baulera, el lugar de abajo de la cama es una posibilidad si se afronta con creatividad. En este departamento en Chacarita que remodeló el estudio iR Arquitectura para un abogado y traductor, una biblioteca resguarda la cama con cajonera y permite aprovechar cada centímetro de los 17 m2 que tiene.
La biblioteca esconde el sector dormitorio y suma espacio de guardado. Al ubicar la cama sobre una tarima se aprovecho el espacio para sumar guardado.
Semicerrada
Una manera de lograr cierta sectorización es crear un ambiente semicerrado. El caso de la reforma de Romina Gozález, de Estudio Habitante es un buen ejemplo. Aprovechando la forma de L del monoambiente, dividió las partes con un murete de un metro que acompañó con zócalos de los dos lados y un cerramiento de hierro y vidrio. De ese modo ganó intimidad, ya que desde el living no se llega a ver la cama.
En altura
“El punto débil de los monoambientes es tener la cama siempre a la vista. Al crear el entrepiso, asunto cerrado”, dice el arquitecto suizo Cédric Schärer sobre su pied-à-terre de 16m2 y 64m3 en un edificio del siglo XIX. Él, como muchos, prefirió algo mínimo, pero en un lindo edificio y en un barrio que le gustara. Entonces, usó lo que había: la altura.
Ubicado en la azotea de un edificio antiguo en París, el monoambiente que el arquitecto Cédric Schärer reformó para tener donde quedarse cuando visita la ciudad es un gran ejemplo de la utilidad de los entrepisos.
División elegante
Más liviano que un cerramiento clásico es el panel que la arquitecta Cecilia Fidanza diseñó en su monoambiente de 48m2 en Experiencia Living 2023 para separar el dormitorio. “Buscamos un refinamiento sobrio, mediante correspondencias; por ejemplo, la mampara desmontable hecha con hierro dorado y un vidrio acanalado que tiene su eco en las ondas del respaldo tapizado en veluti”, nos explicaba.
Como una suerte de reversión del biombo clásico, la arquitecta Cecilia Fidanza apostó por un panel de vidrio y bronce para separar el living del dormitorio sin resignar luz ni amplitud.
Rebatible
“Las camas rebatibles tienen una connotación bastante negativa en la Argentina, donde la gente está más acostumbrada a vivir en ambientes grandes”, dicen las arquitectas Laura Kalmus y Samantha Kuperschmit, de Kuperdesign. Ellas, sin embargo, son férreas defensoras de esta solución: “Esta cama tiene amortiguación neumática y un sistema eficiente que garantiza el movimiento liviano. Además, sus componentes son fáciles de reponer, algo que siempre hay que contemplar en los elementos de uso diario”.
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