Algunos datos y anécdotas para conocer más sobre el famoso actor de cine para adultos italiano que tiene, a partir de este miércoles, su propia biopic en la plataforma de streaming
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El italiano Rocco Tano, conocido artísticamente como Rocco Siffredi, trabajó durante tres décadas como protagonista de películas triple X. A lo largo de los años, se convirtió en ícono de la industria del cine de adultos y en el actor más popular en este particular rubro. Una verdadera leyenda del porno. A tanto ha llegado su fama, que el míercoles pasado Netflix lanzó una bioserie sobre su vida. Esta producción, llamada Súpersex, cuenta los orígenes y la carrera del intérprete que filmó más de 1400 cintas de contenido sexual explícito y que hoy, a punto de cumplir 60 años, se encuentra retirado de la actuación, pero continúa ligado a la industria del cine adulto con su propia productora.
Nacido en el pequeño pueblo de Ortona, sobre las costas del mar Adriático, en Italia, el 4 de mayo de 1964 con el nombre de Rocco Tano, la vida y la obra de quien fuera llamado en la industria del triple X como ‘el semental italiano’ tiene momentos y anécdotas que son dignas de repasar. De este modo, se puede tener una imagen más completa sobre este personaje que dejó su marca en el cine de adultos y que hoy vuelve a estar en el centro de la escena.
Su madre soñaba con un hijo cura
Rocco nació y se crio en el seno de una familia humilde. Fue el anteúltimo de los seis hermanos de Gennaro, empleado público, y Carmela, un ama de casa abnegada que comía las sobras del día anterior para que sus criaturas pudieran tener alimentos frescos. Como el adolescente que se convertiría más adelante en estrella del porno ejercía la función de monaguillo en la iglesia San Giuseppe de Ortona, Carmela soñaba con que su hijo fuera cura. Pero cuando Rocco conoció por primera vez el sexo, a los 13 años y con una mujer de 25, se esfumó toda ilusión de que tomara la vía eclesiástica. De todas formas, el vínculo del actor con Carmela jamás se desvirtuó. Fue un hijo agradecido. Para ella fue el primer dinero que él ganó mucho antes de ser actor, tres dólares por limpiar una playa de Ortona. Y más adelante, cuando se convirtió en estrella de triple x, le dio a su mamá la mitad de su salario hasta el año 1991, en que ella murió.
El ídolo que lo introdujo en la industria
El mundo de las relaciones explícitas subyugó a Rocco desde una edad temprana. Ya a los 12 años era fanático de una revista de fotonovelas eróticas llamada Supersex, no por casualidad, el mismo nombre de la serie que hoy cuenta su vida. Allí, su máximo ídolo era Gabriel Pontello, un actor porno francés que interpretaba a un extraterrestre del planeta Eros dedicado a tener encuentros sexuales de todo tipo con mujeres terrestres. “Siempre supe que este era el mejor trabajo al que podía aspirar”, dijo Siffredi en una entrevista con el diario español El Mundo. Rocco viajó a París a los 18 años para trabajar como modelo y allí conoció poco después al mismísimo Pontello en un club de encuentros sexuales de la ciudad luz. Y fue su héroe de la adolescencia el que lo introdujo en el mundo del triple X, conectando al futuro actor porno con productores de la industria. Rocco tenía 20 años y empezaba a erigir una carrera pletórica de éxitos. Fue entonces cuando optó por cambiarse de apellido, y tomó para ello el del personaje del gánster Roch Siffredi, que interpretaba Alain Delon en el filme Borsalino, del año 1970.
Su herramienta de trabajo
“Sé que cuando trabajo, en realidad somos dos los que estamos trabajando: mi pene y yo. Los dos somos famosos; no solo yo, también él”, dijo Rocco Siffredi, en una entrevista para la compañía de medios Vice. Con esto, la estrella de filmes como Curse of Catwoman o Erotic Dorian Gray estaba planteando, sin ambages, dónde radicaba la razón verdadera del éxito de su carrera en una industria donde es vital tener una buena disposición anatómica. El tamaño importa. En diferentes declaraciones, Siffredi dio distintas medidas. A través de los años, acusó 23, 24 y 26 centímetros.
