Se mudaron a la casa de sus sueños, pero en las paredes se escondía una amenaza silenciosa
Una pareja halló la propiedad que buscaba pero, para su desgracia, en las paredes había miles de abejas; ahora, deberán pagar US$12 mil para quitarlas
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Cuando Sara Weaver y su esposo compraron su casa soñada en Filadelfia sabían que el lugar necesitaba un poco de amor y de cuidados adicionales, pero de lo que no tenían idea era de que aproximadamente 450 mil abejas habían estado viviendo entre las paredes durante 35 años.
Weaver compró la casa de campo en diciembre y le dijo a CNN que la vendedora les había aclarado que había abejas en las paredes, pero como la pareja adquirió el nuevo hogar en invierno, las abejas no parecían representar una gran amenaza al momento de la compra.
“En el aviso de la vendedora decía ‘abejas en la pared’ y eso fue todo. No hice preguntas sobre el tema, primero porque no las vimos y segundo porque estábamos anonadados con el hecho de haber encontrado una casa dentro del distrito escolar a un precio que podíamos pagar. No pensé que sería un problema tan grande. Ni siquiera se me pasó por la cabeza, pero cuando llegó la primavera empezamos a verlas”, contó Weaver.
“El marido de la vendedora falleció y no estoy segura de qué sucedió exactamente, pero ella no vivía más allí. La casa estaba en terribles condiciones”, dijo la compradora. “Estaba todo tan sucio y, ahora que lo estoy pensando, originalmente pensé que solo suciedad lo que encontré en las ventanas que limpié, pero probablemente era miel porque había marcas de goteo”.
La pareja no hizo una inspección de la casa. Weaver admite que probablemente deberían haber optado por una, pero ella y su esposo habían estado esperando pacientemente a que una casa en el vecindario llegara al mercado, así que cuando la granja apareció en su radar aprovecharon la oportunidad.
Ahora, esa oportunidad les está costando casi doce mil dólares en remoción de abejas y reconstrucción de la casa. Después de buscar por todas partes a la mejor persona para realizar el trabajo, los Weaver encontraron a Allan Lattanzi, un contratista general y apicultor profesional experimentado en el área.
Cuando Lattanzi fue a la casa supo que había estado allí antes. Lo habían llamado hacía cuatro años, pero el dueño anterior no pudo asumir el costo del trabajo por lo que dejó allí a las abejas y terminó vendiendo la casa.
Lattanzi estima que había 450 mil abejas viviendo dentro de las paredes de la granja y trasladó tres panales a Yerkes Honey Farm, su granja.
En el transcurso de una semana, Lattanzi quitó todas y cada una de las baldosas de la parte de la casa que ocupaban las abejas, pisando con cuidado para no dañarlas, y dar con la reina, que encontró el viernes.
Actualmente, los Weaver están alquilando la casa con el plan de mudarse allí algún día. Los inquilinos actuales todavía no han reportado haber visto miel goteando por las paredes. “Las abejas fueron dóciles considerando que era una colonia instalada allí durante mucho tiempo. En estos casos, suelen estar a la defensiva. En general, cuando hago este tipo de trabajo, las abejas me atacan, pero la mayoría de estas chicas eran bastante sumisas. A lo largo de todo el proceso, es posible que solo me hayan picado cinco o seis veces”, concluyó Lattanzi.
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