Le dijo a su vecina que había escuchado ruidos sexuales en su departamento y la respuesta la avergonzó
Una insólita conversación llena de giros inesperados se viralizó a través de las redes sociales; la situación terminó con amenazas e insultos
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Una conversación insólita entre dos vecinas de un mismo edificio se viralizó en las últimas horas a través de las redes sociales. En el chat, una tal Sonia asegura haber escuchado excesivos ruidos nocturnos en uno de los departamentos, pero finalmente se trató de una incómoda confusión.
La conversación fue publicada por la cuenta de TikTok @696historiiass, y causó furor por cómo está narrada. Con la noble intención de advertirle que prácticamente todo el edificio había podido oír cómo pasó la noche con su pareja, la mujer decidió escribirle a su vecina por privado. “¡Hola! ¿Cómo te va? ¡Perdoná que te moleste por privado! Soy Sonia. Che, no te iba a decir nada porque no sé cómo lo vas a tomar, pero anoche se escuchó todo desde acá”, le dijo.
“¡No quiero meterme en tu vida pero te lo digo para que lo sepas y tengas más cuidado! Besos”, cerró el mensaje. La vecina, sorprendida por el relato, le preguntó quién era y Sonia le respondió que era del grupo del consorcio. “Ah, sí, ya sé quién esos. ¡Es que no tengo agendado a ninguno! Ya te agendo, ¿cómo estás? ¿Ruido de qué?”, le consultó. “¡De eso! ¡Ya sabés! ¡La cama! ¡Los gritos!”, describió la mujer con pudor y provocó las risas de la vecina. “¿De qué te reís?”, le preguntó Sonia. “¡Porque me dio risa cómo lo dijiste! Gracias por avisar, pero ha sido en otro departamento”, aseguró la mujer.
“¡Si te escribo a vos es porque estoy segura de que fue en tu departamento!”, afirmó. “¡Te digo que no! ¡Yo estaba en Salta hacía una semana! ¡Recién llego a mi departamento!”, le respondió la vecina. En ese preciso instante, Sonia se dio cuenta del error que había cometido y le mandó un emoji con expresión de vergüenza. La vecina, alarmada por el gesto, le preguntó qué estaba insinuando.
“¡Nada, nada! ¡Ok! Si vos lo decís... ¡Nada! ¡Vos sabrás!”, escribió Sonia para tratar de salir del momento de incomodad. “Pará, pará, ¿vos estás segura de que fue acá?”, volvió a preguntarle la mujer. “¡No, no! ¡Hacé de cuenta que no te dije nada!”, le respondió. “Sí, ¡me dijiste! ¡Ahora hacete cargo! ¡Ya me dejaste la cabeza a mil!”, le recriminó la vecina. Y el tono de la conversación siguió subiendo.
Consciente de que ya no había vuelta atrás, Sonia le aclaró a su vecina que tomó la decisión de escribirle para que no tengas inconveniente con el resto de los miembros del consorcio. Y admitió que metió la pata. “¡Sí, fue en tu departamento! ¡Lo escuché desde que salí del ascensor! ¡Fin!”, escribió para dar por terminado el asunto.
La vecina estalló de furia e insultó a su pareja: “¡Qué hijo de... que es! ¡Me gorrió!”, escribió, una expresión que se utiliza para referirse a la infidelidad. “¡Gracias por avisar! ¡Ya lo llamo!”, agregó. “¡Yo nunca te escribí! ¿Sí?”, le pidió Sonia y casi una hora más tarde volvió a recibir un mensaje de la mujer. “¡No te preocupes! ¡Ya hablé! ¡No quería hablar porque está trabajando el turro! ¡Y lo negaba el muy f...! ¡Le dije que mi hermana vino y lo escuchó! ¡Me lo seguía negando!”, relató y contó que le tiró todo por la ventana. “¡Me destrozó! No entra más”, aseguró.
Sonia se manifestó preocupada por la situación y le pidió perdón a la mujer por haber armado semejante lío. “¡No era mi intención!”, sostuvo. “Hiciste bien, Sonia. Si no me lo decías, lo iba a seguir haciendo”, le respondió la vecina. “¡Pero siento culpa!”, insistió. “¡Culpa tiene que sentir él por basura! ¡Hasta el plasma le tiré a esa mugre inmunda!”, agregó la vecina, todavía en cólera. Sin embargo, todavía le quedaba un giro argumental a esta historia.
Para intentar suavizar un poco las cosas, Sonia le escribió: “Tranquila, Gaby. ¡No hagas más locuras! ¡Tratá de calmarte!”. Pero la respuesta de la vecina le generó pánico: “¿Qué Gaby? Yo soy Sandra”, afirmó la mujer. Y ahí es cuando se dio cuenta de que el error había sido peor del que imaginaba.
“¿De qué Gaby me hablás?”, insistió la vecina. “¿Vos no sos Gaby del 4°C?”, le preguntó Sonia. “No me digas que las agendé mal”, agregó. “¡Ah, no! Vos sos una pel... fenomenal. Yo a vos te c... a trompadas”, le respondió Sandra. “¡Seamos dos mujeres civilizadas! ¡Hablemos! Fue una simple confusión”, se defendió Sonia. “¡Ok! ¡Yo a vos te voy a c... a trompadas civilizadamente, eh! ¡Y después te escucho! ¿Te parece? ¡La recalcada.... de la tal Gaby también!”, cerró la conversación.
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