Era un trabajo arduo: en su apogeo, requería la grabación de al menos dos escenas explícitas por día, unos 25 días cada mes. Semejante exigencia y un par de accidentes laborales (que incluyeron una mordida por parte de una colega y la picadura de una avispa en una escena campestre) llevaron al actor a exigir a los productores, antes de cada rodaje, un seguro para su herramienta de trabajo por 600.000 euros.
Secretos para mantenerse en forma
En la cúspide de su carrera, Siffredi se destacaba por su porte atlético y por soportar sesiones de filmación que podían llegar a durar hasta ocho horas. El actor atribuía estas características de su performance al hecho de haber encontrado un buen “equilibrio psicofísico”. “Cuando tenés el cerebro lleno de problemas, la cosa no funciona. El secreto es intentar conocerte a vos mismo”, decía. Claro que también, más allá de lo psicológico, la estrella del triple X contaba con otros tips para permanecer en buen estado. Por ejemplo, desayunaba diez yemas de huevo (”aportan pura proteína”) y consumía energéticos batidos de fruta. “No fumo, no bebo, no salgo por las noches. Me siento afortunado porque mi metabolismo rechaza drogas y alcohol”, añadía el italiano en su entrevista con diario El Mundo.
Su historia de amor con Rosa Caracciolo
“Sabés cómo tener sexo pero no sabés cómo hacer el amor”, le dice un personaje femenino a Alessandro Borghi, el actor que interpreta a Rocco Siffredi en Supersex. Pero la estrella del porno, que a lo largo de su carrera tuvo relaciones con más de 4000 actrices, un día encontraría a la mujer de la que se enamoraría perdidamente, y con la que formaría una familia. Fue en 1993, durante la entrega de unos premios al cine triple X en Cannes, Francia. Allí, no como actriz sino como promotora, se encontraba Rosa Tassi, una modelo que había sido elegida en 1990 en su país como Miss Hungría. Siffredi la vio y sintió fuerte el flechazo. De inmediato la invitó a protagonizar su siguiente película, una parodia pornográfica de El guardaespaldas. Ella aceptó, pero puso como condición que solo tendría escenas con él. A partir de allí, la mujer, que se puso de apellido artístico Caracciolo protagonizó varias películas para adultos con el hombre que pronto se convertiría en su marido. Actualmente, Rocco y Rosa viven en Budapest, la meca de la industria porno, donde él está al frente de su propia productora. El matrimonio tiene dos hijos: Lorenzo, nacido en 1996 y Leonardo, en 1999.
Una carrera y tres retiros
A Siffredi le costó culminar su carrera como actor pornográfico. De hecho, antes de jubilarse de manera definitiva ya se había retirado dos veces, en 2004 y en 2009. Pero poco tiempo después de esas fechas, regresó a ponerse delante de una cámara para hacer su trabajo. Él mismo reconoció que el motivo de sus retornos al set era su adicción al sexo, algo que definió como “tener el diablo en el cuerpo”. En relación con esto, el intérprete le decía al diario italiano Il Messagero: “Cuando uno está acostumbrado a tener sexo todos los días, con dos o tres chicas diferentes por jornada, no es fácil volver a la normalidad. Sos como un deportista que se encuentra en casa en el sofá. Fue mi esposa quien me empujó a volver al set, porque la ponía más celosa lo que pasaba fuera del ámbito laboral”. Su tercer y último retiro fue en 2022. “Esta vez va en serio”, aseveró la estrella, que recibió ayuda psicológica para tratar su adicción.
Su visión del porno actual
Siffredi cuenta con su compañía de contenido para adultos en Budapest, Rocco Siffredi Production, que tiene dentro su propia “universidad del porno”, la Siffredi Hard Academy. Por ello, además de por su dilatada experiencia como actor y director de ese tipo de cine, el artista sexual se permite cuestionar la actualidad del rubro. “Veo una enorme diferencia entre la industria cuando empecé y la de hoy. Antes había mucho diálogo, mucha comedia y mucha estructura. Hoy hay mucho sexo y nada de diálogo”, dijo para la mencionada entrevista en Vice. “Ya no hay romance -añadía el actor-, solo quieren cuerpos. No me gusta el sexo sin conexión. Soy alguien que tiene relaciones con el corazón. Hoy es muy diferente que antes. Es mucho peor”.
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