Superación personal: ¿Siempre hay una manera de ganar?
Debemos enfocarnos siempre en realizar nuestro máximo esfuerzo, es decir, en dar lo mejor que cada uno puede dar
- 3 minutos de lectura'
Frente a esta pregunta, la respuesta es un sí rotundo. Y te contaré por qué. Cuando trabajaba en “Atlas, la otra pasión”, un equipo de la 4ª división, les preguntaba a los jugadores: “¿Cuál es el objetivo del partido?”. Muchos de ellos respondían, como lo hacen la mayoría de los deportistas: “¡Ganar!”.
Sin embargo, ganar es aleatorio. Un triunfo en el deporte depende de varios factores: cómo juega el otro equipo, el clima, el estado de ánimo de los jugadores, el referí, etc. Es decir, que el objetivo no debería ser ganar, ya que hay ciertos elementos que escapan a nosotros. Es por ello que el objetivo debe ser dar siempre lo mejor.
Si tu hijo obtuvo un diez en la escuela, no lo felicites por la nota. Preguntále: “¿Diste lo mejor que pudiste dar?”. Si te dice que sí, entonces felicitálo. Y, si se saca un cuatro, preguntále también: “¿Diste lo mejor que podías dar?”. Si su respuesta es afirmativa, felicitálo por su actitud, por haber hecho el máximo esfuerzo. Porque, aunque no ganemos la “copa externa”, siempre habremos ganado con nosotros mismos.
Dar lo mejor de uno mismo nos conduce a seguir creciendo, a procurar un resultado mejor; pero no partiendo del objetivo de ganar, sino reflexionando con los siguientes interrogantes:
¿Hice mi máximo esfuerzo?
¿Lo hice con la mejor intención?
¿He sido la mamá, el empleado, el jefe, el amigo, etc., que dio lo mejor de sí?
Entonces, aunque pierda, ya gané.
En una oportunidad, un estudiante universitario presentó una monografía. Al devolvérsela, el profesor le escribió: “¿Es esto lo mejor que usted puede hacer?”. De modo que el joven se llevó su trabajo, lo mejoró y volvió a presentarlo. Al otro día, cuando la retiró, leyó que decía nuevamente: “¿Es esto lo mejor que usted puede hacer?”.
A esta altura, un poco enojado, regresó, tomó la monografía, la mejoró y a los dos días la volvió a presentar. El profesor volvió a escribir lo mismo: “¿Es esto lo mejor que usted puede hacer?”. Muy molesto con la situación, la mejoró una vez más, pero esta vez decidió encarar al profesor y le dijo: “Profesor, acá está mi monografía; esto es lo mejor que yo puedo hacer”. Entonces, el profesor lo miró y le preguntó. “¿Esto es lo mejor que usted puede hacer?”. El joven le dijo: “¡Sí!”. El hombre le respondió: “Entonces, ahora sí la voy a leer”.
Debemos enfocarnos siempre en realizar nuestro máximo esfuerzo. Es decir, en dar lo mejor que cada uno puede dar. Pero aquí es oportuno aclarar que mi máximo quizás no sea igual al de otra persona. Por esta razón, es totalmente inútil compararnos con otros (padres, por favor, ¡no comparen a sus hijos!). Lo único que arroja resultados positivos es ubicarse en el propio máximo y dar hasta donde uno es capaz de dar.
Si has hecho lo mejor que podés hacer, según el nivel de tu fuerza y el momento evolutivo que estás transitando, entonces, deberías sentirte contento. Esto no significa que te quedes a vivir ahí y desistas de la mejora continua. Pero no compitas con nadie; por el contrario, procurá solo superarte a vos mismo, desde una postura de paz y de saldo con vos mismo.
De esa forma, si en alguna ocasión, las cosas no salen como lo esperabas (no recibís el primer premio), aun así, habrás ganado y disfrutarás de calma y contentamiento con vos mismo. Hoy por hoy, la mejor sensación interna que podemos experimentar.
Otras noticias de Trends
Más leídas de Lifestyle
“Para vivir 100 años”. El secreto del desayuno de Valter Longo, experto en longevidad
Se terminaron las dudas. Cuántas calorías tiene una palta y cuál es la cantidad recomendada para comer en una dieta balanceada
Según expertos. Cuáles son los alimentos que ayudan a reducir la flacidez corporal
Modo selfie. Máxima volvió a salirse del protocolo y tuvo una divertida actitud durante una actividad