Messi no cumplió con su palabra, menos mal
El día que el capitán renunció a la selección y a muchos se les vino el mundo abajo
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“Ya está. Se terminó para mí la selección, son cuatro finales. Es por mi bien y por el de todos, porque muchos desean esto”, dijo Lionel Messi, tras el último partido de la Copa América en Estados Unidos. No la de ahora, claro, la del Centenario, en 2016. Les hablaba a algunos periodistas y a muchos hinchas que se cansaron de criticarlo por “no cantar el himno”, “no tener liderazgo” o “no ser como Maradona”. “No se pone el equipo al hombro”, decían.
El seleccionado había caído por segunda vez consecutiva frente a Chile en una instancia decisiva. ¿Messi hablaba desde el enojo? Puede ser. Pero ese día, el 10, el mejor del fútbol mundial (entonces y aún ahora) le decía adiós a la camiseta de la selección. Muchos argentinos merecían que el capitán cumpliera con su palabra. Pero por suerte, generoso, Messi no lo hizo.
El domingo, Messi batió todos los récords con la camiseta nacional. Levantó la segunda Copa América al hilo y en el medio coronó a la Argentina campeona del mundo en Qatar. Todo esto, sin pasar por alto la Finalissima, los 109 goles y tantos otros hitos.
Y aquellos que lo cuestionaban, al menos en su mayoría, hicieron como si nada. Por supuesto, no se les podrá negar el festejo.
Menos mal que Lionel no cumplió con su palabra. Lo que nos hubiéramos perdido. Lo que él se hubiera perdido.