Con la reivindicación de los blancos diferentes y creativos, y la aparición de cepajes poco conocidos en el país (Albariño, Ugni Blanc, Chenín y Palomino), sumados al renacer del Semillón y el auge absoluto del Sauvignon Blanc, el espectro y las posibilidades de los consumidores son cada vez mayores.
A mediados de los 90, los vinos blancos empezaron a transitar un camino de ascenso que en los últimos años se incrementó a un mayor número de etiquetas. Muchas bodegas trabajan en rescatar uvas autóctonas, e invierten en infraestructura y tecnología y en recobrar antiguas técnicas de elaboración; por eso, la oferta se amplificó, gracias a la diversidad de propuestas que sorprenden por su calidad. La estación del año y el momento para beberlos son detalles para considerar; en verano, nos dejamos seducir por vinos de acento ácido en todos sus estilos.
Colomé Sauvignon Blanc 2019
Bodega Colomé, Salta, $1400
Un blanco distinto elaborado con uvas Sauvignon Blanc cultivadas en uno de los viñedos más altos del mundo, el Alto Valle Calchaquí, a 3000 metros, del que sólo se elaboraron 7730 botellas. Elegante, de aromas y sabores cítricos y vegetales, buen cuerpo y mucha acidez, tuvo 8 meses de crianza sobre borras finas (75% en tanque y 25% en roble francés de 3° y 4° uso) y se destaca por su perfil exótico y larguísimo final.
Alma Negra 2018
Bodega Domaine Alma Negra, Mendoza, $1100
Este blend es un molde fiel de lo que debe ser un blanco de alta calidad. Elaborado con uvas del Valle de Uco, el 70% del vino tiene un paso por barrica francesa y americana de 12 meses. Sobre el corte, es secreto: no saber las variedades de uvas es la esencia de la bodega, y sobresale por sus aromas a hierbas frescas, frutas cítricas y notas mentoladas, sumadas a un paladar fluido con firme acidez y el aporte del terruño mineral.
Andeluna Semillón 2020
Bodega Andeluna, Mendoza, $1100
Nuevo Semillón elaborado con uvas de Gualtallary, Tupungato, a 1300 msnm, es un rescate a esta variedad tan apreciada en todo el mundo. Fresco y aromático, su sabor recuerda a frutas tropicales y flores blancas, y su suave estructura invita a disfrutarlo con quesos azules o frutos de mar. Es tan versátil que también acompaña desde carnes grilladas hasta pastas. No tuvo ningún contacto con la madera y es un vino moderno para disfrutar en verano.
Textual Albariño Innovación Extrema 2020
Bodega Santa Julia, Mendoza, $650
Otro nuevo vino único en su estilo. Se produce con uvas Albariño cultivadas en el Valle de Uco; tiene carácter frutal, aromas cítricos y tropicales, volumen y una equilibrada acidez, digna de destacar. Es refrescante sin ser invasivo, con una marcada personalidad al mismo tiempo que un perfil bajo y definido. No tuvo paso por barrica, es delicado y mucho más rico con tortilla española, rabas, gambas al ajillo y todo tipo de frutos de mar.
Cara Sucia Blanco legítimo 2020
Bodega Durigutti Family Winemakers, Mendoza, $490
Los hermanos Héctor y Pablo Durigutti elaboran este blanco delicioso con uvas Palomino, Pedro Ximénez, Ugni Blanc, Chenín, Moscatel y Sauvignonese de viñedos orgánicos de Rivadavia (este mendocino), sin contacto con el roble, sin filtrar ni clarificar. Sorprende por su estilo simple y frugal, donde se siente la frescura de la fruta, y aromáticamente impacta con su intensidad y sabor cítrico y mineral. Ideal para la mesa diaria.