Mariano Cohn: "La televisión tiene pocos años de vida"
En el Cuestionario Sehinkmanel realizador habla de su última película, donde aborda la inseguridad urbana, del futuro de la TV y de las extrañas circunstancias que rodearon la muerte de su hermano
Un ladrón se sube a robar una camioneta con un sistema de seguridad que le corta la electricidad, le cierra las puertas, los vidrios y lo deja enjaulado. En una Argentina donde circulan conceptos como garantismo o justicia por mano propia, 4x4, tu última película, propone un dilema moral: ¿el delincuente se transforma en víctima?
La camioneta es como una jaula blindada y este chico (Peter Lanzani), una vez que entra a robar, no puede salir porque la camioneta está controlada a distancia por el dueño. Es un thriller donde un personaje está sometido a una situación física y psicológica extrema. Dady Brieva es el dueño de la camioneta y es quien ha decidido adoctrinar a este ladrón, y Luis Brandoni es un negociador policial. La película plantea un dilema moral y obliga a tomar posición, pero una posición que puede ir variando en el transcurso. La pregunta es: ¿qué pasó que el cine nunca retrató esto durante los últimos 30 años?
¿Qué cosa no retrató?
El tema de la violencia, la seguridad, el miedo. Cómo mucha gente para defenderse tiene armas en la casa. Cómo condiciona la vida de todos. Tanto los ladrones como las víctimas están dispuestos a matar o morir. La película no está ni de un lado ni del otro, pero abre un debate, interpela. Eso es lo que nos gusta a nosotros (incluye a su socio, Gastón Duprat) y se vio con El hombre de al lado, o con El ciudadano ilustre. Nuestras películas plantean dilemas morales para que el público tenga que tomar posición.
Durante años trabajaron en tándem con Gastón Duprat y esta es la primera vez que dirigís solo. ¿Cuál es el objetivo?
Con Gastón, aparte de ser directores, somos amigos y tenemos una productora juntos. Y en este caso, yo dirijo y Gastón produce. Lo que hicimos fue, en el lapso de un año, filmar dos películas. Una fue dirigida por Gastón, Mi obra maestra, con Francella y Brandoni, que se estrenó el año pasado, y en la que hice la producción. Y en esta es al revés: Gastón produce y yo dirijo.Teníamos estos dos guiones, cada uno eligió dirigir una porque le quedaba más cómoda en cuanto al género o a lo que quería contar. Lo que te permite es hacer mayor cantidad de películas en menos tiempo. La idea es poder dirigir solista o en conjunto.
Hoy está instalado el concepto de delivery. Pero recordemos aquel programa que hicieron en el 98, Televisión Abierta, una especie de delivery de cámaras: la gente les escribía y ustedes le mandaban a domicilio una cámara para que cada uno mostrara alguna habilidad o simplemente hicieran lo que les plazca, libremente.
Sí, fue en el 98, antes de YouTube, Facebook y los reality. Y sucedió acá, en Argentina, en el canal América, a las 12 de la noche. Es un programa que nosotros recordamos con mucho cariño. Me sigue pareciendo buenísima aquella idea del delivery de cámara a domicilio. Una motito como de pizzería, el chico que manejaba, te filmaba y después salías en la tele. Era la democratización absoluta de la televisión. La cámara entraba a las casas y cada uno decía lo que quería. La única condición era agarrar el micrófono y hablar en primera persona frente a cámara. Fue una idea muy disruptiva.
¿Qué pasará con la TV en los próximos años?
¡Qué difícil! Mirá, a mí me encanta mirar televisión, programas en vivo de debate, de discusión, de entrevistas, pero creo que somos el sector más pequeño ya. Los jóvenes tienen otra manera de consumir, me parece que tiene pocos años de vida. Quizá cinco. Después se va a consumir bajo demanda. No va a existir el canal fijo, esas estructuras de los canales van a desaparecer en el corto plazo.
El 29 de julio de 2015 falleció tu hermano en el Hospital Central de San Isidro. Él era diabético, se descompensó, pidió ayuda en el hospital y ese cuadro que habitualmente no debería revestir mayor dificultad terminó con su muerte por mala praxis. ¿En qué está hoy el juicio?
Se van a cumplir cuatro años en julio. Hay diez médicos imputados, pero estamos esperando que la causa se lleve a juicio oral. Mi objetivo es que estos médicos pierdan su título, vayan presos y paguen por la muerte de mi hermano. Y también todo el poder político del municipio.
¿Qué le pasó a tu hermano?
El Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema tomó el caso y se corroboró lo mismo que nosotros veníamos sosteniendo: que mi hermano no tuvo atención médica, que lo abandonaron y que una vez que lo atienden, ya estaba con muerte cerebral porque nunca lo trataron por la baja de azúcar, ni lo hidrataron, ni le hicieron ningún tratamiento. Lo dejaron abandonado en una camilla. Cuando se dieron cuenta de que había muerto empezaron a hacer un acto salvaje detrás del otro. Esto lo dijo el mismo Cuerpo Médico Forense: nunca ha habido una práctica tan salvaje como la que sufrió mi hermano. Lo que esperamos es que haya justicia.
Tu hermano trabajaba con ustedes en la productora...
Sí, mi hermano trabajó en muchas de nuestras películas, era dibujante, hizo todos los dibujos de El hombre de al lado. Ahora, en 4x4, el primer cartón que aparece en la película es una dedicatoria a él.