Cristina, Randazzo y Massa: un peronismo efervescente, cerca de la definición
Cuando falta algo más de un mes para el cierre de listas, tres espacios se disputan referentes, estrategias y sistemas de elección
Kirchnerismo: con la dependencia de Cristina
Por Gabriel Sued
Los protagonistas
Cuando falta algo más de un mes para el cierre de listas, tres espacios se disputan referentes, estrategias y sistemas de elección
La característica definitoria del espacio es la centralidad de Cristina Kirchner. La potencia electoral de la ex presidenta actúa como factor aglutinante de las fuerzas propias, como La Cámpora, Nuevo Encuentro y los intendentes nucleados en el grupo Patria, como Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Mario Secco (Ensenada). También opera como imán para atraer al resto de los jefes comunales peronistas, que procuran mantener el control de sus territorios. El principal aliado del kirchnerismo en ese armado, a cargo de Máximo Kirchner, es el presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, jefe político de La Matanza.
Al espacio también se habían arrimado intendentes de los grupos Fénix y Esmeralda, más autónomos del kirchnerismo. El más conocido de ese sector es Martín Insaurralde (Lomas de Zamora). La relación con éste y otros jefes comunales entró en crisis en los últimos días, luego de que faltaron a un acto por la presencia de Amado Boudou y Luis D'Elía. La cuestión de fondo: si Cristina no es candidata, algunos de esos intendentes podrían cruzar de vereda y apoyar la postulación de Florencio Randazzo.
La postura
Desde el primer día, el kirchnerismo se posicionó como la oposición más dura contra el gobierno de Macri.
En línea con el discurso que dio Cristina en abril de 2016, en las puertas de los tribunales de Comodoro Py, sus legisladores nacionales resistieron en el Congreso las principales leyes impulsadas por la Casa Rosada, a veces sólo acompañados por la izquierda.
En los primeros meses de la gestión, esa postura generó divisiones en las bancadas legislativas. El bloque de diputados sufrió varias fugas de dirigentes que adoptaron una posición de mayor diálogo con el Gobierno. La mayoría de esos diputados, alejados de la conducción de Cristina y críticos de algunos aspectos de los 12 años de kirchnerismo, hoy promueven la candidatura de Randazzo.
Como cada una de las intervenciones de la ex presidenta, la campaña tendrá un fuerte tono de denuncia contra las políticas de Macri, al que el kirchnerismo acusa de comandar un proyecto neoliberal y de haber desarmado buena parte de las políticas de Néstor y Cristina Kirchner. La idea fuerza de la campaña será ponerle un freno a Macri.
La definición de candidatos
Desde el espacio se proclama la necesidad de la "unidad" del peronismo y del resto campo nacional y popular para enfrentar al gobierno de Macri. Proponen construir esa "unidad programática" a partir de un compromiso de los distintos sectores sobre cómo van a actuar los que resulten elegidos para el Congreso.Uno de los puntos sería bloquear al Gobierno nuevas autorizaciones de endeudamiento externo.
Una condición innegociable, advierten en el kirchnerismo, es el liderazgo de Cristina Kirchner. La ex presidenta no definió si será candidata, pero sí que va a ser la figura central de la campaña de su fuerza.
En caso de no postularse, se baraja la candidatura de la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, que ganó terreno frente a Daniel Scioli e Insaurralde, las otras alternativas que se analizaban. Si Randazzo no acepta postularse bajo el paraguas de Cristina, el kirchnerismo lo enfrentará en las PASO.
El espacio que conduce la ex presidenta insistirá en los próximos días en la necesidad de una "unidad programática", en un intento por rechazar las acusaciones de sectarismo y de clarificar las diferencias de fondo entre las dos propuestas que seguramente terminará teniendo el peronismo en las PASO.
Randazzismo: toda la apuesta a la interna
Por Lucrecia Bullrich
Los protagonistas
Sólo los muy optimistas ya hablan del "randazzismo". Los más realistas admiten que esa categoría no existe. No todavía, al menos. En el universo de quienes apoyan la candidatura de Florencio Randazzo a senador hay peronistas "sueltos", intendentes, gremios y movimientos sociales.
Los intendentes del grupo Esmeralda fueron el primer motor de su postulación. Sin embargo, a principio de año, alentados por los números que Cristina Kirchner sigue cosechando en sus distritos y, en menor medida, por la indefinición de Randazzo, tomaron distancia del ex ministro y volvieron a tender puentes con sus pares kirchneristas.
Con Randazzo se quedaron Gabriel Katopodis (San Martín), Juan Zabaleta (Hurlingham) y Eduardo "Bali" Bucca (Bolívar), que actúan como sus voceros. La semana pasada se les sumó Alberto Fernández, como jefe de campaña.
Tras el desembarco de Héctor Daer, diputado y uno de los jefes de la CGT, la incorporación de ex massistas está frenada, aunque los contactos siguen. Hubo conversaciones con Facundo Moyano y con Felipe Solá, que ratificaron su pertenencia al Frente Renovador.
Randazzo cuenta con el apoyo de gremios del transporte, la UOM y el Smata, del Movimiento Evita que dirige Fernando "Chino" Navarro y del senador Juan Manuel Abal Medina. También, de dirigentes como Julián Domínguez, que quiere ser candidato a diputado.
