Al comprar su primer departamento, el joven dueño de casa convocó a Estudio Lesel para renovar una cocina quedada en el tiempo.
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La cocina, y su conexión con el living comedor, necesitaba una renovación: podía funcionar como estaba pero, entusiasmado con su departamento, el joven propietario decidió actualizarla. “Buscaba ‘darle una vuelta’, traerla a un estilo más actual”, cuenta la arquitecta Lucila Savage, de Estudio Lesel, a cargo del proyecto en el que la apertura y el cambio de materiales fueron las claves.
"Se ganó mucho acercando la cocina a la calle tras eliminar la división con el lavadero y, también, cambiando la pared que da a living-comedor por un mueble con transparencia y textura."
Arq. Lucila Savage, de Estudio Lesel
La decisión más importante del proyecto fue demoler el muro divisor para desestructurar el límite: “A partir de eso, cambió todo, ya que pudimos integrar los ambientes, aún manteniéndolos separados”, explica Savage. Por otro lado, al eliminar el tabique que dividía la cocina del lavadero, se aprovecha mucho mejor la vista a los árboles (el departamento está en un tercer piso), hay mejor ventilación y sensación de amplitud.
El mueble bajomesada se apoya en una sección de porcelanato, por si llega a haber alguna pérdida de agua. Y el parquet está hidrolaqueado, una terminación estética que también lo protege.
Dividir sin cerrar
En la cocina, corrigieron una falsa escuadra que comía centímetros valiosos para instalar el nuevo equipamiento, además de renovar todas las conexiones. “Ya que se hace una reforma, vale la pena trabajar también los servicios. En el medio de la cocina había una rejilla, algo que podía ser grave para el nuevo piso, por lo que la movimos”, explica.
“Mi idea inicial era que el divisor fuera mucho más abierto, pero para el dueño de casa era importante tener el televisor en el living. Por eso, una parte tenía que ser ciega”.
Estilo duradero
“El cliente tenía una referencia del estilo que quería para la cocina: un bajomesada fuera negro con las alacenas de madera. Durante el proyecto evaluamos alternativas e hice esta propuesta, un estilo más limpio visualmente, con los frentes de los muebles en un gris oscuro, que va mejor con los demás materiales; también le dimos protagonismo a las vetas y el brillo que dan la mesada y la alzada”, explica la arquitecta.
Al eliminar la puerta –ahora solo hay una boca de circulación–y contar con un panel semiabierto era importante cuidar la estética.
A la vista, todo como nuevo
“Para que no se notara la diferencia entre lo nuevo y lo viejo, pintamos todas las paredes de blanco, cambiamos la iluminación y ayudamos a nuestro cliente a repensar los muebles del living-comedor”, explica. “En el mismo sentido fue decidimos llevar el parquet a la cocina. Logramos conseguir piezas casi idénticas de demolición, con lo cual, el salto entre ambientes no tiene costuras”.
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