Máximo Kirchner: "Quieren a Cristina a disposición del Ejecutivo"
Sin Cristina Kirchner , pero con su hijo como figura central, las tribus que integran Unidad Ciudadana se congregaron ayer en Ensenada para celebrar un plenario de la militancia. A cargo del cierre, Máximo Kirchner puso el foco en la política económica de Mauricio Macri , enumeró sus promesas de campaña incumplidas y advirtió sobre un final violento para Cambiemos. "Este modelo económico está agotado y solo va a cerrar con represión", alertó.
Pese a ese foco y la convocatoria, sobre el final, a construir "un frente policlasista" para enfrentar a Cambiemos y "reconstruir" el país, las alusiones a los cuadernos de las coimas revelados por LA NACION y la ola de detenciones que apuntan al corazón del kirchnerismo sobrevolaron todo su discurso.
"Macri no va a modificar la realidad con perseguir. Podrá hacer con nosotros lo que quiera y vemos que hace lo que quiere: el emperador dice 'Cristina' y ahí sale corriendo el partido judicial", señaló, para insistir: "La idea es poner a Cristina a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, como en las viejas épocas".
Desde el vamos, la sola mención de Máximo a su madre desató el primer coro: "¡Che gorila che gorila, no te lo decimos más, si la tocan a Cristina, que quilombo se va a armar!". Un clásico del kirchnerismo, que cobra renovada actualidad en estos días.
Otra constante en su discurso fue la crítica a los medios de comunicación que, dijo, negocian la realidad "con la sangre de los argentinos". Sostuvo que los medios "extorsionan" a los gobiernos y puso como ejemplo la reciente autorización para que Clarín compre Telecom. Olvidó la fusión Cablevisión-Multicanal, aprobada por su padre.
"Esto es la realidad, que no la tapen más: hay millones de argentinos que la están pasando mal", dijo. Y retornó sobre Cambiemos: "Se han ido en promesas y mentiras custodiados por los medios. Han trabajado sobre las expectativas de la gente. ¡Los han engañado y estafado!".
Las iniquidades presupuestarias entre la Capital y el interior, el ingreso de los jubilados, la fuga de dólares, la crisis industrial y comercial, el impacto del ajuste y de los condicionamientos del FMI fueron estructurando su discurso y sus dardos contra Macri, que alcanzaron también a María Eugenia Vidal, sus hospitales y escuelas. "No se explica tanto odio y desprecio por aquel que no vivió en Barrio Parque", resumió.
En la previa del cierre, se leyeron las conclusiones de los plenarios y se pidió por la libertad de Julio De Vido , Amado Boudou y Milagro Sala . También por el aborto legal, seguro y gratuito. Abundaron los guiños al lenguaje inclusivo: las fórmulas "todos, todas y todes" (pese a que supuestamente redundan) o "compañeros, compañeras y compañeres", se repitieron todos los discursos.
Recibidas por el intendente anfitrión, Mario Secco, las figuras de Unidad Ciudadana encabezaron los debates: por allí se pudo ver a Carlos Zannini , Oscar Parrilli y a los diputados Agustín Rossi,Axel Kicillof , Eduardo "Wado" De Pedro, Andrés "Cuervo" Larroque y Mayra Mendoza. También al intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, a Martín Sabbatella, Sergio Urribarri y Luis D'Elía, entre otros.
Sin cuadernos en el conurbano
Una de las presencias más significativas fue la de los intendentes del PJ bonaerense, que desde hace meses intentan fortalecer un armado propio que no responda linealmente a los designios de Cristina. Pero ni el affaire de los cuadernos los hizo dudar de asistir al plenario: nadie mide tanto en sus distritos como la expresidenta, a la que la mayoría quiere ver en 2019 como candidata.
El grupo, que ayer juntó a 21 intendentes, tiene como líderes institucionales al presidente del PJ bonaerense, Gustavo Menéndez (Merlo), y su vice, Fernando Gray (Esteban Echeverría). Menéndez no fue a Ensenada, lo que disparó todo tipo de conjeturas, elevó la figura de Gray como articulador y despejó el camino para que Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) asome en soledad como figura del conjunto para 2019.
Los matanceros Verónica Magario y Fernando Espinoza, que también aspiran a la gobernación y pueden presumir de un vínculo directo con Cristina, llegaron por las suyas.
El grupo de los 21 compartió un asado antes de partir para Ensenada y anunció su llegada con una foto coral. La nota de color de esa postal fue la abundancia casi macrista de camperas Uniqlo, pero el foco era otro: allí posaban caciques con millones de votos bonaerenses.
Para la mayoría de los intendentes bonaerenses, pero particularmente para quienes están cruzados en su territorio por el segundo y tercer anillo del conurbano, la historia de los cuadernos de las coimas no es parte de la ecuación electoral. Es un problema de otro universo. Una historia "de la tele, no de la calle".
"Cristina en mi distrito tiene 40 puntos de intención de voto: Macri apenas araña los 24. Y es una encuesta de esta semana, con los cuadernos en todos los canales", señaló uno de los intendentes en Ensenada.
"Para mis vecinos el problema es la crisis económica que desborda, los puestos de trabajo que se pierden y las jefas de hogar que tienen que elegir entre comprar comida o pagar la luz. Esa es la realidad acá, lo que perfora todos los días. No los cuadernos", sintetizó otro.
Dos urgencias destacan entre estos caciques del conurbano. La primera pasa por abastecer los comedores, que empiezan a recibir a familias completas, no solo a niños. "En agosto estoy gastando el presupuesto de alimentos previsto para todo el año", indicó un intendente.
La segunda urgencia pasa por terminar de relevar el estado de las escuelas y calmar los temores de docentes y padres tras la explosión en Moreno, que dejó dos muertos. "Si esperamos a que llegue la provincia, llegamos tarde", concluyó la fuente. Y partió al encuentro con Máximo Kirchner.