Misterio en Pinamar: vecinos afirman que el fantasma de Leo Mattioli está en una casa y que lo escuchan cantar
Se trata de una propiedad en la que se alojó el fallecido cantante santafesino; las versiones sobre este fenómeno sobrenatural dieron origen a un mito urbano que se instaló en la localidad bonaerense
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Las “casas embrujadas”, en las que las personas afirman ser testigos de sucesos paranormales, forman parte de las leyendas urbanas en todo el mundo. A poco más de diez años de la muerte de Leo Mattioli, vecinos de Pinamar afirman que “el fantasma” del cantante habita una casa de esa localidad bonaerense, la misma en la que el intérprete de “Le pido a Dios” se alojaba en sus vacaciones cuando viajaba a la Costa Atlántica.
La noticia fue abordada en el canal Crónica HD y generó una fuerte repercusión entre los fanáticos del “León santafecino”. “En la casa hay música y una persona cantando a capella todos los días”, indicaron.
Se trata de la imponente casa ubicada en Av. Libertador y Av. Martín Pescador, en cercanías del centro de Pinamar Norte, sitio que utilizó el compositor desde el año 2000 hasta su fallecimiento para descansar en las vacaciones de verano y también para alojarse cuando realizaba algún show en la localidad.
En aquel entonces, era habitual que cientos de fanáticos se acercaran al lugar para capturar un momento con él. “Es un caserón. Hoy por hoy, se encuentra en el olvido y abandonada”, detalló el cronista de Crónica, que mostró la vivienda desde el exterior.
En ese marco, afirmó que a pesar de que en la actualidad la casa está completamente deshabitada, los vecinos de la zona aseguran que a la noche se escuchan “ruidos extraños, música y que se escucha cantar a capella una persona durante las noches”.
“Fue una casa usurpada, los mismos usurpadores se fueron porque eran constantes los hechos paranormales que experimentaban y quedó vacía. Luego, los dueños se la dejaron a la Policía para que se la cuiden”, explicó en diálogo con el conductor Flavio Azzaro.
Por otro lado, reveló que las últimas imágenes en las que se lo vio a Mattioli fueron capturadas desde el exterior de la propiedad.
En relación al mito que se instaló en el barrio, el periodista mencionó la historia de unas personas que hospedaron en la propiedad y que fueron testigos de una fuerte actividad paranormal. “En una de las temporadas, un grupo de muchachos ocupaba la casa y recibía visitas... en una ocasión escucharon música y cantar a alguien. Un día estaban comiendo un asado y escucharon a una persona cantar a capella ‘Tramposa y mentirosa’”, sostuvo en relación al exitoso hit del “León”.
Por otro lado, el periodista aportó los dichos de Carlos Mansilla, un hombre que se alojó en la casa y reveló que “se escuchaban pasos en la habitación de arriba y se prendían las luces” mientras el testigo y las personas que lo acompañaban estaban durmiendo.
En la actualidad, el mito urbano ya está instalado en Pinamar y son varios los lugareños que afirman que “el espíritu de Leo Mattioli recorre la casa”.
La muerte de Leo Mattioli y el legado que dejó en la movida tropical
El 7 de agosto de 2011, un paro cardiorrespiratorio acabó de forma prematura con la vida del cantante santafesino. Popularmente conocido como el “León”, fue creador de exitosas canciones románticas que quedaron en el imaginario colectivo.
En el momento de su muerte, tenía 38 años y estaba en plena gira, con varios recitales por noche y viajaba contrarreloj para cumplir con sus presentaciones.
Respecto de su trayectoria musical, el intérprete editó 23 discos y ofreció miles de recitales en condiciones maratónicas, tanto con su banda Grupo Trinidad y como solista.
Actualmente, Mattioli es recordado por sus fanáticos y seguidores del ambiente de la cumbia. Tal es así, que se mantiene como uno de los artistas más escuchados en su género. Como prueba, basta con observar que en Spotify cuenta con más de un millón de oyentes mensuales.
Las canciones más escuchadas son también algunas de las más icónicas de su obra: “Llorarás más de diez veces”, “Tramposa y mentirosa” y “Después de ti”.
Su legado sigue vigente en Nicolás, Julieta, Romina, María Laura, Tamara y Denis, los hijos que tuvo con Marina Rosas, quienes lo recuerdan con mucho afecto. Además, es habitual que sus seguidores lo homenajeen en sus diversas celebraciones con las reproducciones de aquellas creaciones que sonaron en los cientos de shows que brindó por el país.
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