Desde chico, Nicolás Mulcahy estuvo en estrecho contacto con la naturaleza. Su vida en la estancia Mainumbi (que significa "colibrí" en guaraní), en la localidad de 9 de Julio, le permitió apreciar de cerca la interacción entre las plantas y las mariposas y aves. Hoy, en ese mismo lugar, lleva adelante un proyecto conservacionista a través del cual busca crear hábitats para estos atractivos insectos alados, cultivando las plantas que necesitan para sobrevivir.
Más acá en la historia, hace unos ochos años, algo le llamó la atención a Nicolás del parque que tan bien conocía y que había sido su campo de exploraciones naturalistas de la infancia. Con su capacidad de observación entrenada desde niño, notó que en el parque había una notoria ausencia de mariposas, algo que, sabría más adelante, es un efecto colateral de la agricultura intensiva, el uso de plaguicidas y la destrucción de sus hábitats.
Aquel descubrimiento encendió en él el impulso por hacer algo para protegerlos. Y comenzó por investigar. Una vez que estuvo munido de información, dispuso en el parque las especies de plantas específicas que atraen mariposas y así creó un espacio adecuado para que ellas tuvieran todo lo necesario para alimentarse, crecer y poner sus huevos, desde la primavera hasta el otoño. Le llamó a ese trabajo Proyecto Mainumbi.
"Nuestro objetivo inicial de establecer un área de repoblación de mariposas autóctonas –tan deteriorada a través de los años desde mi juventud– se convirtió en un proceso dinámico. Reconocimos que había que establecer áreas con superficies de dimensiones eficaces, con incorporación de las plantas esenciales. Esto nos llevó a conjugarlo con lo que llamamos praderas naturalizadas, siguiendo un ‘brote verde’ en la tendencia del paisajismo actual", contó Nicolás Mulcahy a la revista Jardín.
Además de atraer mariposas, su trabajo derivó en otros beneficios ambientales, porque como consecuencia de la introducción de determinadas plantas, atrajo también a cuises, hurones, peludos y aves que habían dejado de verse con frecuencia en la zona.
"Creo que esto será un largo proceso de prueba y error, desarrollo de sistemas, de selección e integración de especies de plantas y su incorporación en los ambientes. Hoy la superficie de hábitat que tenemos es cercana a 1,5 hectáreas, la dimensión del esfuerzo que venimos llevando adelante".
Seis preguntas para un experto
-¿Cuál es el concepto de hábitat para mariposas?
-Un hábitat es donde las especies de fauna y flora que lo componen encuentran condiciones adecuadas para sobrevivir y reproducirse. Tiene un significado implícito, que indica que existe cierto equilibrio entre las especies que lo componen. Las mariposas, dentro de sus hábitats, son parte de un sistema ecológico y constituyen un eslabón de la cadena alimenticia. Dentro de esa cadena, están ubicadas en la parte inferior. Por ese motivo, son más susceptibles a los cambios que puedan existir dentro de sus hábitats. Un hábitat, para constituirse como tal, debe existir un adecuado número de plantas hospederas, donde las mariposas ponen sus huevos y las orugas comen sus hojas.
¿Qué otros componentes son necesarios para eso?
-Debe contener también plantas nectaríferas que les proveerán de energía, además de otras fuentes proveedoras de proteínas (polen), minerales y agua. Es importante destacar que cada especie de mariposa tiene su planta hospedera específica.
-¿En qué se diferencia un hábitat de un jardín para mariposas?
-Un jardín de mariposas difícilmente pueda constituir un hábitat, pero sí puede ser parte de uno. Es el principal objetivo cuando promocionamos la implantación de "jardines para mariposas". Es útil hacerlo en parques, quintas, patios, y donde más encontramos capacidad de absorción y concientización: en los colegios.
-¿Pueden utilizarse plantas hospederas introducidas desde otras regiones?
-Sí. Las mariposas usan familias de plantas como hospederas; no distinguen entren nativas y exóticas, mientras contengan las sustancias esenciales con las cuales han desarrollado sus mecanismos de defensa. Es obvio que siempre se deben priorizar las plantas nativas, ya que se adaptan mejor a las condiciones del lugar donde se desarrollaron. Pero no soy fundamentalista en este tema. Priorizo las necesidades de armar buenos hábitats.
-¿Qué factores afectan el hábitat incidiendo en la población de mariposas?
-Son generalmente producidas por el hombre. La alteración de las superficies de los hábitats en su masa crítica, el uso de plaguicidas, la incorporación de predadores foráneos, la alteración de condiciones climáticas, los residuos industriales, etc., son factores nocivos, tanto para las plantas como para el resto de los seres vivos. La mayoría de los planteos de urbanización, estructuras viales, parques industriales, no tienen en cuenta factores ecológicos
-¿Cómo se relaciona el concepto de masa crítica con el número de plantas hospederas?
-La masa crítica es la que establece un volumen o cantidad de plantas nutricias (hospederas y nectaríferas) que mantenga el equilibrio entre las especies de mariposas y sus predadores. Se logra constituyendo reservas ecológicas, manteniendo o creando corredores biológicos, o con la simple concientización de comunidades. Una planta en un solo jardín no es lo mismo que cien plantas en cien jardines cercanos. Rara vez una mariposa que visita un jardín nació allí.
Si querés saber más sobre cómo atraer aves, colibríes y mariposas a tu jardín, no te pierdas la edición especial Nº 56 de Jardín, que acaba de salir y ya está en los kioscos.
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