La postura
El espacio pretende (y necesita) quebrar la polarización entre Mauricio Macri y Cristina Kirchner, el esquema binario que promueven tanto el Gobierno como el kirchnerismo y deja a Randazzo afuera.
El enemigo discursivo será Macri. Quedó claro esta semana. En su primera admisión pública de que piensa en ser candidato ("Siento la obligación", dijo), Randazzo no habló de Cristina. En cambio, tildó al Gobierno de "insensible". No apuntar a la ex presidenta es una manera de "disimular" el hecho de que Randazzo formó parte de su gobierno hasta el último día.
Sin embargo, para quedarse con la candidatura del peronismo, Randazzo necesita diferenciarse de Cristina, ponerla sobre el ring. Al mismo tiempo, necesita tomar distancia del discurso kirchnerista, que también apuntará contra Macri, razonan cerca del ex ministro. En el campamento de Randazzo resumen la estrategia dialéctica con un eslogan: "Votar contra La Cámpora en agosto y ponerle un freno a Macri en octubre".
La definición de candidatos
Reclamar que las candidaturas se definan en las PASO es hasta ahora el principal pilar de la campaña de Randazzo.
Si prosperara ese mecanismo, y no la lista de unidad que promueve el kirchnerismo, el ex ministro de Transporte enfrenta dos escenarios posibles: una interna contra Cristina Kirchner, con la ex presidenta como clara favorita, o una disputa con el candidato que ella designe. Si el panorama fuera el segundo, cerca de Randazzo ven a Daniel Scioli y creen que frente a cualquier otro candidato las chances del hombre de Chivilcoy aumentan sustancialmente. Aunque en las últimas semanas circuló la versión de un acuerdo con Sergio Massa, esa amalgama nunca fue más que una presunción.
"Las PASO no son negociables. Tenemos los fiscales, los avales y la decisión de dar la pelea. El kirchnerismo no tiene margen para negarnos la interna", aseguran los laderos de Randazzo. Dicen tener espaldas para armar listas propias en todos los distritos de la provincia.
Massismo: en busca de un camino propio
Por Marcelo Veneranda
Los protagonistas
Sergio Massa sigue siendo la referencia central en el Frente Renovador, característica que profundizó desde 2013, pero por primera vez acudirá a una elección bonaerense de la mano de un socio con votos propios y una trayectoria ajena al universo peronista o kirchnerista: Margarita Stolbizer. Con menos estructura territorial que otros años en el conurbano, el tigrense tendrá, esta campaña, un par con quien compartir o alternar presencias en medios y recorridas.
La llegada de la líder del GEN y su historial como opositora del PJ fue la excusa elegida por algunos dirigentes, como el sindicalista Héctor Daer, para dar el portazo y pelear la interna del peronismo con Florencio Randazzo. También, el argumento de algunos intendentes para no volver con Massa. Aunque esa nostalgia peronista es real en algunos casos, las razones de las idas y venidas son en general más sencillas: cortocircuitos personales con el tigrense, disputa por lugares en las listas y las encuestas que anuncian una polarización entre Cambiemos y el kirchnerismo.
De la mano de esas mismas encuestas, que siguen mostrando a Massa y Stolbizer por encima de los candidatos anotados, el tigrense espera terminar de convencer a algunos que hoy no se definen. Si el kirchnerismo neutraliza o asfixia la aventura de Randazzo, también podría convertirse en una opción para los dirigentes y votantes peronistas deseosos de mantener a Cristina Kirchner en el pasado.
El tridente que sostiene a Massa no ha cambiado demasiado: Graciela Camaño en el Congreso, Raúl Pérez como operador en el territorio y un equipo técnico y económico para formular propuestas.
La postura
Massa y Stolbizer definieron hace meses que su campaña pasará por las propuestas y ya comenzaron a desandar ese camino: a fines de abril lanzaron "Bajemos los precios" y el jueves que viene, además de presentar el "espacio" en común durante los festejos del 25 de Mayo, anunciarán su segunda iniciativa, centrada en el empleo.
El problema que enfrentan es que también definieron hace tiempo su posicionamiento: transitar una avenida del medio que presentan como "ancha" y habitada por un conglomerado de votantes disconformes con el presente y el pasado, pero que el Gobierno y el kirchnerismo se esfuerzan por achicar día a día, subiéndose a un ring en el que no queda margen para un tercero. Ni siquiera para un árbitro.
La suerte de Massa y Stolbizer depende de que su campaña -o la realidad económica y social- pueda romper esa polarización.
La definición de candidatos
No sobra el misterio: si Cristina Kirchner se convierte en candidata, Massa y Stolbizer también lo harán. Si comparten la boleta de senadores, faltará definir el rostro del primer candidato a diputado. ¿Se habrá ganado ese lugar Felipe Solá, luego de amagar con irse con Randazzo, que le guardaba ese espacio? También suenan Daniel Arroyo y Roberto Lavagna, sobre todo para una campaña centrada en la economía.
Massa y Stolbizer también intentarán definir sus candidatos locales a último momento, para abreviar negociaciones y pagar enojos una sola vez. Nadie abona que haya internas, algo que se facilitó porque, tras la sangría que sufrió en 2014, Massa decidió dejar de prometer candidaturas a cada nuevo aliado y apostar por un único referente en cada distrito. Hacer que congenien peronistas, ex radicales (del GEN) y otros aliados (como Libres del Sur) no será fácil.
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