Para el Gobierno, el fuerte acatamiento se debió a la ausencia de transporte público
Tras el cuarto paro desde que asumió en 2015, el gobierno de Mauricio Macri consideró que la medida de fuerza se sintió mucho en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires, pero más por efecto de la huelga de transporte que impidió a muchos trasladarse hacia sus lugares de trabajo, aunque destacó un fuerte presentismo en el comercio y en la industria.
Según pudo saber LA NACION de altas fuentes oficiales, el ministro de la Producción, Dante Sica , y el secretario de Trabajo, Jorge Triaca , continuarán con canales abiertos con la conducción de la CGT . En ese sentido, reabrirán las negociaciones paritarias por la alta inflación, aunque descartan un plan antidespidos como pide la central obrera.
En la Casa Rosada marcaron diferencias entre dos sectores sindicales: duros y dialoguistas. Retomarán el diálogo con el triunvirato de la CGT, que integran Juan Carlos Schmid , Carlos Acuña y Héctor Daer, el sector más racional más allá de las críticas de ayer.
Pero existe fuerte malestar luego del acto que anteayer encabezaron las dos CTA, de Pablo Micheli y la de Hugo Yasky , junto a sectores kirchneristas y dirigentes camioneros que responden a Hugo y a Pablo Moyano . "O sea, cae este modelo o estos tipos dejan el Gobierno", había dicho Micheli. Un desafío que cayó muy mal en el entorno de Macri.
Con ese sector del sindicalismo, los puentes están absolutamente rotos. "Hicieron un acto político y con ellos no parece haber diálogo posible", señalan en la Casa Rosada. Participaron allí Daniel Catalano (ATE Capital), Sergio Palazzo (La Bancaria), Roberto Baradel (Suteba), Juan Carlos Alderete (CCC) y Sonia Alesso (Ctera), entre otros.
"Si no hubiese habido paro de transporte no se hubiese notado la huelga. Sica recibió mensajes del comercio y de las industrias del interior con un presentismo de 60, 70 u 80% en las fábricas, tanto en alimentos como en gráficos, por ejemplo", señaló un funcionario que recibió informes de Producción, aunque aseguraron que no existen mediciones oficiales.
Unos de los temas que sirvió para enturbiar más la jornada, mientras el Presidente estaba en Nueva York para hablar ante la Asamblea de las Naciones Unidas, fue la renuncia de Luis Caputo a la presidencia del Banco Central. Ello generó un clima enrarecido en la Casa Rosada. Hubo amagues de una conferencia de prensa, referida al paro, que al final no se produjo tras conocerse la renuncia de Caputo. Con el paso de las horas, el ánimo mejoró con la confirmación de Macri, desde los Estados Unidos, acerca de que hoy se anunciará el acuerdo de renegociación con el FMI.
"En la ciudad hubo comercios abiertos y circulaban taxis. No era un domingo, pero sí un sábado movido", dijeron en la Casa Rosada, pese al vacío total en las calles.
"La gente quería ir a trabajar, porque no es favorable al paro, y muchos sectores medios vieron muy mal el discurso de Micheli en el acto de ayer (anteayer)", dijo a LA NACION un alto funcionario. No obstante reconocían que en el sector público el acatamiento fue del 90 por ciento.
Sica y Triaca seguirán dialogando con la CGT, y ambos prevén la reapertura de paritarias de cada sector según sus últimos aumentos salariales y la inflación de 2018, que se estima entre 36 y 40% al terminar el año. "La idea es que no se pierda poder adquisitivo entre enero y abril", señalan en Balcarce 50.
"Nuestro foco es el crecimiento y en los últimos meses tuvimos que preservar puestos de trabajo", señalaron cerca de Triaca. Desestimaron así "un acuerdo o pacto antidespidos: no está en la agenda porque nunca dieron resultado".
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