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El salmón clásico es muy fácil de cocinar y siempre sale bien. Casi no tiene secretos, no se deshace al cocinarlo y siempre tiene un sabor con un sello propio de distinción.
Aunque muchos estudios científicos indican que este pescado no sería tan saludable como se creía y, pese a la voz de chefs y activistas ambientalistas que alertan sobre los riesgos de su consumo a escala industrial, el salmón rosado se mantiene como un favorito de los consumidores.
Más allá de la discordia, siempre nos queda el salmón blanco que permanece fuera de cuestionamientos y muchos otros pescados, quizá no tan carnosos y grasos, pero que se pueden elegir como alternativa.
3 recetas para cocinar el salmón fresco
Una forma muy fácil e infalible de cocinar el salmón (y cualquier otro pescado) es en papillote, un envoltorio de papel aluminio que hace que la carne se cocine en su propio jugo, con los líquidos agregados y por acción del vapor. Esta Receta de Salmón con salsa de aceitunas no falla jamás y es apta para principiantes y expertos.
Para hacer un plato que les guste a los más chicos, que aman comer con la mano, esta Receta de Salmón rosado con crocantes croquetas de cereales, es una opción fácil y rica.
Quienes tienen buena mano para cocinar pescado y ya cuentan con práctica van a encontrar en esta Receta de Salmón rosado al vapor seco con cous cous y almendras, un plato diferente, exótico para encantar a los invitados.
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