Desde la simpleza y excelencia de “Mostrador”, pasando por el mágico mundo de “Casa Vigil”, la originalidad artística de “Libro Gordo”, hasta la tradición reinventada en “Milanesas”
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En los últimos meses, la gastronomía argentina se enriqueció con la publicación de tres libros y un cuarto de pronta publicación que reflejan el arte y la pasión de reconocidos chefs y dueños de emblemáticos restaurantes del país. Estas obras nos invitan a explorar no solo recetas exquisitas, sino también las historias y filosofías que inspiran a sus creadores. A continuación, presentamos una reseña de Mostrador de Fernando Trocca; Casa Vigil de Alejandro Vigil y María Sance; Libro Gordo de Pedro Peña y Germán Sitz, los chefs y dueños de Niño Gordo; y Milanesas de Christian Petersen.
Mostrador, de Fernando Trocca
Mostrador no es solo un conjunto de restaurantes, es un concepto y una experiencia que trasciende fronteras. Fernando Trocca nos invita a sumergirnos en una forma de cocinar donde la simplicidad y la excelencia se fusionan en un ambiente relajado. Este libro narra la expansión de su visión a través de cinco locaciones: José Ignacio, Manhattan, Montauk, Olivos y Bodega José Ignacio.
En sus páginas, los lectores encontrarán una selección de platos que son verdaderos éxitos en Mostrador. Aunque la elección tiene un toque personal, reflejando las preparaciones que Trocca y su equipo disfrutan cocinar y saborear, el libro ofrece una variedad de recetas con ingredientes de temporada y técnicas diversas. Además, comparte algunos secretos de los clásicos de Mostrador, como las famosas medialunas. Editado por Flaming Books, con 368 páginas. Precio: $79.500.
Casa Vigil, de Alejandro Vigil y María Sance
Alejandro Vigil, prestigioso enólogo de Catena Zapata y creador del aclamado vino El Enemigo, junto a María Sance, docente e investigadora, nos abren las puertas de Casa Vigil. Este libro homónimo nos invita a conocer su restaurante en Chachingo, Mendoza, galardonado con una estrella de la Guía Michelin, y a explorar el universo que han creado en torno al vino y la gastronomía. Casa Vigil es más que un recetario; es un viaje sensorial que combina imágenes, relatos y anécdotas en un entorno mágico de viñedos y montañas, inspirado en la mística de La Divina Comedia publicada por Dante Alighieri en el siglo XIV.
A lo largo de 264 páginas, los autores comparten su pasión y la esencia de su proyecto. “Es un lugar en el mundo; es gastronomía en su estado más puro; es vino y cocina porque no existen uno sin el otro”, declara Vigil. Editado por Catapulta y presentado en un estuche rígido y original, este libro es una pieza de colección que captura la esencia de su filosofía. Precio: $74.990.
Libro Gordo, de Pedro Peña y Germán Sitz
Pedro Peña y Germán Sitz, las mentes creativas detrás del renombrado restaurante Niño Gordo, nos sorprenden con Libro Gordo, una obra que trasciende el formato tradicional de un recetario. En colaboración con la editorial Catapulta, este libro es un objeto de arte que transmite la esencia, visión y originalidad que caracterizan a estos chefs desde sus inicios.
Libro Gordo es una experiencia visual y artística donde destacados artistas contemporáneos como Marcelo Canevari, Martín Ron, Fico Ossio, entre otros, interpretan y plasman la creatividad culinaria de Niño Gordo. Con textos del periodista y escritor Eddie Fitte, la obra invita a sumergirse en un mundo donde la cocina, la fantasía y el arte convergen. Con 240 páginas, este libro es una edición única que refleja la innovación y el espíritu vanguardista del restaurante. Precio: $75.000.
Milanesas, de Christian Petersen
En Milanesas, Christian Petersen rinde homenaje a uno de los platos más emblemáticos de la cocina argentina. Próximamente editado por Catapulta, el libro presenta más de 20 recetas elaboradas con carne de vaca, y otras tantas a base de pollo, cerdo, pescado e incluso vegetales. Petersen explora la diversidad y versatilidad de este clásico, ofreciendo nuevas interpretaciones y técnicas.
Entre las recetas con historia, Petersen destaca la famosa milanesa napolitana, que une en un solo plato a dos regiones italianas rivales: Nápoles y Milán. La anécdota se remonta a la década de 1950, cuando en el restaurante Napoli, ubicado frente al Luna Park, el cocinero Jorge La Grotta, para disimular una milanesa demasiado cocida, decidió cubrirla con tomate, jamón y muzzarella. Desde entonces, “la napo” se convirtió en una de las preferidas de los argentinos. Milanesas es una celebración de este plato entrañable y una invitación a redescubrirlo en todas sus variantes.
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